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FIN DE SEMANA LARGO, viaje a Milán y poco descanso, en eso se había basado, recién estábamos a sábado y lo que menos quería era estar en una fiesta pero ahí estaba yo, rodeada de gente que no conocía junto a mi manager haciendo presencia con la esperanza de que alguien me presentara a algún diseñador que quedase asombrado con mi belleza tanto como para querer trabajar conmigo.

Me había funcionado dos veces, la primera vez con mi primer campaña publicitaria de un perfume, la segunda y la más importante, cuando me presentaron a una de las chicas del "casting" para entrar a Dominici, la agencia de modelaje a la que pertenecía actualmente, muy prestigiada en Argentina y fuera del país, conocida por trabajar con marcas de superlujo de todo tipo.

Barrí la habitación con la mirada rápidamente en busca de alguien que tuviera cara de saber de moda, solo ubiqué a Nacho alagándole los zapatos a una alemana, me acerqué a él rápidamente cuando terminó de hablar y lo enganché del brazo.

- ¿Dónde mierda me trajiste Ignacio?- Pregunté manteniéndose la sonrisa.- No conozco a nadie, posta.-

- Pero la gente de acá te conoce, me dijeron que iban a venir unos chicos que trabajan con Donatella y te podían conseguir buenas oportunidades, amor.- Suspiré, si lo de él eran sueños grandes los míos eran simples ideas.- No me mirés así, imagínate nomás andar diciendo "Versace" con acento bien marcado en una campaña publicitaria.-

- Muy lindo, si. Es más probable que meriende tostadas con Messi que verme trabajando con Donatella Versace.- Le apunté con el dedo.- Además, los Santafesinos no tenemos acento.-

- Lo tienen y se comen todas las "S", nada más que vos no te das cuenta.- Efectivamente me había comido las "S" de casi todas las palabras.

- No va al caso.- Al lado mío pasó un chico con una bandeja y copas de champagne, Nacho agarró una y me la dió, yo me la tomé de un trago.- Estás angustiada nena, anda al baño y refrescate un poco porque con esa cara de orto no va a trabajar nadie con vos.-

Rodeé los ojos y dándole la copa en mano caminé despacito en busca de los baños, la fiesta estaba aburridísima, me desvíe en mi búsqueda al primer momento que ví un balcón. Salí por este y me apoyé en el borde, cansada, rebusqué en mi bolsito de mano y saqué un cigarrillo de los largos, miré al único hombre que estaba cerca mío, no había más personas.

- Disculpá, ¿Tenés fuego?- Me miró como si le hubiera hablado en chino.- ¿Fire?- Seguía igual.- ¿Pss psss?- Le hice señas y el sacó un encendedor de su bolsillo, me encendí el pucho y se lo devolví.- Gracia'-

REFLECTIONS | Misho AmoliWhere stories live. Discover now