Capitulo LIII

1K 63 0
                                    

Acabamos de aterrizar en Atlanta, mi último concierto fue hace dos días y no puedo creer lo exitoso que fue. Debo admitir que estoy agotada y probablemente necesito un mes o un poco más de vacaciones.

Justin ha estado tan amoroso conmigo que decidió seguir mi camino hasta aquí, hoy le daré la sorpresa de que ya tengo una casa aquí y pienso quedarme.

Adrien estuvo triste al saber que no nos veríamos en un largo tiempo, hasta mi presentación en unos premios que son en dos semanas más. Estoy nominada a tres categorías incluyendo al "mejor artista nuevo", aunque de nueva ya no tengo nada.

—Tengo que confesar que tú casa es mil veces mejor que la mía, tan cálida y acogedora —me abraza por los hombros una vez que terminamos de recorrer mi nuevo hogar—. Igual hay una sorpresa, conozco Atlanta demasiado y quiero mostrarte algo más tarde.

— ¿Podemos dormir antes de hacerlo? —Termino la pregunta con un bostezo.

Entonces nos quedamos dormidos en segundos, al parecer él también estaba cansado. Los viajes por carretera dejan deseos de una cama digna.

(***)

—Amor —siento unos cosquillosos y húmedos besos por toda la cara—. Despierta, preciosa.

—Mm.. —murmuro, tengo la boca seca y un ánimo para los pelos.

—Vamos, quiero mostrarte mi sorpresa antes de que deba ir a Los Ángeles —desperté al segundo.

Llegamos hace un par de horas ¿y ya se tiene que ir? ¿Cuándo será el momento que pase un tiempo digno con mi novio?

— ¿Los Ángeles? Dios, Justin, te extrañé en la gira y ahora que estoy en casa tendré que soportar separarme de ti nuevamente —lloriqueo.

—Es parte de la sorpresa, debes comprender que estar juntos implica separarnos y dejar de vernos un tiempo. Además, para el mundo somos amigos —acarició mi mejilla mirándome directamente a los ojos, su mirada me hipnotizaba y hacia ansiar sus caricias.

—Está bien, vamos —cepillé rápido mi cabello junto a mis dientes, cambie mi ropa y salimos tomados de la mano. Nadie sabía dónde nos encontrábamos realmente, nadie sabía de mi nuevo hogar.

Me pareció extraño que Justin tuviera su Ferrari blanco aquí en Atlanta, nunca pedía que trajeron su vehículo —menos cuando le acaban de quitar la licencia por dos años, que irresponsable—, nos dirigíamos a un lugar apartado pero lujoso de la ciudad, era muy similar al que yo habitaba ahora, solo que entre las casas había menos espacio pero se dirigía a un tipo de cerro con mucho césped verde; a pesar de que el frío se acercaba junto al invierno y las fiestas.

¡Las fiestas! Primer año que pasaré aquí, pero se siente triste, mi vida es diferente y hacer una fiesta es lo que menos quiero porque estoy acostumbrada a pasarlo con mi madre y regalarnos cosas entre nosotras, comer un pavo, tomar un poco de vino —aunque era la mitad de una copa para mí—, dormir juntas. Extraño los momentos con mi madre y no me había puesto a pensar en eso, debería de invitarla a vivir conmigo.

Invitarla a vivir su sueño. Ahora puedo hacerlo, puedo ayudarla a cumplirlo ¿cómo no se me ocurrió antes?

Antes de que pudiera darme cuenta de que el automóvil ya estaba parado, Justin estaba rodeando su preciado tesoro para abrirme la puerta. Estábamos en una casa gigante, una mansión.

— ¿Qué es esto? —pregunto confundida.

—Mi sorpresa —sonríe—. Ven, sígueme.

Salimos corriendo, yo forzada debido al agarre que tenía en mi mano junto a la de mi novio que parecía un pequeño niño, como si recién le hubiesen dado su primer juguete.

Entramos unos minutos después porque el ojimiel no pudo esperar a estacionar su vehículo en la entrada y tuvimos que venir desde el gran portón de la entrada.

—Vale, no sé cuál es la sorpresa aparte de que me estás mostrando esta mansión —comencé a desesperarme.

—Espera un segundo. El lugar más importante está en el segundo piso, allí sabrás todo —nos encaminamos a las largas escaleras.

La casa estaba equipada pero no habían cuadros ni nada para decorar. Parecía nueva.

Oh. Nueva casa, Justin, Atlanta, yo.

Justin se compró una casa en Atlanta, a unos treinta minutos de la mía. Podríamos vernos cuando quisiéramos. Mierda, mi novio es un sol.

—Justin, dime que es lo que estoy pensando —le abrazo por la espalda e inmediatamente me toma por los muslos subiéndome a ella.

—Nada impedirá que nos veamos —dice una vez que cierra la puerta, me gira aún en sus brazos y nuestros labios se unen.

—Dios, te quiero tanto —digo entre besos.

Y es lo último que dijimos. Los besos se subieron de tono, mi cuerpo respondía a su juego de manos en mi cintura. Cuando la posición se volvió un poco incómoda, me sentó de forma delicada en su suave y amplia cama.

Levanté su camisa cuando estuvo a mi altura, aceptó sin reproches. Llevó sus manos hasta de bajo de mi blusa, apretando levemente mi piel. Él quería colarse en mí como yo tanto quería también.

Era el momento, ya estaba superado lo anterior. Me iba a entregar; estoy tan metida en él. Robó mi corazón.

Una vez que estuvimos en ropa interior, no dudó en bajar hasta mi feminidad y explorarla con sus hábiles dedos haciendo que suelte jadeos.

Estaba mojada y lista para mi chico.

— ¿Segura? —Preguntó mirándome directo a los ojos, asentí con la cabeza por lo difícil que se me hacía articular palabras en esta situación.

Nos deshicimos de lo poco que nos quedaba en ropa y él, con mucho cuidado, entró en mi. Lento, cuidadoso y con su respiración cortada.

Jadeé fuerte. La sensación era nueva, como si hubiese sido la primera vez; y es que, no he estado con nadie de esta forma desde el estúpido que me quitó la virginidad.

Justin soplaba en mis pezones aumentando mi excitación –si es que esto era posible–, tocaba cada parte de mi cuerpo apreciándome. Al igual que yo hacía con su espalda y lo que alcanzaba de sus piernas.

Llegamos juntos, fuimos uno.

Quiero que seamos uno por siempre.

******

El día que sea puntual con los horarios de la novela deberán darme un premio.

Este es el del lunes pasa, que no subí porque tenía examen al siguiente día.

Subiré mañana u hoy en la noche nuevamente, estoy con fin de semana largo ajajaj.

Los amooo

I can see the storm © j.b.Where stories live. Discover now