YO SOY EL PADRE DEL VILLANO

Capitulo 168

El padre y el hijo prepararon regalos para Lin Luoqing respectivamente. Eran diferentes y los precios eran diferentes, pero todos eran muy valiosos.

Después de desayunar a la mañana siguiente, Ji Leyu le preguntó a Ji Yuxiao con curiosidad: —¿Papá volverá hoy?

—Sí— respondió Ji Yuxiao.

—Su cumpleaños es pasado mañana.

—Sí.

—Papá, ¿Has pedido un pastel?— En este momento, Lin Luoqing no estaba allí, por lo que Ji Leyu le preguntó sobre qué estaba confundido.

Ji Yuxiao asintió. —Está arreglado. Te preocupas mucho.

—Porque también quiero comer pastel— dijo honestamente Ji Leyu. Su voz era suave. Sonaba un poco tonto pero también se portaba bien.

Ji Yuxiao lo miró con una sonrisa. —Entonces comes más.

—Papá debería comer más. Él es la estrella de cumpleaños.

Terminó de hablar y no se olvidó de dar un recordatorio: —Recuerda comprar regalos para papá.

—¿Todavía necesito tu recordatorio?—Ji Yuxiao levantó una ceja. —Debería decírtelo. ¿Has preparado un regalo para tu papá?

Ji Leyu orgullosamente sacó su pequeño pecho. —Lo he preparado. No soy solo yo. El hermano también lo preparó.

Ji Yuxiao escuchó esto y miró a Lin Fei, que estaba comiendo en silencio.

Lin Fei asintió y dijo casualmente:—Sí.

—Bien bien. Los dos coman rápido y vayan a la escuela.

—Oh.— La boca de Ji Leyu se aplanó y bajó la cabeza para beber las gachas.

Al ver que los dos habían ido a la escuela, Ji Yuxiao no se recostó en la cama. En cambio, fue a la sala de rehabilitación en el tercer piso, con la intención de aprovechar el tiempo antes de que Lin Luoqing regresara para darse prisa y practicar por un tiempo.

Practicó toda la mañana. Luego, cuando se bañó al mediodía, vio que los moretones en su cuerpo se caían y recordó otro problema.

Lin Luoqing definitivamente no podía ver los moretones y las marcas moradas o haría preguntas. Entonces Lin Luoqing volvería a sentirse incómodo.

¿No significaba esto que no podían hacer las cosas que a las parejas les encantaba hacer?

Tch, fue realmente problemático. El esposo y la esposa finalmente se reunieron. Era el momento en que la ausencia acariciaba el corazón, pero sólo podía sentarse y no hacer nada. Ji Yuxiao sintió que esto era realmente una tortura.

Ah, suspiró. Fue demasiado triste.

Ji Yuxiao se puso una bata y fue al estudio, esperando que su esposa regresara a casa.

Lin Luoqing llegó a casa por la tarde.

La tía Zhang vio que había regresado y lo ayudó con entusiasmo con su equipaje, hablándole sobre asuntos familiares recientes.

De hecho, no fue nada grave. No eran más que algunas historias diarias interesantes sobre los dos niños. Lin Luoqing escuchó con mucha atención como si esto le permitiera no perderse ningún momento en que los niños crecieran.

—El señor está en el estudio.— La tía Zhang le recordó mientras pasaba por el estudio.

Lin Luoqing escuchó esto y la saludó. Luego empujó silenciosamente la puerta del estudio y asomó la cabeza.