Capitulo LXXV

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—Te veo mucho más feliz que hace un mes —me dice mirado directo a los ojos.

Y sí, pasaron cuatro semanas desde el día en que hicimos pública nuestra relación. La gente notó el cambio al pasar el tiempo y lo mencionan cada vez que pueden. Es verdad; me siento más animosa y feliz cada día. Bastantes participan en mi recuperación y creo estar preparada para volver a ser yo misma.

—Soy feliz a tu lado —me acurruco en su pecho descubierto.

Prácticamente vivo con Justin debido a que tengo que seguir bajo el control de alguien hasta que mi psicóloga me de el alta y visto bueno de poder estar sola y estable.

Los Angeles también a cambiado, es más tranquilo, los paparazzis aparecen con menos frecuencia, sin embargo, ni Justin ni yo los tomamos en cuenta. Es como vivir en nuestra propia burbuja, nadie nos derrumba.

Justin, a mi parecer, está totalmente recuperado. No lo he visto drogándose, de fiestas o prostitutas –ahí tendría un serio problema, porque ahora es mío–. Hoy nos vamos por dos semanas a Dubái, serán unas mini vacaciones antes de que retome la gira. Las entradas para cada concierto en Latinoamérica se han agotado y quisieron poner más fechas pero quiero estar estable física y emocionalmente. Mis fans merecen lo mejor y en los conciertos me gusta dar mi cien por cierto, estoy más comprometida que nunca con los hispanos por la poca frecuentación que le damos.

Vi las nuevas coreografías y de vuelta de Dubái comienzas los ensayos. Ojalá y todo salga perfecto.

— ¿En qué piensas tanto?

—En lo bien que está saliendo mi vida, en cómo sale el arco iris después de ver la tormenta —me subo a su regazo y le robo un beso corto sonriendo—. En que superamos la tormenta y nadie intenta volver a traerla.

—Merecemos algo de felicidad después de todo ¿no?

—Te amo —sello mi promesa con un beso lleno de pasión y anhelo.

Normalmente no hago el amor con Justin porque queremos ir con calma, las cosas pueden salir mal cuando las apresuran y siento que vamos bien a nuestro paso.

Comienzo tocar su pecho con delicadeza mientras el recorre mi vientre con sus fuertes y grandes manos. Su tacto es áspero pero sé que es porque se descuida de vez en cuando, lo siento harder debajo mío y mis piernas tiritan cada vez con más intensidad. Mi corazón se pone a mi cuando introduce debajo de mi pantalón holgado. Hoy volveré a sentirlo después de un tiempo y quiero, deseo, necesito tenerlo conmigo; que seamos uno solo.

Admito que estoy colada por este hombre, cada parte de su cuerpo me enloquece, cada sentimiento, su interior y exterior son los que me hacen amarlo más día a día. Él me corresponde pero me preocupa que mis expectativas para el futuro sean diferentes, que no me vea en él. Soy muy apresurada, pero sus defectos los conozco y lo hacen perfecto ante mis ojos. De verdad que si el me deja volvería a caer, se volvió mi pilar a la tierra.

—Promete que no me dejarás —dije con miedo y excitación a la vez.

—Sería un tonto si lo hiciera algún día —abre el cierre y baja con tortura mis ropas.

Yo juego con el cinturón, manoseando su longitud por encima de la tela. Sé cuánto odia sentir la fricción de su miembro con el bóxer pero estoy jugando con la misma manera, vamos al mismo tiempo.

Una vez con la ropa desprendida, nos miramos a los ojos dándonos permiso a ser uno. Extrañé esta parte de la relación, aunque hicimos lo mejor. Este momento es mágico, igual que la primera vez pero seguros de lo que sentimos, de lo que luchamos para llegar hasta aquí.

Al segundo que se hundió en mi pude sentirme completa. Al fin tengo lo que quiero, siempre repito que soy dueña del mundo pero hay hechos como este que me confirman que soy lo que quiero ser, soy los sueños que cumplo y las metas que me propongo. Estoy en éxtasis máximo y deseo quedarme para siempre en esta plenitud.

—Justin —susurró apenas—, gracias por ser la persona que me deja seguir adelante, que me hace sentir la reina del mundo —solo responde con un gruñido acelerando sus embestidas.

Los gemidos se unen a medida que el orgasmo llega a ambos. Mi vista es borrosa y el placer aumenta, el ojimiel juega con mis pechos haciéndome estar en las nubes. Mis paredes se contraen alrededor de la longitud de Justin, reduce la velocidad y llega minutos después de mi.

—Eres lo que más necesito en mi vida, Amy —dice una vez que está al lado mío—. Yo debo decir gracias por llegar y penetrar en cada rincón de mi corazón —me besa con la misma pasión de hace un rato—. Te amo de aquí al infinito.

— ¿Qué haré yo sin ti en un futuro? —Sé que la pregunta le incomoda cuando se mueve y rodea con su brazo mis hombros.

—Pensemos que esto recién empieza y los obstáculos en este mundo nunca terminaba, fuimos fuertes superando una separación antes, si viene otra, será una más del montón —puedo intuir que lo dice por su última relación con Selena.

—Yo me veo contigo —suelto sin pensarlo—. Lo siento —me tapo la cara.

—Déjalo. Disfrutemos el presente.

Éramos conscientes de que la conversación terminó. Nos dimos caricias hasta que el cansancio se apoderó de nuestros cuerpos.

Hablamos en voz baja hasta que él se durmió. Observé su belleza externa que muchas veces se vio opacada por sus vicios, soy privilegiada al tener a un chico así a mi lado, tener la privacidad de verlo así; siendo un ángel sin que su mismo ser lo sepa. Nadie veía esas cosas de un adolescente de veinte años que estaba a los ojos del mundo entero. Yo si, y estoy dispuesta a admirarlo hasta el último segundo que esté a mi lado. Espero que sea eterno, porque lo quiero para mí hasta que la muerte nos separe.

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3 CAPÍTULOS ¡YA ESTOY LLORANDO A MARES!

Tantos altos y bajos con esta historia, tan poca imaginación y empeño en algunos capítulos. Sin embargo, sigue siendo especial para mí como en un principio.

LOS ADORO Y NOS LEEMOS LO ANTES POSIBLE

I can see the storm © j.b.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon