Capitulo XIII

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He trabajado con concentración. No he vuelto a hablar con Adrien, por más inmaduro que sea yo no quería soportar regaños. Ni mi madre me retaba de esa forma.

A tan solo dos canciones de presentar mi álbum a la disquera, me sentía ligera. No sucede en muchos casos. He tomado el trabajo con calma, tranquilidad, paz. Me ha ayudado, ya saben quién. De grabar se habla después.

Aunque Justin me ponga nerviosa —y lo admito—, siento que es necesario tenerlo cerca, ayuda demasiado. Después de lo que me propuso nos besamos; de nuevo. No acepté en todo caso, seguimos actuando normal, no entiendo cómo.

Y pensando en el rey de Roma, acaba de llegar, se dirige hasta mí. Me saluda con un sonoro beso en la mejilla.

— ¿Cómo ha estado mi artista? —mi artista, resonó en mi cabeza.

—Mejor que nunca, estoy terminando ya con todas las canciones. Quizá comience a grabar durante la semana -sonreí.

— ¿Por qué no ahora? Tengo una canción avanzada, pero es solo la parte de un chico. La podríamos terminar juntos y hacer un dueto para el álbum.

Así nos pasamos la tarde, buscando el ritmo y letra para la canción. De lo que menos nos preocupamos fue de un título. Era demasiado obvio que no alcanzaríamos a terminar todo en un día.

(***)

Desperté por el ruido de la puerta. Estos días no me he quedado en la casa de Adrien, sino en la de Justin. Con suerte nos vemos aquí porque viene y va, de un lugar a otro.

Me dirijo al baño, tomo una ducha. Cuando salgo me doy cuenta que no hay toallas.

Maldición, pensé.

Con la ropa que entré y sin ropa interior, mojando la blusa y los shorts, salí. Miré a ambos lados antes de ir hasta la habitación donde he estado durmiendo.

Pero... Por razones de la vida, me tiene que suceder algo vergonzoso, y es que no se puede así. Justin está a dos pasos míos mirándome.

—Te tomas tu libertad ¿eh? —se burla.

—No me mires así —intenté ocultar mis pechos cruzándome de brazos.

—Preciosa, no es lo único que se transluce. Estás empapada —dijo con descaro.

—Entonces, por favor no olvides dejar toallas. Estoy pasando la mayor vergüenza de mi vida, ni siquiera sé por qué sigo de pie aquí —sin más decir me apresuré a llegar al cuarto.

No faltaron los piropos ordinarios de Justin.

Busqué una de las toallas que me traje de casa a la de Adrien, ahora a la de Justin. Me apresuré sintiendo aún el calor inmenso en mis mejillas debido al mal rato.

Cambié mi ropa e incluí las interiores.

Con miedo a críticas y algo de vergüenza pude llegar hasta la cocina. No había nadie, solo frutas y unos waffles. Desayuno.

Comí en mi propio silencio, me había desanimado lo anteriormente ocurrido. Es que ¿a quién no le sucedería? Era como estar desnuda, mas encima estoy de allegada. Debe de pensar lo peor de mí.

Titiritit....

Mi celular suena, me exalto. Veo el registro de llamada, es Adrien. Sé que es hora de dejar la inmadurez de lado para contestarle.

— ¿Realmente eres tú, Amanda? —su voz tiene un toque de extrañado.

—Sí. ¿Pasa algo? —hablo con la boca llena.

—Bien, tengo noticias. Creo que te van a gustar —dejo de comer para escucharlo con más atención—. Quieren una presentación en los teen choice, aparte estás nominada. Necesitas votos, es hora de que utilices tus redes sociales. Quizá no tengas muchos seguidores pero conseguiremos ayuda.

No supe como sentirme al respecto. Primero, felicidad por estar nominada; también por conseguir una presentación en grande. Segundo, mal porque probablemente no gane por cuenta propia. Es decir, tengo unos novecientos mil seguidores en Twitter, aproximadamente ciento cincuenta mil en instagram.

— ¿Categoría y contra quién estoy nominada?

—Mejor canción del momento —suspiró—. Están nominadas: Demi Lovato —me atraganté con el sorbo que tomé de agua—, Katy Perry e Iggy Azalea.

— ¿Estás de broma? ¿Cómo quieren que gane con ellas de competencia? —hice rabieta.

—Espera, tienes otra nominación como mejor artista nuevo. Están Halsey, Shawn Mendes y Jacob Whitesides.

—Pero ellos también son famosos antes que yo. Que nervios, Adrien.

—Tranquila, verás que tendrás éxito en esto. Ahora, los premios son en un mes y medio pero las votaciones comienzan en quince días. Tres días antes del show debes ensayar para la presentación. Cantaras tres canciones, una será lanzada el mismo día; la otra tenemos que publicarla durante el mes y medio de plazo. Amanda el verdadero trabajo comienza ahora.

—Ya, solo me falta una canción para escribir. Quiero que las leas, no sé, te voy tarareando el ritmo. Tú opinas, me dices cuál te parece mejor, la grabamos. Me dices que debo hacer —me ordené con todo al instante.

—Después hablamos de eso, por favor vuelve a casa. Mi esposa te extraña por razón desconocida. Vas a ser un éxito, recuérdalo —y colgó.

Con plena lentitud me levanté, lavé mis dientes, ordené el chiquero que tenía en lo que fue mi habitación por unos días. Será lindo volver a ver a la esposa de Adrien con su gran panza. No puedo esperar a que nazca el bebé, queda tan poco.

Al bajar las escaleras —con mucha dificultad— la puerta principal se abría escandalosamente. No fue muy linda la escena.

Justin se besaba con una morena. Lo peor era que ella lo superaba en altura y eso no se veía nada bien. La opresión en el pecho era inevitable, después de que me ofreció ocultar una relación conmigo. Cuantas veces me besó, me dijo que cuando iba a tener relaciones con una cualquiera no pudo dejar de pensar en mi. Debí estar preparada para esto, sabiendo tantas cosas de internet. Teniendo en cuenta que los hombres es casi imposible que cambien.

Cerraron la puerta.

Llegué hasta la planta baja, no espere a que se dieran cuenta de mi presencia así que salí de ahí sin preámbulos.

Los taxis no eran muy habituales en estas zonas de alto costo. Caminé un par de cuadras hasta que un autobús que se dirigía a mi destino se detuvo.

Hoy sería el día que escribiría mi última canción, y será de desilusión.

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Nos leemos luego. Tengo todo planeado para la novela ❤️❤️❤️❤️.

Los amo.

I can see the storm © j.b.Kde žijí příběhy. Začni objevovat