YO SOY EL PADRE DEL VILLANO

Capitulo 39

Volvamos a hace dos horas y media. Los adultos de la familia Ji fueron al tercer piso para una reunión, dejando solo un grupo de niños y Ji Zhong jugando en el primer piso.

Ji Zhong era adicto a su juego. Desde el momento en que se sentó, comenzó a jugar con gran interés.

En cuanto a la tarea de cuidar a los niños, Ji Zhong no creía que pudiera pasar nada en su propia casa, por lo que no le importaba.

Antes de venir, Lin Luoqing temía que Lin Fei se aburriera después de llegar a la casa de la familia Ji, por lo que preparó una pequeña mochila especialmente para él. Contenía el iPad que compró para Lin Fei y algo de comida.

—Tienes que comer con Xiao Yu.— Lin Luoqing le enseñó.

Lin Fei asintió. —Lo sé.

Entonces, en este momento, Lin Fei sacó el iPad y, naturalmente, le preguntó a Ji Leyu si quería ver un video.

Estaba viendo Mundo Animal , que no había terminado de ver antes. Este episodio fue sobre guepardos.

Ji Leyu miró a los animales con manchas esponjosas en la pantalla. Recordó que antes de salir, Ji Yuxiao le dijo que Lin Fei vendría aquí por primera vez y que tenía que cuidar más a Lin Fei. Lo mejor era seguirlo en todo momento. Por lo tanto, Ji Leyu no se negó. Tomó el auricular de la mano de Lin Fei y lo miró con él.

A la mitad, Lin Fei quería ir al baño, así que detuvo el video y le preguntó a Ji Leyu: —¿Dónde está el baño aquí?

Ji Leyu levantó la mano y señaló. —Avance y luego gire.

—Te acompañaré —dijo dulcemente.

—No hay necesidad.— Lin Fei le entregó el iPad. —Ayúdame a cuidar la tableta y la mochila, gracias.

Terminó esta oración y agregó: —Hay comida en la mochila. Puedes comerlo si quieres.

Ji Leyu solo preguntó casualmente. En este momento, Lin Fei se negó y también estaba feliz. Asintió y dejó que Lin Fei se fuera solo.

Se sentó solo en el sofá y no tenía nada que hacer. Recordó lo que Lin Fei acababa de decir, así que sacó una bolsa de papas fritas de la mochila y se la comió lentamente.

Mientras comía, la nieta de Ji Zhencai, Zhao Zhu, corrió y le preguntó: —¿Quieres jugar al escondite con nosotros?

Ji Leyu respondió con indiferencia: —No.

Sus ojos se movieron al tercer piso. Si pudiera, preferiría ir al tercer piso a escuchar la conversación de los adultos.

Si se trataba de Ji Yuxiao, entonces quería saber. Sin embargo, Lin Fei definitivamente no escucharía a escondidas. Una vez que llegara el momento, estaría escuchando a escondidas solo y sería malo si Lin Fei regresara y le dijera a Lin Luoqing.

Ji Leyu no era estúpido. Naturalmente, sabía que escuchar a escondidas no era bueno. Todo lo relacionado con robar era malo.

—Vamos a jugar juntos.— Zhao Zhu todavía estaba tratando de persuadirlo. —Es divertido jugar al escondite si hay mucha gente. Hermano Xiao Yu, tú también deberías jugar.

Ji Leyu continuó comiendo papas fritas con una actitud firme. —No.

La boca de Zhao Zhu se aplanó cuando terminó de hablar como si estuviera muy decepcionada.

En este momento, los adultos no estaban aquí y tampoco Lin Fei. Ji Leyu era demasiado vago para fingir, así que la ignoró como si no lo viera.

Acababa de estar callado durante dos segundos cuando Ji Xin corrió hacia él.