THIRTY-TWO

360 25 28
                                    




ADVERTENCIA:

Este capítulo contiene escenas de índole sexual, si hay alguien que no se sienta cómodo con leer esta clase de cosas, que es totalmente entendible, le pido amablemente que continúe con la lectura o se retire.

🤍








JADEÉ POR EL ESFUERZO MIENTRAS INTENTABA AGARRARME DE LO PRIMERO QUE ENCONTRÉ, para este punto estaba completamente mojada de pies a cabeza, debía de tener la cara más roja que nunca, era como si estuviéramos luchando.
Me sostenía de la cadera para que no cambiase de papeles y no fuese yo la que lo sometiera, lo sentía en lo más profundo de mi, me estaba quedando sin aire.

Con las pocas fuerzas que me quedaban le pateé la pierna y me impulsé a la superficie de la piscina climatizada, tomando una bocanada de aire que me ardió, escuchaba su risa a carcajadas algo lejana en mis oídos, me volteé a él y le salpiqué la cara con agua tibia.

- ¡Soltame pajero, no ves que me vas a ahogar!- Me volvió a agarrar en brazos con la diferencia que esta vez no me hundió, pegó mi cuerpo a su torso en un abrazo.

- Que llorona eres, eh.- Se burló de mí, me intenté deshacer de su agarre sin lograrlo por lo que me giré para aferrarme a su cuello, supuse que no me hundiría a propósito con él.

- Casi me quedo sin aire...- Le reclamé bajito, me apartó el pelo de la cara con la palma de la mano y me dejó un beso en los labios.

- Te recuerdo que tú empezaste.- Cierto era, desvíe un poco la mirada y apoyé el mentón en su hombro, nos llevó a ambos a la escalerita caminando, él si hacía pie en casi toda la pileta.

Estábamos en el tercer día de lo que fueron unas pequeñas vacaciones de invierno en "Familia" nos habíamos alquilado una especie de casa quinta con varios quinchos tipo casita, estaba alejada del centro, quizá era demasiado grande para una casa quinta ya que después de todo éramos mucha gente.

Los padres de Andrea se estaban quedando en uno de los quinchos que de quincho no tenían mucho, eran más bien como pequeños monoambientes. La madre de Nicolás, Claudia, se estaba quedando con él en uno de esos y luego estábamos divididos por pareja, Andrea había invitado a su... algo, Lucio e Irina estaban juntos, Mihail y yo nos habíamos adueñado del que tenía la cama más grande y por último, y que aún faltaban por llegar, Facundo, Mamá y su pareja iban a estar en la quinta que íbamos a usar como sala común.

REFLECTIONS | Misho AmoliWo Geschichten leben. Entdecke jetzt