I can see the storm © j.b.

Capitulo XLII

Mi madre me estuvo acompañando todo el día hasta que ambas debíamos irnos a nuestros respectivos hoteles. Le dije que viniera a quedarse donde me estaba hospedando pero respondió con que ella debía recuperar mi confianza en su totalidad para darse ese placer. La entendí por un lado.

Nadie me habló durante el día porque seguía insegura del trato que querían llevar a cabo, también tuve muy poco tiempo. Justin ni me había buscado, mi vista lo buscó varias veces y no lo encontraba. Quizá había salido o algo.

Salí del bus tour estacionado en el estadio y gritos eufóricos se escucharon al instante. Miré a la reja y allí estaban chicas de uno o dos allá menor que yo. Les sonreí y saludé con la mano, me estaba prohibido ir sin guardias donde los fans.

Llamé a uno de los grandulones del recinto, ellos igual estaban encargados de mi seguridad. Me acerqué, los gritos aumentaron y el guardia se puso delante mío defendiéndome.

—Chicos —alcé la voz—, si quieren que me acerqué deben calmarse o tendré que volver sin poder hablar un rato con ustedes.

El sonido fue un poco más pacífico pero muy poco, aún el guardia me impedía acercarme. Me llevó hasta la entrada del recinto. Esta es la primera desilusión que se llevarán de mi parte.

Cabizbaja salgo por la puerta de mi camerino. Empezará en unos minutos la prueba de sonido pero mis ánimos se fueron por la borda.

Choco con un cuerpo delgado pero duro. Mis ojos siguen dirigiéndose al suelo, quiero evitarlo pero su perfume y las ganas de abrazarlo son mayores. Respiro fuerte y él en ese instante se da cuenta que tiene que tomar la iniciativa. Así con ambas manos posadas en mis mejillas las sube hasta que nuestras miradas se conectan. Siento temblar las piernas como la primera vez que sentí algo por él. Justin llevaba grandes bolsas debajo de los ojos, parecía deprimido.

—No es fácil —susurró con la voz quebrada, mis ojos se aguaron al instante.

—Lo sé —mi tono era tan bajo que fue más un murmuró.

—Nadie me entiende realmente, pensé que tú lo harías —una lágrima cayó por su mejilla llegando a su labio—. Es un beneficio para ti, Amy. Yo tengo la mala reputación aquí, soy el drogadicto y problemático mientras tú eres la niña inocente y buena que es víctima de los fotógrafos, a ti te perdonan todo; esto afectará en nada contigo. A mí puedes olvidarme porque, cariño, te quiero y cuando yo quiero a alguien hago lo que sea para que pueda ser feliz.

—No es eso, Justin —digo entre sollozos—. Es que, te estoy entendiendo tanto con lo de la prensa. Pelear es una mala opción para ambos. Nadie ve tu cambio excepto la gente que te conoce y tus fans, que aunque sean muchos, no es la población completa. Yo quiero que el mundo sepa la verdadera persona que eres, lo que haces y con la pasión que llevas aquí dentro —coloco mis manos en su pecho sintiendo el latido de su corazón en aumento.

— ¿Sabes qué prácticamente quedaré en la calle si rompemos ese contrato? Ni siquiera para estudiar algo me alcanzaría —su llanto era notorio, su cara estaba roja e hinchada.

—Lo haré si me prometes que no me dejarás, por lo menos hasta que la llame se apagué —reí ante mí estúpido comentario al final.

—Nunca dejaré ir a algo o alguien que quiero con mi corazón —sellamos el pacto con un beso.

Sonará un poco exagerado pero extrañé ese tacto, sus labios jugando con los míos, su lengua intentando explorarme, sus manos acariciando mis mejillas o masaje ando mi cintura mientas profundizamos el beso. Todo de él me encantaba, sabía muy bien lo que yo quería; me enamoré de este chico. Aquel que en un momento intentó protegerme haciéndome daño a la vez y yo le perdoné porque me puse en sus zapatos. Aquel que poco a poco va dejando lo malo y siento desde adentro que yo he ayudado. Lo amo pero sé que Justin aún no me ama a mi, sin embargo, sé que puede hacerlo y cuando se sienta preparado me lo dirá porque es una persona que intenta ser transparente y a la vez intenta ocultar lo malo de su ser en público por miedo. También lo hago. Somos humanos y el resto no puede ver eso, se sega con lo que sale en cámara, se guía por rumores y lo dejan; criticando e insultando.

—Basta de llanto —dije con una risa débil—. Tengo un ensayo antes del show y nadie puede verme así.

—Te quiero —me robó un pico—. Suerte, hermosura.

Caminé sonriente nuevamente al camerino. Mis mejillas estaban sonrosadas y mi ojos inyectados en sangre, reí por lo tonta que me veía.

Busqué algo de maquillaje en la mesa donde se encuentra este. Tapé lo que más pude, delineador, máscara de pestañas y un poco de brillo que Justin había sacado al besarme.

Sin convencerme en su totalidad, acepté porque lo amo tanto que mi corazón se rompe al verlo de manera vulnerable, hace minutos estuvo así. Mi corazón está lleno por él. Empieza a ser mi todo y tengo miedo de eso ¿seré su todo algún día?

Vuelvo a salir con la frente en alto. Dejó de pensar en los problemas personales que estoy teniendo.

Subo al escenario mientras en Dj hace unas mezclas para los entretiempos donde me cambio de vestuario.

—Leighton se ha accidentado —me avisa Adrien.

— ¡¿Qué?! ¿Está bien? —me preocupo.

—Si, ella está en el hospital ahora, tiene una fractura en el hombro por lo que le impide poder hacer su show que era acústico. Justin se ha ofrecido a reemplazarle por hoy —suspiro con pesadez, no me molesta pero se me hará mucho más difícil mostrarme indiferente frente a las cámaras.

—Por mí está bien —me encojo de hombros, lo más probable es que mi manager no sepa que nos hemos arreglado.

—Quiero que te concentres en esto, la gente te ama, enfócate y deja un rato el amor de lado —me aconseja.

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LES JURO QUE NO SÉ QUE SUCEDIÓ.

El capítulo estuvo listo el lunes pero parece que olvidé subirlo ajajajaj.

Nos leemos en unas horas o el lunes. Who knows

XOXO