Demonio en Fodlan

Capítulo 96: Oportunidad para el futuro

Era increíble para él que el viaje de regreso al monasterio se hubiera realizado sin incidentes, lo único que realmente surgió de la situación de su ropa no fue más que Anna haciendo un breve comentario sobre cómo ahora se parecía menos a un turbio comerciante de productos del mercado negro. .

Lo cual podría haber sido una suerte si alguna vez se hubiera metido en el negocio del comercio de tales bienes, no quería llamar más la atención al hacerlo y si había algo para lo que Abyss sería útil, era el contrabando. Aunque los riesgos de que alguna vez se descubriera superaban las posibles recompensas que traerían.

Además, no era como si necesitara el dinero ahora.

No después de que Anna hubiera logrado asegurarle un suministro constante de materiales para sus productos de madera, así como pintura para ellos. Sugirió que las versiones pintadas se vendieran como un producto separado y a un precio ligeramente más alto y ella estuvo de acuerdo antes de que él terminara la frase. En verdad, ella le recordaba a Sheba en muchos sentidos y tal vez fue así como excusó algunos de sus peores rasgos.

Era innegablemente codiciosa... pero al menos se aseguraba de que la calidad por la que pagaban sus clientes estuviera a la altura de los estándares de su precio establecido. Así que no había riesgo de que él la acusara de ser una estafadora, ni había ninguna posibilidad de que ella dejara volar la acusación sin intentar darle un puñetazo. Tampoco era como si alguna vez la hubiera visto violenta, esa fue simplemente la impresión que obtuvo de ella.

En cuanto a lo que Seiros esperaba lograr, ella se movía con los hombros más ligeros, pero eso se debía a que lo evitaba. En el momento en que regresaron al interior del monasterio, estuvo seguro de que ella recurriría al mismo sentimiento que antes. Al parecer, pasaría algún tiempo antes de que se sintiera cómoda con su propia raza o viceversa.

"Con lo dedicados que han sido los esfuerzos de reparación, estoy seguro de que ha habido un progreso muy notable con la restitución del Monasterio y la academia". Apenas prestó atención a la conversación que se desarrollaba frente a él, principalmente entre Hubert y Caspar. "El Monasterio es un faro tan importante para la gente... dejarlo permanecer en ese estado durante tanto tiempo sería... desalentador para ellos".

Se preguntó si el joven hablaba de esa manera algo siniestra a propósito para el efecto que tendría, como si estuviera tratando de parecer lo más desagradable posible. Bueno, no es que le importara cómo eligieran hablar.

"Por lo tanto, estoy seguro de que cuando regrese el campo de entrenamiento estará nuevamente en funcionamiento, aunque sospecho que habrán priorizado las secciones dañadas que están relacionadas con el Monasterio mismo".

Un argumento justo y probablemente cierto también.

"Sí, pero... la mayor parte del daño fue en la academia". Caspar respondió con su perpetuo tono de incomprensión. "Entonces, ¿no tendría más sentido reparar eso primero?"

Hubert dejó escapar un leve suspiro, casi imperceptible. "Porque la gente no puede cantar las gracias de la Diosa dentro de un salón de clases." Se despidieron con un pequeño gesto de la mano. "Cualquiera que sea el daño a la Iglesia, debe tener prioridad por encima de todo... incluso de nosotros, lo que significa que habrán reunido todos sus recursos para recurrir al monasterio en primer lugar... como he dicho".

Como hubiera esperado que lo hicieran.

"¿Qué tal si hacemos pequeños caballeros?"

"¿Disculpe?" Bajó su audición de la conversación a varias cabezas de ellos y dirigió su atención hacia Anna, levantando una ceja ante su sugerencia. Ella lo miró con cierta duda y luego abrió la boca con la clara intención de repetir la pregunta. "Te escuché la primera vez. Simplemente estoy preguntando por qué haría caballeros".