Napoleón en 1812

Capítulo 113:El Sol no sale siempre(I)

"Ha pasado mucho tiempo. ¿Cómo has estado? ¡Cómo no pudiste contactarme antes!...".

"A medida que envejezco, se vuelve más difícil mantener relaciones con las personas. Sin embargo, siempre guardo la añoranza de los años que estudié con el maestro".

"Vaya, vaya... ¿Estás diciendo algo tan débil a pesar de que todavía estás en tu mejor momento? No estás actuando como un maestro".

Los dos músicos, que alguna vez fueron maestro y alumno, se abrazaron cariñosamente y se saludaron después de un largo rato. Beethoven, cuya condición auditiva había empeorado, apenas podía entender el habla humana incluso con un audífono puesto.

Por lo tanto, tuvieron que compartir su afecto a regañadientes a través de la escritura, pero eso solo no pudo evitar que la voluntad de los dos resolviera sus arrepentimientos.

Beethoven habló así durante mucho tiempo después de conocer a su antiguo maestro y finalmente encontró a un joven parado detrás de Salieri con un gesto incómodo.

"¿Es este joven dedicado y educado un estudiante que actualmente está siendo enseñado por el maestro? Fue elogiado por ser el dios de la música de Viena...".

"Mi estudiante... Esa expresión es demasiado. Simplemente llámalo una relación entre un senior que patrocina un talento brillante y un junior que es un ejemplo para ese senior".

Un joven brillante que se convirtió en un ejemplo... Este era un elogio al estilo de Salieri que Beethoven había escuchado cuando Salieri le había enseñado en el pasado.

Significaba que este joven frente a él tenía el talento suficiente para ser reconocido por Salieri y tenía la capacidad de ser llamado maestro en el futuro.

Beethoven, que sabía lo buenos que eran los ojos de su viejo maestro para la gente, mostró gran interés por el joven, que estaba rígido como si estuviera nervioso, de pie detrás de Salieri.

"Me alegro de conocerte y dejaré de ser grosero por no saludarte antes. Franz Schubert, he oído mucho ese nombre. Si eres el dios que ilumina la música de Viena, sin duda todo el mundo ha dicho este nombre".

"¡Es, es un gran honor conocerlo, Kapellmeister! La actuación de 'Heroica Buonaparte', que usted dirigió aquí, quedará como legado en nuestra historia".

¡Beethoven sabía su nombre! Franz Schubert trató de disimular la comisura de su boca levantada por la emoción, mientras escribía sus palabras en el cuaderno de notas de Beethoven.

El encuentro con el gigante, a quien se admiraba y respetaba, hizo que este emotivo joven se volviera muy inestable y emocionado. Salieri, que observaba feliz la escena, añadió a Beethoven:

"Schubert es uno de los jóvenes músicos que adoran mucho tu música. Orgullosamente elogió tu música frente a mí, diciendo que tu nivel estaba por encima de Haydn, así como de Bach y Mozart".

"...¿Es eso así? Es desgarrador".

Beethoven sonrió, pero esta conversación no fue muy agradable. Fue un gran placer ser elogiado por alguien, pero ¿cuánto entendió este joven músico para comparar la escritura y la música de Haydn, Bach y Mozart con la suya propia?

Puede que no haya dudas sobre su talento, ya que fue reconocido por Salieri, pero sería una molestia para Beethoven si fuera humillado en algún lugar y fingiera conocerlo.

¿Se dio cuenta de los pensamientos internos de Beethoven? Salieri le entregó una partitura con una profunda sonrisa.

Beethoven, quien lo aceptó cuidadosamente, leyó 'Compositor, Franz Schubert' escrito en la parte superior y mostró interés.