FORTY-THREE

297 16 29
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.







@_valebocelli Instagram Post.

@_valebocelli Instagram Post

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


🔵⚫⚫

⚫🔵⚫

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


⚫🔵⚫

⚫⚫🔵

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


⚫⚫🔵

@_valebocelli: i wanna XXXXXXXXXXX















REPRODUCÍ POR TERCERA VEZ EL VIDEO QUE SE HABÍA HECHO VIRAL MÍO, un simple clip de diez segundos donde miraba a la cámara y sonreía hasta que se me formaran mis hoyuelos, el internet había explotado, ahora mucha gente sabía quién era, dónde vivía, pronto sabrían cuántas veces me urgueteaba la oreja.

Habían buenas y malas noticias, las buenas eran mis ganancias este mes, las cuales habían aumentado un 46%, las malas era que mucha gente me había reconocido en la calle y ahora debía de vestirme bien para salir, Mihail se reía de mí e insistía en darme la bienvenida al reconocimiento social cada vez que alguien me pedía una foto, algún que otro fan suyo nos había atrapado haciendo la compra el sábado pasado y ahora se rumoreaba que él tenía novia, gracias a dios los vídeos de enanos y la alta moda no se mezclaban mucho, si no fuera ese el caso probablemente ahora todos sabrían de nosotros, no sabía si él estaba preparado para eso.

— Dios Valentina.— Me habló Andrea, estaba acostada boca arriba en el sofá mientras se acariciaba el vientre abultado.— El vídeo ya tiene más de 26 millones de likes.— Abrí los ojos de par en par, parecía que aumentaban por segundo.

— Están completamente locos.—

— Debo admitir que si te ves muy bonita sonriendo.— Dijo mirándome.

— Es mi sonrisa de siempre, ¿Nunca vieron hoyuelos?— Ella estiró la mano lo suficiente para picotearme un cachete.

Las semanas habían pasado rápido, quizá demasiado. Extrañaba el ritmo anterior de mi vida, simple y sencilla, lenta, suave, extrañaba sentirme tranquila. Entre Mihail, la velada y mi nueva fama mundial me sentía en una película poco realista, en un libro mal escrito, en un sueño de esos que no tienen un significado.
Miré mi teléfono que vibró por una notificación.

📷 Instagram (_valebocelli) culto satánico • 1 min.

Sonreí antes de abrir el mensaje, era una foto de Sara haciendo morritos.

Había conocido a Sara en mi última pasarela, una chica encantadora de rulitos colorados y hermosos ojos claros.
Ella fue quien me presentó a su amiga Lexi, también una modelo, y las tres luego de un par de días hablando decidimos crear un grupo, el resto fue historia, me sentía como una adolescente mensajendome todos los días a todas horas con ellas, la confianza había estado desde el día uno.

Miré a Andrea que ahora dormía plácidamente sobre mi cama, el embarazo la traía muy cansada, la tapé con la sábana antes de sentarme en el bordecito de madera de la ventana. Lexi mandó otro mensaje al grupo, nos estaba invitando a merendar con ella a su casa. Respondí al toque confirmando mi asistencia y le dejé una notita a Andrea para cuando se levante.

Me subí al auto justo cuando Sara me empezó a llamar con insistencia, conecté el teléfono a él auto para poder atender con más comodidad.

— Dime.—

— Esposa mía.— Comenzó, sabía que me iba a pedir algo.— Escucha, que me fui al estudio porque tenía que grabar una campaña para Calvin Klein pero luego me dijeron de hacer la sesión de fotos aquí fuera y terminé al otro lado de la ciudad intentando perseguir el sol porque se me estaba haciendo tarde y...—

— Sara, amor, hacela corta.— Dije doblando la calle, divertida.

— ¿Me buscas porfis?— Dijo con la voz aguda.— Estoy en la sede.—

— En cinco estoy.—

— Si es que eres la mejor.— Y cortó, yo seguí con mi camino.

Decidí parar en una florería con anticipación para regalarles mini bouquets a ambas, hacía mucho no las veía, a Lexi le regalé lirios blancos y negros y a Sara tulipanes blancos. Supuse que íbamos a merendar en casa de la gringuita por lo que les llevé jarroncitos de cristal también para que dejarán las flores.
Para cuando llegué me encontré a Sara tirada en el piso, de short y camisita blanca, sandalias y la trenza que siempre se hacía cuando se le desordenaban los rulos, le toqué bocina para asustarla.

— ¿No tenías sesión?— Dije señalándole la trenza, ella hizo un puchero.

— Correr me dejó el pelo hecho un asco.— Me comentó abrochándose el cinturón, le pasé su ramito de tulipanes y me miró confusa.— ¿Y esto?—

— Para vos.— Dije cerrando las ventanas para poner el aire acondicionado, hoy hacía calor.

El camino se nos pasó rápido, entre chismosear sobre las demás modelos, ella sacándole trescientas sesenta y dos fotos a su ramo y cantar canciones de Taylor.
Alexia estaba en la puerta esperándonos cuando llegamos, de camiseta oversized de Metallica y pantuflas con corazoncitos, hizo un bailecito en el lugar antes de recibirnos con los brazos bien abiertos, era la más bajita de las tres.

La saludé con un beso en la mejilla y le entregué su ramito y jarroncito en mano, me miró como si le estuviese dando la llave al éxito.

— Las extrañé tanto.— Dijo Sara mientras nos unía en un abrazo y de paso se colgaba de nosotras.

— Yo también, pero cerrad la puerta que no vivís en carpa.—

Y esa fue una buena tarde de brownies, Gilmore girls y chismesito de la industria. Jamás había tenido personas con las que criticar mi lugar de trabajo, ahora las tenía y las tres habíamos fijado la vista en una misma chica sedienta de atención, Gala, insoportable, parecía sacada de un libro con la trope de mean girls y serios problemas para aceptar la culpa.

It's nice to have a friend.
























NOTA DE LA AUTORA:

No hay nota, muerte a Gala.

I love my girls


REFLECTIONS | Misho AmoliWhere stories live. Discover now