Capitulo XLVII

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Habíamos pasado el show más dramático. En medio de todo me comenzaron a gritar el nombre de Justin llamándolo. Me avergoncé porque ya se habían dado cuenta de que aquella canción —la que escribí hace unos días— era para él.

Aclaré de que seguía en el hotel y no pudo asistir al concierto de esa noche, que estuvieran tranquilos que era solo una cuestión de seguridad y que su estado de salud estaba bien.

En estos instantes estoy encerrada en mi habitación, no se me permite estar cerca de Justin por lo menos hasta que los rumores se calmen. Los fans encontraron la estrategia de poder conocerme ya que los meet&great se agotaban fácilmente, ellos reservaban unas semanas antes habitaciones en el lugar. Estar en los hoteles ya no era tan seguro como las primeras semanas de gira, menos aquí en Canadá que han podido conseguir habitaciones, cosa que no sucedía mucho en Estados Unidos por la cantidad de turistas que tenía. Ya no puedo ir a Justin, abrazarle o besarle. Llevo dos días aquí porque Quebec queda a una media hora y el perfomance es mañana, así que viajaremos durante la madrugada para ir directo a Toronto en el bus tour que han trasladado antes de que entremos al país para instalar el escenario en la arena de hace dos noches.

En Toronto está la familia de Justin y tengo miedo de que me presente como su novia inmediatamente, ellos quizá tienen una mala impresión mía por las primeras noticias que salieron. Aunque ellos invadieron mi privacidad porque en ninguna de aquellas fotos tomadas yo estaba en público.

—Es hora de salir a cenar —me avisa  Adrien, quién me ha tenido un poquito abandonada porque ha viajado a ver a su esposa y al bebé. Le entiendo, yo ya soy grande y no soy la única en el equipo, entre cada miembro nos ayudamos con la organización. Murmullo un no—. Él estará allí, es tu oportunidad para verlo porque Irán diferente buses.

¿Qué? Pensé de inmediato, al parecer querían alejarnos más de lo que estamos. En la cena, tal vez, nos dejen sentarnos juntos, hablaremos y disimulares besos o caricias. Podremos estar juntos una o dos horas antes de que nos manden a las habitaciones. Ya me empiezan a tratar como niña pequeña, me están poco a poco controlando, controlando los hechos y prohibiéndome salir a saludar. Me estoy hartando.

Bajo por el ascensor bufando, mi ceño probablemente está fruncido y mis labios forman un puchero. Alguien para el ascensor dos pisos más abajo y ahí lo veo. Es él y me está sonriendo, yo le sonríe torpemente. Le he extrañado tanto que las puertas se cierran y yo le abrazó asfixiándolo.

—Te extrañé estos dos días, es horrible, pareciera que estuviéramos en una cárcel —lo beso con pasión, con mi anhelo de tocarlo, de rozar nuestros labios.

—Fue mi culpa, por mi culpa nos separaron y nos dejaran así hasta que nos reunamos con mi familia porque allí es el lugar donde me conocen y nadie es chismoso allí, podremos ir allí sin molestias ni guardaespaldas, tampoco quiero que vaya parte de tu equipo. Quiero que sea más cercana la cena —me susurra antes de que se abran las puertas—. Ahora, a seguir actuando contra el mundo. 

Sin hablar nos dirigimos a la mesa donde gran parte del grupo estaba. Justo nos dejaron los asientos uno al lado del otro. Sonreímos fingidamente porque seguíamos con rabia por lo que nos estaban haciendo. Saludamos y pedimos.

Quería salir, poder cumplir con la cena que mi novio me tenía preparada para el primer día, algo que no se llevó a cabo por la polémica del mismo día, imagínense después.

Durante la comida nos dimos cucharadas de sopa que era el plato de entrada, intercambiamos el postre y nos limpiamos con beso húmedos que el equipo asqueaba tanto con gesto como con ruidos.

     (***)

Me dejaron descansar un par de horas y a las cuatro de la mañana me despertaron para subir al bus tour, allí no dejé de pensar en la familia de Justin. En sus caras, si daban la impresión de ser amargados o buenas personas pero no me gusta juzgar por apariencia, solo que necesito distracción y mi única distracción viene en otro carro, detrás de mí.

Tomo mi guitarra jugando con los acordes, haciendo una melodía y me impresiono por lo rápido que pude dominar el instrumento. Muchas veces en mi vida quise tocar uno pero ya saben, mi madre estaba un poco loca con mi tema.

Estamos en tres horas llegando a Toronto que es la capital de Ontario, Justin me comentó por mensaje de texto que sus abuelos viven a una hora y media del lugar, había un carro que nos llevaría hasta allí y que están ansiosos por conocerme.

Dejo el móvil del lado para detallar la letra de la canción, luego haré el resto, tengo muchas horas de viaje que gastar en esta canción.

(***)

El concierto fue bueno, como el resto. Cada uno tiene algo especial y esta noche lo era porque cuando terminé de cantar, me despedí con un beso, salí del escenario y mi ojimiel tiró de mi brazo corriendo a subirnos al carro que arrendó para la ocasión. Dormimos durante el viaje y el chofer nos avisó que llegamos. De inmediato intente arreglar mi cara de recién levantada y mis cabellos alborotados.

Los abuelos de Justin nos sonreían desde la puerta y un escalofrío recorrió mi espina dorsal por los nervios. Mi novio apretó mi mano dándome su confortación. Él parecía seguro de que les agradaría.

Dimos pasos lentos pero el hombre no pudo aguantar, se acercó de forma amorosa a nosotros, dándole a su nieto un gran abrazo que duró unos minutos. El anciano soltó algunas lágrimas mientras Justin le decía que le quería. Me emocionó ese momento.

Luego se acercó a mí.

—Tu debes ser la famosa Amanda, no sabes cuantas maravillas habla Justin de ti —me hace sonrojar—. Ven aquí, bienvenida a la familia —me abraza.

******
No estaba segura de subirles este capítulo que lo tengo listo desde el domingo, véanme aquí subiéndolo ajajaj.

Actualizaré pronto, eso creo, estoy teniendo pocas pruebas perooooo entra toda la materia desde que entré a clases ughhh

LOS AMOOO

XOXO

I can see the storm © j.b.जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें