Capitulo XXIV

1.6K 83 0
                                    

                  

Me es imposible evitarlo, trabaja conmigo y nos vemos a diario.

Estamos teniendo ensayos desde hace dos semanas —el tiempo en que nos llevamos ignorando—, me estoy preparando para cualquier cosa que venga en mi camino.

Tendré un par de conciertos junto a otros artistas que recién comienzan. Estoy emocionada, quiero tener una amiga en esto, necesito a alguien quién contarles mis secretos. A veces me siento más sola de lo que estoy, pero no me deprimo.

En este instante voy camino al centro comercial. Hay mucha gente saliendo y entrando de este. Nunca había venido al de Beverly Hills, solo los típicos que están en el centro de Los Ángeles. Mucho lujo para mí venir hasta aquí.

—Bueno Amanda, elige lo que quieras, pago yo —Adrien me entrega una tarjeta—. Tiene unos ochocientos dólares que es lo que te puedo dar de las ganancias por ahora, aún tenemos que ver otros gastos y tengo una noticia para ti. Te la daré en un par de días, te vengo a buscar en este mismo lugar en dos horas. La reunión es en el tercer piso, si te aburres también puedes esperarme ahí fuera.

—Adiós, nos vemos —sonreí—. Gracias por el dinero.

—Es todo tuyo, cariño —me besó en la frente y se fue.

¿Por dónde empezar?

Un móvil nuevo, pensé.

Tengo ochocientos dólares en mi poder, no creo que un móvil cueste lo que llevo en el bolsillo.

Entro a una de estas tiendas de Apple para buscar uno bueno y lindo que no se quede pegado cada cinco segundos como el mío. 6s es perfecto para mis ojos, diosito santo esta es la perfección en un objeto. Lo tomo en mis manos, fijo mis ojos en el precio. Seiscientos cuarenta y nueve dólares. Me duele el estomago al saber que un móvil cuesta eso cuando el mío lo compré a unos cien dólares. Pobre se nace.

Lo pienso un poco, tengo diecisiete años por lo cual no podré sacar un plan de telefonía móvil.

— ¿Qué haces aquí? —donde voy me lo encuentro.

—Justin —me giro para quedar frente a frente a él—. Estoy en una tienda de móviles ¿qué otra cosa podría estar haciendo aquí?

—No sólo venden eso, tonta —me insulta sarcásticamente—. Lo que menos te recomiendo es que te compres uno de 16GB, esas cosas por el mínimo detalle ya no tienes memorias. —Bueno, yo quiero ese y me lo voy a comprar —en realidad lo hago porque el dinero no me alcanza.

—Vamos, sé que los primeros sueldos son un infierno porque hay otras que hacer que andar haciéndose gustos. Yo te pago el resto de lo que te falta —rodé los ojos.

—Estúpido ¿por qué pagarías algo por mí? —alcé un poco la voz.

—Tómalo como una disculpa por lo hace días —sonrío corriendo su mirada a un costado donde varias personas nos observaban.

—Cállate, hablaremos de eso después —me giré dándole la espalda—, y acepto a oferta.

Luego de ese espectáculo que montamos, estuvimos juntos hasta que Adrien fue por mí. Qué les voy a decir, me dio mucha pena que no lo dejaran en paz. Otra cosa es que me siento totalmente infantil con mi nuevo móvil, es como si me hubiesen dejado ir a un concierto que siempre esperé. Y aunque no sé cómo se utiliza bien, ya he descargado varias aplicaciones para entretenerme.

— ¿Qué más aparte de eso te has comprado? —pregunta Adrien.

—Algo de ropa y una funda para el móvil, necesitaba uno nuevo, de verdad —sonreí mostrándole la funda.

—Creo que no te alcanzaba para comprarlo ¿cierto? —me descubrió.

—Me he encontrado con Justin y le he pedido prestado algo de dinero ¿está bien? —dije encogiéndome de hombros.

—Está bien, pero por favor tienes que devolvérselo luego —asiento con la cabeza.

Reviso cada red social, y como me lo esperaba... No han demorado ni una hora en subir fotos de Justin y yo en el centro comercial. Me llegan muchas notificaciones en mis fotos de instagram donde lo etiquetan, menciones en Twitter donde dicen que seríamos la pareja perfecta y eso me ilusiona. Sé que Justin siente una atracción hacía mí, como me lo dijo hace un par de meses, pero yo estoy sintiendo más que eso. No debería, pero mi corazón dice una cosa que es inevitable y mi cerebro solo quiere que me aleje, también es imposible seguir a mi cerebro porque es parte de mi equipo. Somos compañeros de trabajo. Salimos, nos robamos besos a escondidas. Esas cosas no la hacemos porque nada, hay una razón inconclusa detrás de nuestros actos.

Sigo con mi trabajo en redes sociales hasta que me encuentro con un Twitter de noticias de Justin, y de curiosa entró en el perfil. Justin y yo es lo principal pero bajo y bajó hasta que me encuentro con algo que no le gusta a mis ojos, cerebro ni corazón.

Esta con su ex novia, tomados de la mano. Sigo bajando, están abrazados. Otra foto más, casi besándose. Paro, ya no quiero seguir viendo esto.

Aparto la mirada del móvil a la ventana para que mi acompañante tampoco me vea. Tengo ganas de llorar, de que me explique. Tal vez la explicación es injusta porque somos nada. Solo dos adolescentes que están confundidos.

Soy mala fingiendo con estas cosas, porque cuando bajo del vehículo salgo corriendo a encerrarme en mi habitación. En estos momentos me dan ganas de vivir sola, tener un departamento o una casa donde nadie me moleste.

Escucho los golpes y súplicas de parte de mi manager a través de la puerta. Grito un "déjame sola, por favor" junto a algunos sollozos.

Luego de unos minutos dejan de insistir.

Ahogo un grito en la almohada. Nadie me había hecho sentir así, ni siquiera después que me dejo el único novio que he tenido.

Mi mente procesa cada beso que me di con Justin, cada uno era diferente y cada vez me gustaban más.

Me volví adicta a él, cuando me advirtieron que debía mantener la relación de trabajo o caería.

****

HOLAAAA, volví. Leí mucho estos días, así que ahora vengo con la imaginación por las nubes.

La novela tiene el numero de capítulos listos.

Hope you like it!!!

LOS AMOO

I can see the storm © j.b.Where stories live. Discover now