EXTRA: Rata | parte 3

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Cuando Kasch Wolff había dicho que la amante de Jonathan era incluso peor que él, no había mentido. Ni siquiera se había convertido en su esposa y ya tenía bajo su poder la sede de Naemniki, y controlaba la mansión y a todos sus asesinos.

La señora Ornella Vannucci había llegado a Argentina con su hijo Héctor, de su matrimonio anterior. Su esposo había muerto «misteriosamente» al mismo tiempo que Ingrid Von Weissenberg.

Mörder, manejado por Jonathan, creció notablemente. Naemniki, manejado por Ornella, también. Sin embargo Assassin caía poco a poco, y se sostenía solo por sus leales asesinos que se encargaban de mantenerlo a flote. Sin saberlo, el abandono de Jonathan había hecho que la gente de Assassin se uniera entre sí como una familia.

Cuando Omar cumplió dieciocho años, tuvo que pelear contra su hermano por orden de Jonathan y Ornella, quienes estaban probando a los líderes de Assassin. Pese a la fuerza e increíble habilidad de Raúl, que lo mantenía con constantes misiones y el respeto de sus jefes, Omar lo derrotó. El puesto de líder de los profesionales pasó a él.

—Está bien, lauchita —dijo Raúl con una sonrisa y escupió sangre en el suelo—. Te dije que debías superarme y lo hiciste, estoy orgulloso de vos.

—Pero… tu puesto…

—Es tuyo ahora.

Omar fue llamado por Jonathan para que se acercara a él, por lo que se despidió de su hermano y caminó hacia ese imponente hombre que estaba sentado junto a su esposa. Ornella se acariciaba el abultado vientre de embarazada, y a un lado estaba Gretchen cruzada de brazos con molestia, pues Héctor, el hijo de Ornella, estaba a su lado y parecía molestarle su presencia.

—¿Sí, señor Moms? —dijo Omar con la mirada baja, porque a la señora Ornella no le gustaba que la miraran fijo y solo hacerlo ameritaba un castigo.

—Mi padre te entrenó personalmente, y tengo entendido que el resto de tu entrenamiento fue a manos de tu hermano, que fue entrenado por la gran Marta. ¿Es correcto? —dijo Jonathan con el rostro serio y su mirada fría.

—Sí, señor, así es.

—Tanto esfuerzo rindió sus frutos. Te cambiarás de habitación, pasarás a usar la del líder de los profesionales y tendrás misiones de Élite —explicó y posó una mano sobre el abultado vientre de su prometida—. Tu valor como asesino ha aumentado, así que tu paga será mayor.

Omar solo asintió, y esperó a que Jonathan lo autorizara a retirarse antes de siquiera mover un músculo. Sin embargo alzó la mirada solo un instante para poder ver a Ornella, pues era una mujer realmente hermosa. Se alejó muy rápido, aunque no sin antes ver a Gretchen enfadada a un lado y a ese niño que parecía hablarle con alegría.

Ornella y su hijo Héctor eran parecidos entre sí, de piel trigueña y bellos ojos verde esmeralda, con el cabello ondulado y castaño claro. Aunque ella, por ser una mujer adulta, tenía unas curvas deslumbrantes y una elegancia únicas. No había un solo día donde lo luciera sus prendas finas y su cabello bien peinado.

Con su mudanza ya hecha, y disculpándose con su hermano por tener que quitarle no solo su puesto, sino también su habitación, se acostó a mirar el techo muy pensativo. Jonathan tendría un heredero varón, que era lo que todos en D.E.A.T.H. estaban esperando, y era el motivo por el que su hija Gretchen, de diez años, se esforzaba tanto en sobresalir. Aún no había alguien en Assassin que se hiciera cargo del lugar, y el abandono era muy notorio. Ahora que era él el líder de los Profesionales, era su responsabilidad mantener el lugar a salvo y en buen estado, a falta de jefes presentes. Pues hasta que Gretchen o el nuevo heredero crecieran lo suficiente, Assassin terminaría por caer.

Mörder [ COMPLETA ]Where stories live. Discover now