Demonio en Fodlan

Capítulo 100: Una lección en lecciones.

Le resultó difícil darse cuenta del instante preciso en el que esto se había puesto en marcha, pero rápidamente llamó su atención con una creciente similitud desde el primer instante en que lo notó.

Es decir, fue en el segundo que Byleth lo vio desde el otro lado del pasillo, se dio la vuelta y luego se alejó tan rápido como sus piernas le permitieron.

Antes eran cosas menores, ella se mantenía a una distancia respetable de él o se sentaba más lejos de él en el comedor a medida que pasaban los días, pero eso era comprensible para él. Habían llegado a un desacuerdo entre sí y él entendió que había habido cierta pérdida de confianza por parte de ella.

Sothis le había dejado muy claro que sus acciones no se correlacionaban con la visión del mundo aceptada por Byleth, sabía que nunca estarían de acuerdo sobre el tema y, por lo tanto, habría sido una tontería de su parte aceptar que su relación regresaría. exactamente como había sido antes de que surgiera la discusión.

Pero ese instante en el que ella lo evitaba descaradamente, haciendo que sus esfuerzos fueran deliberados en lugar de coincidentes, fue la acción final que lo confirmó para él.

"El profesor Eisner me está evitando".

"¿Mmmmm?" La persona frente a él hizo una pausa, luego levantó la vista de su té y lo miró fijamente con una expresión en blanco, luego lentamente comenzó a girar la cabeza hacia el otro individuo en la habitación, encogiéndose de hombros ante el nuevo objetivo. La mujer rubia volvió a concentrarse en él y le lanzó una mirada larga y dura antes de alejar la taza de té de sus labios.

"Eso es más bien... Perdóneme si esto es directo, pero estoy bastante sorprendido de que usted anuncie eso en un momento como este." Hicieron un alarde de señalar los papeles que estaban frente a ellos, alineados sobre la mesa.

Intelectualmente comprendió lo que querían decir.

Este no era ni el momento ni el lugar para empezar a hablar abiertamente de lo que en realidad era un tema personal para él que no tenía relación con la situación actual, especialmente cuando las personas frente a él no eran el tipo de personas con las que normalmente habría hablado. el asunto en primer lugar.

Un bufido arrastró sus ojos por la habitación, el joven de cabello violeta tenía una mano convenientemente colocada frente a su boca, su expresión no traicionaba nada, pero si hubiera habido una sonrisa, le habría sido imposible verla. Estaba seguro de que ambos sabían que él era la fuente de la alegría, pero no había pruebas definitivas y cualquier intento de acusarlos se encontraría con una firme defensa por parte de sus aliados.

Otra persona se burló y puso los ojos en blanco, atrayendo su atención hacia ellos mientras se inclinaban hacia adelante, apoyando su brazo sobre la mesa y apoyando su barbilla en su puño de una manera bastante letárgica, con una expresión entrecerrada y un parpadeo lento después, abrieron sus ojos. boca y empezó a hablar.

"¿Realmente decidiste hablar con nosotros sobre los problemas de las mujeres, aquí y ahora?"

El desprecio casual lo molestó un poco, aunque se esforzó por no revelarlo antes de mirarlos sin pestañear. Con un gruñido, sacudió la cabeza. "No espero que lo entiendas de inmediato, pero hay una razón por la que mi relación cordial con el profesor Eisner también es lo mejor para ti".

Otra risa de la persona de antes, se inclinaron hacia adelante y apoyaron sus brazos sobre la mesa, la intriga brilló en sus ojos. "Esto es algo que no puedo esperar a escuchar".

"¿En serio, Yuri-pájaro?" Hapi le dirigió una ceja levantada y una mirada exasperada.

"Oye, estoy bien con esto". —añadió Balthus, rascándose la parte inferior de la barbilla. "Esto es algo que realmente entiendo, todas estas reuniones han sido sobre cosas que yo... realmente no sigo hasta que hablas de la milicia... estamos haciendo un buen trabajo en eso, por cierto, la gente está empezando a realmente Acepta la presencia que tenemos, como... ¿cómo los llamaste?"