YO SOY EL PADRE DEL VILLANO

Capitulo 197

Ji Leyu lo miró. Los ojos de Ji Yuxiao estaban llenos de ternura y amor paternal.

Naturalmente lo entendió, pero solo quería proteger a Ji Yuxiao. ¿Por qué Ji Leyu no pudo proteger a Ji Yuxiao? Tenía su propia fuerza.

Solo esperaba que Ji Yuxiao no tuviera ningún problema. Esperaba que Ji Yuxiao no sufriera daño y que siempre pudiera estar feliz y seguro.

Entonces, ¿Por qué Ji Leyu no pudo protegerlo?

Ya se había protegido. ¿Por qué no podía cambiar para proteger a Ji Yuxiao?

Ji Leyu asintió y accedió obedientemente: —Está bien.

Nunca discutiría con Ji Yuxiao y estaría de acuerdo con cualquier cosa que dijera Ji Yuxiao.

Abría los brazos en lugares que Ji Yuxiao no podía ver, tratando de interceptar el viento y la lluvia que se acercaban para él.

Sus manos aún eran inmaduras y sus hombros no eran lo suficientemente fuertes, pero hizo todo lo posible para abrir las manos para que Ji Yuxiao pudiera soportar un poco más de viento y lluvia.

Se mantuvo firme y nadie pudo sacudirlo, convirtiéndose en el árbol más fuerte en el centro de la tormenta.

Era pequeño pero ni el viento ni la lluvia lo destruirían.

En cuanto a la protección de Ji Yuxiao, Ji Leyu no necesitaba el apoyo o la afirmación de nadie. Él mismo era el partidario más leal.

Nadie pudo detener su determinación de proteger a Ji Yuxiao, incluido Ji Yuxiao.

Ji Leyu abrazó a Ji Yuxiao y se apoyó en sus brazos, con el corazón lleno de dependencia. No quería ser uno de esos niños obstinados. Solo quería proteger a Ji Yuxiao.

No podía perder a Ji Yuxiao, absolutamente no.

Al ver a Ji Leyu apoyándose en sus brazos, Ji Yuxiao lo besó.

—Entonces, ¿Puedes decirme ahora si te sientes incómodo? ¿En qué has estado pensando en los últimos dos días? ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?

—Solo ayúdame a transferirlo—, dijo claramente Ji Leyu.

—¿Eso es todo?

—Sí.— Ji Leyu asintió.

—¿No hay nada más que pueda hacer?

Ji Leyu negó con la cabeza. Una sonrisa brilló en su rostro y dijo: —No me siento incómodo. Mi hermano me convenció y no me siento incómodo.

Ji Yuxiao escuchó sus palabras y se rió.—¿En serio? Entonces tengo que darle las gracias a tu hermano. Gracias a él, fue posible hacerte sentir mejor tan pronto.

Ji Leyu sintió que no había nada de malo en sus palabras. Si Lin Fei no lo hubiera persuadido, Ji Leyu todavía estaría mirando a Fang Xin y dudando si matarlo o no.

La sonrisa en su rostro se hizo más evidente. Ji Yuxiao observó en silencio y su estado de ánimo finalmente mejoró.

Creció con Ji Yuling desde que era un niño y sintió que Ji Yuling era muy buena. Esto le hizo tener una buena impresión de la palabra 'hermano'.

Ahora Ji Leyu tenía un hermano mayor. Este hermano era como el padre de Ji Leyu, cuidando a su hermano menor y acompañándolo durante su infancia y juventud. Esta se convirtió en su dependencia más sólida.

Esto fue bueno. Incluso tuvo suerte.

Fue una bendición para cualquiera conocer a alguien en quien se podía confiar en cualquier momento.