Capitulo XLVI

1.1K 68 0
                                    

Vamos en la mitad del tour y ahora nos dirigimos a Canadá para realizar unos conciertos en Montreal, Toronto, Quebec y Vancouver, después de eso volvemos a los Estados Unidos para terminar volviendo a Canadá. Mi gira por América termina ahí ¿qué será de mi carrera después de eso? ¿Podré sacar otro disco?

—Quiero que conozcas a mi familia —dice Justin apoyando su cabeza en mi hombro—. Les agradarás, son bastante cariñosos y de piel.

—Iré a donde tú vayas, tú conoces lugares aquí, yo quizá me pierda si salgo a la esquina del hotel —me rio.

—Como nuestra primera parada es Montreal, te llevaré a un restaurant como cita. Ya hice la reserva así que no acepto un no por respuesta —ríe frotando nuestras narices.

—Te quiero —le digo para darle un pico.

—Y yo a ti.

Hablamos de los preciosos lugares que hay en Canadá, los cuales él comenzó a conocer desde pequeño y terminó con su última gira diciendo que ya había visto suficiente. Para mí nunca sería suficiente, entonces cuando le dije eso, me respondió que le gustaría seguir pero cansa no poder hacerlo con privacidad y disfrutar que los paisajes como se debe.

Aterrizamos en Montreal en media hora y desde acá arriba la ciudad se ve preciosa, está cubierta de nieve al igual que hace dos semanas en Nueva York.

Bajamos del avión y las personas comienzan a gritar —me refiero a los fans. Ahora que muchos saben que Justin me acompaña en el tour, la multitud es más grande en cada lugar que vamos. Obviamente en esos momentos nos mostramos neutro o a veces enojados el uno con el otro y fingimos peleas, lo cual, yo antes creía que sería lo peor del mundo pero en realidad después de la actuación, fuera de las cámaras, no paramos de reír por lo ridículo que nos veíamos ya que la gente se demora segundo en publicar los vídeos en diferentes páginas de internet.

—Hola, chicos —me acerco a las rejas que han puesto para que nadie impida nuestra salida—. Estoy muy emocionada de estar aquí, es mi primer paso fuera del país en el que me crié y verlos me emociona mucho.

Posó para las fotos, hablo unos pocos minutos con la prensa de la mejor manera evitando varias preguntas, los fans me piden que me acerqué para que nos tomemos fotos con sus celulares.

—Amy, oh mi dios, eres tú —un chico guapo tiene su boca tapada de emoción, me acerco a él—. ¿Puedes besar mi mejilla para la foto?

Obviamente los paparazzis seguían ahí mientras yo interactuaba con la gente que me fue a ver. Mis labios tocan su mejilla y el corre la boca haciendo que el beso fuera de labio con labio. Me desagradó su actitud, sin embargo, intenté controlarme.

—Eso no se hace —le reprocho.

— ¡Tú, hijo te puta! —grita una voz conocida.

Mierda, Justin va a hacer el escándalo de su vida, pienso.

— ¿Cómo te atreves de, si quiera, tocarla? —está a punto de lanzarle el puño en la cara—. Tienes que respetarla ¿cómo se te ocurre hacer eso?

—Justin, cálmate —su cara está inyectada en sangre por lo furioso que esta—. Vamos, fue un accidente —tomo de su bíceps con ambas pero me aparta con facilidad.

—Nadie te toca, Amanda. Déjame esto a mi —agarra al chico de la camisa levantándolo—. No puedes tenerla, supéralo.

—Seguridad —miro a mis grandulones amigos—. Ayúdenme, por favor.

Sollozo por la desesperación que me provoca no poder parar con esto y tener que recurrir a seguridad.

Ello separan al ojimiel en segundos, me acerco a él y mis manos sujetan su cara. Le pregunto si está bien pero se concentra más en sus ganas de liberarse del agarre de los hombres que de mi.

—Mírame, maldición —lo agito—. Lo que estás haciendo es estúpido. Relájate y caminos ahora al hotel antes de que se ponga peor. Yo no quiero que la policía venga por una tontería, compórtate.

Ahí recién logra entrar en razón. Relaja los hombros, baja la cabeza y bota aire con fuerza mientras pasa su mano por su cabellos desordenándolo.

No sé si enojarme o tenerle compasión, sentirme bien porque me ha defendido —aunque fue un accidente— o sentirme mal por su poco control de ira que tiene.

Cuando entramos a la van la atmósfera era tensa, yo movía mi mandíbula de un lado a otro pensando en el hecho, y es que acordamos discutir entre nosotros, no dejar evidencia de que algo tenemos.

Joder, joder y mil veces joder, repite mi mente.

Ojalá los rumores sean incorrectos y que no nos vinculen como siempre lo hacen. Casi imposible pero intento ser algo positivo.

(***)

Justin no estará presente en el show de esta noche porque, aún está histérico. Apenas pude hablar con él y ni siquiera alcancé a preguntarle porqué le afectó tanto si al él igual se lo han hecho, muchas veces más que a mí porque esta es mi primera.

No me agradó que se sobrepasaran conmigo pero estoy preparada hasta para que las chicas lo hagan, sabiendo todo el potencial y personalidad que tienen.

Quiero tanto a mi castaño de ojos claros que me da pena que sea una obligación estar encerrado en su habitación hasta que se calme. Una de las pocas cosas que me quedan por descubrir de él.

Durante los casi dos meses de gira que llevo pude conocerlo, aunque su parte oscura ya la controla, por lo menos cuando está cerca mío. Siempre le apoyaré, en su lado oscuro y en el lado donde el sol más brilla porque desde el principio estuve dispuesta a ayudarlo. Aquí estoy ahora viendo cómo se levanta y si vuelve a caer, aunque dejemos de ser lo que somos, lo buscaré para volver a ayudarlo sin importar lo que la gente piense de nosotros. Cada uno tiene sus infiernos, a veces ellos nos ganan e impulsan a hacer lo que dejamos o no queremos hacer. Ahí caemos e intentamos levantarnos.

¿Podemos levantarnos juntos? Porque vivimos en el mismo mundo.

*****
Esperé a que fueran las 00:01 AM en mi país para poder actualizarles el día lunes AJJAJA, aquí estoy.

Hey, Justin es todo un bravucón. Me encanta ajajjaja.

Los amooo.

Nos leemos el lunes (o antes porque esta semana tengo solo dos exámenes).

XOXO

I can see the storm © j.b.Where stories live. Discover now