Capitulo XLIII

1.1K 65 1
                                    

Esto de estar yendo de un estado a otro y luego volver al mismo me estaba cansando. Los fans eran lo mejor que me podía pasar y hacerlos feliz me hacía sentir bien espiritualmente. Las cosas con Justin han mejorado tanto como empeorado. Pelear frente a las cámaras cada cierto tiempo nos hacía alejarnos pero luego nos reconciliábamos a besos y películas que me relajaban.

Estamos en el estado de Tennessee en Memphis, llevo al menos media hora arreglándome para el meet And great donde los chicos que asistían me pedían hacer diferentes poses que deseaban, me he sentido como un maniquí en algunas ocasiones.

Camino al lugar donde está la bambalina con mi nombre, mi firma y la imagen del disco. Conversó un rato con el fotógrafo que es diferente en todas las ciudades, doy un par de vueltas en el lugar entonces los murmullos se hacen cada vez más cercanos. Sonrío sinceramente, hoy ha sido y seguirá siendo un buen día.

Pasan primero las fotos grupales que son chicas que han ganado concursos. Allí veo chicas llorando y me emociono también pero una de las reglas que me han puesto es saber diferenciar el trabajo con los sentimientos, al menos en el horario de m&g. Es algo cruel porque yo igual tuve el sueño de conocer a alguno de mis ídolos —y aunque ya lo hice— si hubiese sido en otra circunstancia, estaría llorando. Ellos —los fans— se les tiene prohibido llorar o escandalizarse cuando me ven o quedan sin foto. La vida es injusta.

—Oh Dios mío —una pequeña niña entra saltando—. Mamá ¡es ella!

Me fijo en una mujer de veinticinco o veintiséis años que va de la mano con la niña.

— ¡Hola, preciosa! —me agacho para quedar a su altura, sus ojitos se arrugan con la nariz soltando un sollozo—. Pequeña, está bien —la abrazo.

—Chrissy, compórtate —le dice la mamá—. No querrás salir en la foto así de feo ¿cierto?

Me impactan sus palabras pero veo como la niña de nombre Chrissy levanta la cara sonríe y limpia sus lágrimas.

— ¿Mi cabellos está bien, mami?

—Si cariño, ahora me presento —sonríe ante mi—. Soy Isabella y ella es mi pequeña hija, Chrissy. No sabes cuán ansiosa estuvo por este momento —ambas reímos.

—Es bueno ver cómo las madres hacen estas cosas por sus hijos —tomó a su hija en mis brazos levantándola—. ¿Qué asientos tienes, pequeña?

Quiero saber, porque me preocupa la seguridad que le pueden dar en algunos sectores de la arena. Los fans más grandes pueden llegar a ser brutos.

—Fila diez en el sector A —es buen lugar pero insisto, la gente no mide su fuerza menos cuando presencia un espectáculo.

—Oh, eso es muy bueno —le digo sonriente—, pero allí se te hará difícil verme con esa estatura —juego con su cabello—. Tengo una sorpresa.

La dejo en el suelo y corre donde su madre. Hablo con uno de los guardias que vigilan la salida del lugar para que llamen a Adrien que está con el resto de chicas en el banquete. Llega unos minutos tarde y le pregunto si hay asientos disponibles en fila uno o dos, que ha surgido un problema. Le cuento la historia de la pequeña y él me dice que puede hacer algo por ella.

— ¡He vuelto! —Mi felicidad es notable, logré mi objetivo e incluso, mucho más que eso—. Aquí tengo dos pases que es de entrada y salida cuando ustedes quieran, con estos puedes estar detrás bambalinas o delante de las rejas de primera fila para presenciar el show. Casi nunca me dejan hacer esto porque arriesgo la seguridad de mi equipo y la mía pero esta pequeña puede correr peligro con la multitud. Espero que disfruten este beneficio.

—No es necesario —Isabella me toca el hombro—, de todas maneras muchas gracias por esto y su preocupación.

—No acepto un no por respuesta —frunzo el ceño—. Aquí la que decide es Chrissy —miro a la última nombrada que asiente mostrándome sus caídos dientes.

—Ahora, la foto porque queda gente allí fuera y nadie quiere que el espectáculo se atrase —cargo nuevamente a la niña y acerco a su madre a mi lado. Las tres sonreímos hasta que el flash sale de la cámara.

Me despido con un "nos vemos luego".

El resto de chicas entra una por una. Veo la hora en mi móvil asegurándome que estoy bien con el tiempo, perdí demasiado haciendo los trámites para la pequeña Chrissy, esa niña se ganó mi corazón en cosa de minutos.

Entra el grupo de chicos y me da algo de miedo por sus piropos algo inapropiados. Los guardias le advierten al grupo que si siguen diciendo ese tipo de cosas se verán obligados a abandonar el meet And great; me río cuando veo sus caras de asustados.

Van uno por uno posando. Me piden que ponga mis dedos entre nuestros labios casi juntándolos para que se vea como un beso y aceptó insegura. Inmediatamente toman al chico de los hombros alejándolo de mi.

—Aún no hemos tomado la foto —hablo con tono defensivo—. Yo acepté lo que me pidió, dejen de ser tan crueles.

—Tenemos órdenes, señorita Sawyer. Nuestro deber es cumplirlas —responde con su voz rasposa.

—Pues yo digo que quiero tomarme una foto con este chico de aquí y lo haré. Si hay una próxima vez donde me escuchen aceptar y se acerquen, hablaré con el encargado —estoy furiosa y odio que me digan qué hacer.

Mi fan se acerca nuevamente algo intimidado por el reciente suceso, le abrazo y le digo que deje de preocuparse. Vuelvo a posicionar mis dedos entre nuestros labios esperando que tomen la foto rápido porque por cada segundo que pasa me estoy atrasando para salir al escenario.

(***)

Una vez terminada mi sesión con los fans corro hacia mi camerino pero alguien me impide entrar.

— ¿Por qué has besado a ese chico? —Justin está demasiado cerca, su aliento choca en mi cara cuando habla.

—No ha sido un beso, ahora sí me permites debo irme a cambiar antes de que el Dj comience con mi introducción —le robo un corto beso y siento una pizca de alcohol en mis labios.

Ha bebido.

****

Si no actualizo el lunes es porque este era el capítulo correspondiente y es que no puedo subir mucho porque esta semana tengo 4 exámenes importantes.

Los amo y nos leemos pronto.

XOXO

I can see the storm © j.b.Where stories live. Discover now