Capitulo XLIV

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Ya pasó una semana desde Memphis y ya es tiempo de ¡mi cumpleaños!

Estoy emocionada porque soy legal casi todo el mundo. Incluyendo aquí en los Estados Unidos porque hace varios años cambiaron las leyes ¡soy toda una adulta!

Creo que son las seis o siete de la mañana, estamos en Nueva York y ya se escuchan personas desde la habitación del hotel cantándome feliz cumpleaños.

Nadie ha despertado aún, y nadie sabe que yo apenas dormí un par de horas por lo ansiosa que me encontraba.

Kendall me envió un mensajes diciendo lo feliz que estaba poder pasar el cumpleaños mas importante conmigo, ya que ella está aquí preparándose para un desfile de modas que se realizará mañana y yo asistiré.

Pensamos que sería bueno ir a un club después del show, allí estará mi madre también; me costó un mundo que aceptara los tickets de avión para venir hasta aquí. Obviamente ella no asistiría al club porque aparte de que iríamos como público normal, ella estaba mal informada con el tema de que yo bebía alcohol.

Luego de esto tendría unos tres días antes del próximo concierto aquí mismo. Es decir, Nueva York estaría a mi disposición durante casi una semana.

Justin se ha ofrecido en ser mi telonero una noche más debido a que Leighton vuelve para el próximo concierto, también al de reemplazo ha vuelto al estudio y se fue, así de simple.

(***)

Ha pasado una hora desde que estoy despierta, el ruido de la habitación es nulo. Al parecer aquí, todos son unos flojos.

Decido levantarme, me aburre esperar tanto.

Justo cuando me voy a quitar las mantas siento como abren la puerta de mi habitación y me hago la dormida. Oigo como se hacen callar unos a los otros para no despertarme hasta que están al lado mío. Intento no sonreír per me es imposible. Se dan cuenta y empiezan a abuchear porque les arruiné la sorpresa.

— ¡Feliz cumpleaños! —gritan al unísono.

Me río cuando dejan el pastel de lado y se tiran encima mío para abrazarme. Una vez que se me va la respiración van saliendo uno por uno.

Me cantan el feliz cumpleaños, un mordisco a la torta que termina por empaparme la cara con crema de esta misma, un beso enorme de Justin sacándome gran parte de crema que tenía al rededor de la boca. Ya soy feliz ¿puedo pedir algo más?

Me levanto para asearme. Una buena ducha me haría estar mucho más animosa de lo que estoy.

(***)

Hace bastante rato se escucha a los fans cantar el cumpleaños feliz. Me asomo al balcón sin que se den cuenta, alguien me apunta entonces cantan mucho más fuerte. Saludo con la mano en forma de agradecimiento. Las ganas de bajar y abrazarlos me supera, lo hago con el permiso de la seguridad, de Adrián y aceptando la condición de ir escoltada con dos hombres.

Ni siquiera pongo un pie afuera del lugar y los gritos me ensordecen porque aún no logro acostumbrarme a ellos.

Doy la mano a algunos que están en la primera reja. Me detengo a hablar con ellos, me dan abrazos felicitándome por mi cumpleaños y yo les contesto con "gracias, estoy muy emocionada por esto", entre otras cosas.

—Amanda —me giran haciéndome dar la espalda a las chicas con las cuales conversaba—, los paparazzis se acercan. Por orden de tu manager y del hotel, debes entrar antes de que irrumpan aquí.

—Está bien —mi voz sonaba triste, y lo estaba por el simple hecho de que apenas podía tener una conversación normal en un recinto público por esos estúpidos hombres con cámaras y muchas preguntas que hacer—. Hey, chicos —los llamo en general—. Nos tomaremos una foto grupal, rápido porque tengo que volver al hotel.

Le doy mi móvil al guardia que me advirtió pidiéndole que tome la foto. Entremedio de las últimas chicas que hablé —sabiendo que no tirarían de mi cabello— me puse. Sonreí de oreja a oreja, la sonrisa más sincera que puedo darles. Despedí con un beso en el aire y volví con los grandulones siguiéndome las espaldas.

—Hola, amor —me besó Justin apenas llegué a la suite.

—Hola —le abracé.

— ¿Qué sucede? —susurró en mi oído.

—Odio tener que dejar a mis fans porque vienen los camarógrafos a arruinarlo todo.

—Es normal, algún día te acostumbrarás.

Después de conversar un rato de lo mismo, nos acostamos a ver una película. Era de romance, me quedé dormida por las caricias que mi novio me daba en el cuero cabelludo.

(***)

Desperté sola en la cama. Vi la hora e iba tarde al estadio para realizar el show.

Apresuré mi paso al cambiarme de ropa, no me alcanzaba el tiempo para una ducha. Calcé unas zapatillas bajas para poder correr hasta la van que me esperaba en el estacionamiento trasero del hotel.

Había tráfico y ya me estaba poniendo nerviosa. Aparte, olvidé abrir los par de regalos que habían dejado encima de mi cama, quizá eso no era lo
más importante pero de seguro que alguien me preguntará que me ha parecido su regalo.

— ¿Hay algún otro camino más corto y sin tanto tráfico? —le preguntó al chofer.

—Señorita, tengo órdenes y me dijeron que debía ir por aquí, me encantaría ayudarla.

Mierda. A veces detestaba que parte del equipo —choferes, guardias— siguieran todas las órdenes que les decían.

Llegamos unos minutos antes de que comenzara el meet And great, sin tener tiempo para arreglarme un poco más. La vi de Justin se escuchaba por el lugar, entonces significa que aceptó ser telonero por una noche más.

—Amy, necesitamos que te arregles —llama mi estilista—. Adrien ha dicho que hables con las chicas que quedaron sin foto y les avises que conserven la pulsera para que puedan terminar después del show.

Obedezco. Se lo toman mejor de lo que esperaba.

Alguien me agarra del brazo arrastrándome a la entrada del escenario y le miró con cara confundida. Es un bailarín.

Me adentra y me sientan en un tipo de silla improvisada repleta de flores al rededor. Sigo confundida porque no le he puesto atención a lo que dice Justin.

Está cantando esa canción donde subía a sus fans y les coqueteaba —esto lo sé por la pequeña investigación que hice antes de firmar el contrato. Lleva un ramo gigante de rosas, me sonríe y el público grita eufórico, más de lo habitual.

Me abraza un par de veces, juega con mi cabello y a estas alturas yo debo parecer un tomate. Cuando termina besa mi mejilla y me entrega el ramo.

—Ahora, quiero que le cantemos un cumpleaños feliz bien merecido a esta hermosa chica.

********

¿Por qué actualicé hoy? Simple, tengo la semana entera ocupada (nuevamente) y mañana apenas estaré en mi casa o tendré tiempo para subirles el capítulo.

Los amo, nos leemos la próxima semana.

XOXO

I can see the storm © j.b.Where stories live. Discover now