I can see the storm © j.b.

Capitulo XLIX

La cena fue agradable como la conversación, fue muy fluido e intentaron mantener intacta nuestra relación.

Cuando terminamos todos me ofrecí a ayudar a Pattie a lavar lo que ensuciamos entre los presentes. Ella secaba un rato mientras yo lavaba, como eran bastantes cosas íbamos turnando la tarea.

—Amy, realmente quiero hablar contigo sobre mi hijo —me tocó el hombro con su pequeña mano, yo sólo atiné a asentir—. Justin ha pasado tantos momentos difíciles, que no sé por dónde empezar.

—Lo sé, y realmente quiero conocer la verdadera historia porque hay veces que está mal pero no sé de qué manera ayudarlo. Él nunca quiere hablar de ello —dije repitiendo su acción sentándose en la barra.

—Justin desde muy pequeño entró en esto de la música, nadie pensó que iba a sucederle lo que le pasó. Justo a él, un adolescente apenas. La gente lo arruinó sin razones, Amy —me toma de la mano pero soy yo la que le da un apretón reconfortante.— Hace dos años terminó con su novia, quién fue uno de los pocos pilares que lo mantenían, yo siempre estuve ahí hasta que ellos comenzaron a vivir juntos y nos fuimos distanciando.

<Justin empezó a comportarse mal en frente de las cámaras cuando todo acabó, lo seguían con mucha más intensidad de lo que estaba acostumbrado, ya ni le daban ganas de salir de casa.

El día siguiente que terminó con la chica, todo empeoró. Él programó un viaje con sus amigos a México, allí le tomaron fotografías fumando, yo no supe lo que era aparte de las suposiciones que decía aquella página, TMZ creo que era el nombre. Alarmada llamé a Justin ese día pero desvió cada llamada que le hice durante el día, aunque ya habían saludo fotos de él paseando por bares lujosos en la ciudad. Fue por una noche y había vuelto. Decidí visitarlo ese día y me encontré con algo terrible, había botellas de alcohol por alrededor de la casa, ropa de mujeres en suelo y la marihuana se olía desde el portón. Busqué a mi hijo y fue un poco complicado encontrarlo ya que yo no había ido antes a esa casa, era grande. Casi un desperdicio de dinero.

Él dormía en la ducha del baño, con una mujer de senos grandes y culo operado, me dio repugnancia ver a mi hijo así.

En su cama había otra prostituta, pero esta estaba durmiendo sola.

Baje las escaleras encontrándome con un desconocido. Uno de los mismos que aparecía en las fotos de México. Me miró asustado.

— ¿Quién eres tú? —me dijo de lo más confiado.

—Soy la madre de Justin, y espero que hayas sido tú el que trajo a esas mujerzuelas que están arriba —mi miraba irradiaba desprecio, algo que era difícil de encontrar en mi.

El chico se fue, echando a el resto de gente que se encontraba allí, mi hijo aún seguía dormido en el mismo lugar y por un momento me asuste. Mis ganas de llorar eran interminables, pero en ese momento, lo único que podía pensar era en ayudarlo y con mis lágrimas sería difícil.>

—Oh Dios mío, Pattie —llevé mis manos a mi cara. Era imposible imaginar una historia así, quizá pasaba pero jamás se me cruzó por la mente aquello—. Debe haber sido terrible —sentí como mis ojos punzaban en sus esquinas.

—Eso no es todo —suspiró—. Le llamé tanto la atención durante una semana, donde, a mi parecer, se había calmado ese alboroto. Pero era una farsa, Justin estaba esperando a que yo dejara de preocuparme, después de eso, siguió bebiendo día a día e incluso cuando su gira por Europa comenzó; apareció borracho en público, atrasó conciertos por estar con gente que le hacía daño. Tuve que hablar con su, ahora ex novia para que intentara hacerlo entrar en razón y lo hizo hasta la segunda etapa por el otro continente. Ahí él golpeaba a esas asquerosas personas que lo perseguían e incluso, perdió los estribos con uno. La borrachera pasó pero fue porque encontró otra sustancia en la que se refugió, drogas. Sizzrup y Marihuana, para Justin fue la mezcla perfecta.

—Conozco aquello de nombre raro —la interrumpo—. Estaré al pendiente de ello, porque no fue hace mucho que me invitó a una de sus fiestas y había de eso, por accidente bebí pensando que era bebida. Tuve que hacerme un lavado al día siguiente, es muy fuerte y creo que hasta peligroso.

—Amy, ayúdalo —sus lágrimas ya son notorias—. Se ve más feliz a tu lado, si pelean, no dejes que les afecte. Puede a volver a caer muy rápido —sus palabras salen entre sollozos poco audibles—. Él intentó suicidarse, yo no sé lo impedí porque me encontraba ausente pero cuando me contaron, lo único que quise fue morir.

Eso me hizo colapsar, lágrimas silenciosas cayeron por mis mejillas. El nudo en mi garganta era insoportable, mis oídos se inundaron de silbidos imaginarios creados por mi mente.

Mi amor, el chico que me saca muchas sonrisas, al que ya ni puedo pensar en dejar de verlo todos los días se intentó suicidar.

—Haré lo que sea para hacerlo feliz —prometí—. Si tengo que llegar a Marte por él, lo haré. Es la promesa que te hago, porque si te digo "por siempre estaré junto a él" será al aire, porque aunque lo ame; aunque aún no compartimos esas dos palabras; el destino está fuera de mi alcance, y si alguna vez nos llegamos a separar con tu hijo, tenga por seguro, que la causa más fea por la que haya sido, yo seguiré bajando las estrella por Justin. Él se merece el universo, nadie puede conocerlo como desean y tengo la oportunidad de hacerlo, llegar al fondo de su corazón para sanarlo, curarle las heridas que un pasado oscuro las abre con una vuelta atrás.

—Te bendigo, Amy —habla mirándome con admiración—. Eres el ángel que faltaba en la vida de mi pequeño. Gracias por estar aquí, junto a él.

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Antes de que comiencen a hablar de las porquerías que puede decir el capítulo que NO SON CIERTAS; TODO ESTO ES PRODUCTO DE MI IMAGINACIÓN, solo algunos sucesos que pasaron a vista de todos quizá son reales.

ACTUALIZARÉ CASI DURANTE TODA LA SEMANA.
LOF YU

XOXO