YO SOY EL PADRE DEL VILLANO

Capitulo 169

Lin Fei y Ji Leyu no conocían el asunto que se discutía en el grupo de padres. A los dos no les importó y continuaron preparando sus regalos.

Ji Leyu todavía estaba pintando. Esta vez, finalmente dibujó a Lin Luoqing. Ji Leyu lo dibujó muy en serio. Pensó específicamente en la ropa que Lin Luoqing solía usar en un intento de restaurar a esta persona.

—Mira lo que dibujé.— Ji Leyu felizmente levantó la pintura y se la mostró a Lin Fei. —Este es papá.

... ¡ Realmente no se parece en nada!

Lin Fei dejó escapar un 'oh' para mostrar que entendió.

—También dibujé la ropa que suele usar—, dijo con orgullo Ji Leyu.

—...Oh.

—¿Se ve bien?— Ji Leyu inclinó la cabeza y le preguntó.

Lin Fei, —...

Al final, fue un regalo para Lin Luoqing. En este momento, Ji Leyu no tuvo tiempo de preparar otro. Lin Fei dijo en contra de su voluntad:—Está bien.

Ji Leyu pensó que su pintura era bastante hermosa. Los ojos eran los ojos y la boca era la boca. ¡Fue muy vívido de un vistazo!

Lin Fei no apagó su entusiasmo por la creación y continuó dejándolo jugar.

Lin Luoqing y la maestra Zhang terminaron de ocuparse de los asuntos del grupo de padres y él estaba listo para bañarlos a ambos.

En el momento en que llamó a la puerta y entró, vio a Ji Leyu agarrando apresuradamente un libro para cubrir las cosas de la mesa.

Lin Luoqing, —???

Miró a Ji Leyu con curiosidad. Ji Leyu lo miró con remordimiento de conciencia y dijo dulcemente: —Papá.

Lin Luoqing dejó escapar un 'hmm'. Pensó en cómo Lin Fei estaba sentado junto a Ji Leyu y Ji Leyu no debería estar mirando nada que no se pudiera ver, por lo que no le importó demasiado.

¡Después de todo, Lin Fei era mucho más estricto que él!

Él dijo: —Es hora de tomar un baño.

—Bueno.— Ji Leyu se levantó rápidamente y empujó a Lin Fei a su lado.

Lin Fei se levantó muy rápido esta vez. No había terminado la tarjeta de felicitación y tuvo que esperar para hacerlo en secreto después de bañarse. El tiempo era urgente y no quería desperdiciarlo.

Lin Luoqing no conocía los pensamientos de los dos niños en absoluto. Los ayudó a bañarse y los besó uno por uno. Luego los llevó a sus camas.

—Ustedes dos, jueguen solos. Volveré a mi habitación. —Le frotó contra las mejillas hinchadas de Ji Leyu.

Ji Leyu asintió y lo vio irse. Fue entonces cuando se sintió aliviado. Se levantó de la cama y movió el libro que cubría el cuadro. Continuó admirando su obra maestra.

—Deberías volver.— Lin Fei se acercó a él y dijo.

Ji Leyu lo miró de manera insatisfecha.—¡Después del cumpleaños de papá, tienes que dormir conmigo por un mes!

Lin Fei lo miró en silencio, con los ojos llenos de disgusto. Parecía estar preguntando si Ji Leyu podría incluso dormir solo durante unos días al mes.

Ji Leyu parecía haberlo pensado y se rió alegremente. —Entonces volveré a pintar.

Guardó la pintura y acercó su cabeza a Lin Fei.—Hermano, toca.