YO SOY EL PADRE DEL VILLANO

Capitulo 121

Lin Luoqing prometió a Ji Leyu y Lin Fei que dormirían juntos esta noche. Por lo tanto, planearon ducharse temprano para poder bañar a los dos niños y recogerlos para ir a dormir.

A las 9 en punto, le dijo a Ji Yuxiao:—Primero iré a darme una ducha.

Ji Yuxiao lo vio dejar su teléfono y prepararse para ir al baño. Dudó por un momento antes de decir: —O vamos juntos.

Lin Luoqing se sorprendió.

Se dio la vuelta para mirar a Ji Yuxiao con incredulidad y dijo con incertidumbre: —¿Has pensado en eso?

Esto fue realmente raro. Ji Yuxiao siempre se había negado a dejarle ver las piernas por vergüenza.

Hasta ahora, Lin Luoqing no había visto mucho las piernas de Ji Yuxiao. En primer lugar, Ji Yuxiao se mostró reacio a mostrárselo. En segundo lugar, estuvo con los ojos vendados en la primera mitad de la noche, pero en la segunda mitad, se acostó sobre el cuerpo de Ji Yuxiao casi todo el tiempo. Solo quería ver la cara de Ji Yuxiao y no podía importarle menos mirar sus piernas.

Ji Yuxiao asintió. —Sí.

Lin Luoqing dijo 'Oh' con una expresión tranquila, pero tenía expectativas secretas en su corazón.

Empujó a Ji Yuxiao y entró al baño con él.

Lin Luoqing abrió el grifo y miró a Ji Yuxiao, que todavía estaba sentado en la silla de ruedas y bien vestido.

Tenía miedo de que Ji Yuxiao se avergonzara y se sintiera aún más avergonzado al levantarse. Por lo tanto, primero se quitó la ropa, se sentó en el baño y obedientemente cerró los ojos.

—Adelante.

Ji Yuxiao se divirtió con sus palabras.

Había tomado una decisión y, naturalmente, no se arrepentiría. Aun así, la apariencia de Lin Luoqing lo hizo sentir cálido en su corazón.

'Tan lindo', pensó Ji Yuxiao.

Se desvistió lentamente y se movió a la bañera usando su fuerza.

Entró, por lo que hubo un chapoteo en el agua que fue un poco más fuerte que cuando Lin Luoqing entró.

Al escuchar este sonido, Lin Luoqing instintivamente cerró los ojos con fuerza para no abrirlos por reflejo.

Sabía que Ji Yuxiao ya había entrado, así que preguntó: —¿Puedo abrir los ojos?

—No puedes— bromeó Ji Yuxiao deliberadamente.

Lin Luoqing continuó cerrando los ojos, muy bien educado.

Ji Yuxiao lo vio y quiso vendarle los ojos nuevamente. Ji Yuxiao recordó la forma en que tenía los ojos vendados y cómo sus lágrimas empaparon el satén negro. Sintió picazón en su corazón, lo que provocó que rápidamente dejara escapar una tos baja para no pensar en estas cosas desordenadas.

—Ven aquí— le dijo a Lin Luoqing.

Lin Luoqing escuchó su voz y se movió frente a él con incertidumbre. Después de moverse un par de veces, alguien lo jaló.

Abrió los ojos por reflejo y vio a Ji Yuxiao levantar una ceja. —No dije que pudieras abrir los ojos. ¿Por qué los abriste? No estás siendo obediente.

Lin Luoqing estaba indefenso. Me atrajeron tan repentinamente. Como resultado, estaba naturalmente asustado. ¿Cómo podría no abrir los ojos?

Una vez que terminó de hablar, cerró los ojos obedientemente.