Capitulo LXVIII

855 62 0
                                    

Estados Unidos; hogar, paz, descanso. Fuera cámaras –mis planes son no salir de casa en un buen tiempo–, no más fotos... Es lo único que pasa por mi cabeza. Ya mañana partimos, cada uno se irá por su cuenta al llegar a Atlanta.

Tengo miedo de encontrarlo allí, no he sabido nada de él desde que lo bloqueé de todas partes. Me falta para superarlo, tampoco estoy preparada para volver a verlo.

Mica me sirve de gran ayuda; me distrae y salimos a pasear. Una de las razones por las que estoy aburrida de las cámaras es por eso, un pie mío sale del hotel y nos siguen hasta si tengo que ir al baño de un club nocturno. La gente me para en medio de la calle y hace muy poco tiempo lo disfrutaba con mi vida. Tal vez estar en medio de problemas amorosos afecta mi trato con el resto.

Dejo los pensamientos de lado y me concentro en el despegue del avión. Veo la ciudad alejarse dando paso a las nubes con un fondo de infinitos colores. Es una de las cosas que más disfruto de viaje junto con recorrer y conocer lo que más pueda.

(***)

Mi celular no para de sonar e interrumpe mi sueño de camino a casa. En Atlanta hay lluvia de verano. Contesto sin revisar el registro.

—Amy —solloza alguien de la otra línea.

— ¿Con quién hablo? —Hablo confundida, aún no despierto del todo.

—Que rápido olvidas —suelta una risa amarga y algo se activa en mi mente—. Pensé que nunca contestarías pero creo que me dañas más haciéndolo.

—Justin ¿de quién es este número? —Pregunto confundiendo más.

—Estoy en una cabina pública, le puse bastante dinero como para que la llamada dure, hay un montón de gente afuera intentando oír algo de esta conversación pero, sinceramente, me da lo mismo. Quiero y necesito hablar contigo. Te extraño. —Ahora soy yo la que ríe amargo.

Él fue quien me dejó, quien me ignoró ¿y viene a decir que me extraña? Que hipócrita, aunque debo admitir que su llamada me está haciendo ilusión.

Su voz quebrada hace que recuerde las veces que lo consolé luego de algún problema. Me lo imagino ahí, desesperado por tanta gente rodeándolo, aguantando las lágrimas que se acumulan en sus ojos. Y por un momento me da pena, luego recuerdo lo que hizo y siento lástima por su insignificante intenta de volver a tenerme.

—Hablarme por aquí es estúpido, Justin. ¿Cómo te puedo creer? Dejaste un concierto por ir con prostitutas, era un día importante y se supone, por lo que me comentaron, que estabas ahí para celebrar conmigo. No vengas con que me extrañas porque se te acabaron las mujeres o te aburriste de eso, siendo que pasará un tiempo más y volverás a tus andanzas. Yo no estoy para juegos, te quiero, maldición, te quiero con todo mi puto corazón y cuando intento y avanzo en tu olvido, llegas y llamas diciendo que me quieres —lloro. Soy la persona más frágil en el mundo en este instante.

—Amanda, yo te amo, lo sabes. Nadie puede decir que lo que siento es mentira pero si hubieran testigos no dudaría en buscarlos y que te hagan abrir los ojos. Scooter me ha repetido tantas veces que me aleje de ti definitivamente, pero es imposible. Mi corazón está donde está el tuyo. Somos uno solo, estamos juntos en esta tormenta ¿lo recuerdas? —El nudo en mi garganta me impide hablar.

—Déjame, Justin. Si me amas como dices, déjame. Intenté que estuviéramos juntos durante la tormenta pero tú, no lo permitiste —corto.

Mica me abraza y yo la recibo apretándola contra mi cuerpo. Justin me hace mal, él mismo lo dijo desde un principio pero yo sigo a mi corazón, él deja su trabaja como prioridad. Le echó la culpa a Scooter siendo que él fue una de las personas que modificó el contrato para que estuviéramos juntos en forma privada. Por un lado le creo y el otro es el que me dice que si desea mi confianza, debe ganársela. Entonces si me ama, debe demostrarlo con actos.

En poco tiempo termina el contrato, es decir puede empezar a reconquistarme –aunque ya estoy enamorada con mi alma– y apenas termine el contrato volveremos ¿o estoy ilusionándome demasiado?

(***)

Llego a casa. Estoy sola y se siente mal. Debí aceptar la oferta de Mica y que se quedara un par de días conmigo, ella es buena conmigo.

Subo la escalera y me tumbo en la cama que da vista a las estrellas con su techo de vidrio transparente. Es una de mis habitaciones favoritas, por eso he escogido este lugar para vivir en un largo tiempo. Comienzo a contar las que me permite el tramo, son interminables a pesar de que sea poco espacio. La única vez que estuve aquí con Justin, fue un día después de que me dijeron que se venía para Atlanta por mi, le conté mis secretos mientras su mirada se perdía en el cielo. Sonreí como loca enamorada esa noche, dormimos en esta habitación abrazados, éramos indestructibles, inseparables, irremplazables. Solo que él reemplaza rápido, aunque lo haya prometido.

Tengo ganas de ir hasta su casa, darle un beso, aunque sea de despedida. Decirle que fue su decisión pero ambos nos dimos cuenta que somos insanos para el otro. Recordarle que si quiere volver, lo haga sin mentiras. Ya derrotamos una barrera que nos impedía estar juntos y muchos obstáculos estarían en nuestro camino, lo sabíamos y yo estaba totalmente dispuesta a pasar cada circuito, sin embargo, era una en una relación de dos.

Su llamada me hizo mal porque pienso en el ojimiel hasta quedarme dormida, con lagrimas secándose en mis mejillas. Estoy cansada de ser yo la que sufra, y hoy, a pesar de que su voz se iba cuando hablaba, sigo sintiendo que soy la que está siendo afectada. Él tiene solución a cualquier cosa, y la de evitarme fue irse a acostarse con cualquiera dañándome cada segundo.

*********

No pude notas anteriormente porque no me sentía de ánimos y el colegio estuvo bastante pesado.

Lamento informar que la novela debería estar terminando la otra semana y la segunda temporada quizá la cancele, aunque igual tengo demasiadas ideas para ella.

Pasense por el resto de mis obras si se les apetece.

XOXO

Los amooo

I can see the storm © j.b.Where stories live. Discover now