Capitulo LII

1K 64 0
                                    

Es imposible que solo me queden dos conciertos para que termine la gira por América, aún debo el concierto en Miami que Adrien me dice que es muy difícil conseguir nuevamente el recinto.

Con Justin ha empeorado, pareciera que quiere evitarme la mayor parte del tiempo y se aleja, ya ni nos sentamos juntos en la mesa del restaurante.

Estoy tan triste, me estoy consumiendo y no han pasado grandes cosas. Tal vez sea el cansancio, cada vez que bajamos del avión siento que la cantidad de gente y de cámaras aumenta. Necesito un tiempo para mí, junto a mí madre con la cual apenas he hablado, menos verla.

Adrien tampoco está, abandonó la gira oficialmente desde Miami. Fue el último concierto que presenciaría mío, durante un tiempo. Él quiere dedicarse lo mayor posible a su bebé y esposa, más ahora que se hacen turnos con la leche en la noche, así ella no tendría cansancio total al siguiente día.

Camino por las calles y he logrado pasar desapercibida. Mis guardaespaldas vienen una cuadra detrás mío con ropa de calle, para que nadie los descubra. Yo voy un poco más cubierta; gafas de sol, gorro y un sweater con tajos a los costados. Espero permanecer al menos quince minutos en el parque, quiero relajarme, pensar —aunque en estos momentos es lo menos que debo hacer.

Cuando me siento debajo de un gran árbol, cierro los ojos sin sacarme los lentes de sol. En segundos tengo lágrimas en los ojos. La presión está siendo mucha, pensar que debo salir encapuchada para relajarme, ni siquiera poder dormir tranquila porque de repente los gritos de las fans son molestos.

Alguien toca mi hombro, es Justin. Ni idea como me ha encontrado.

—Las redes sociales están llena de ti y el lugar que te encuentras, supieron respetar tu espacio —lee mi pensamiento y se encoge de hombros.

—Justin —es lo único que logró decir.

—Tenemos que hablar, lo sé —deja caer su cabeza en mi hombro tomando mi mano, al parecer poco le importa lo expuestos que estamos.

—No puedo —lloro, lo hago por impotencia y cansancio, las cosas se acumulan—. Estoy cansada.

—Lo sé, cariño —deposita un beso en mi frente—. Es así, créeme que yo aún no logro acostumbrarme del todo.

—Te quiero —le susurro—, lo sabes ¿cierto?

—Yo igual te quiero —suspira—. Me dejé llevar ¿si? Selena apoyándome después de mucho tiempo sin verla, la noche en prisión, gente insultándome porque me han visto haciendo cosas que nadie debería, pero soy imperfecto, las cámaras captan todo. Yo igual estoy tan presionado por esto, las cosas en la industria son un asco, más cuando tu éxito aumenta; y eso es lo que está pasando contigo, como pasó conmigo. La historia se repite, es como un ciclo.

—Deberías abrirte más a mi, podría ayudarte. Sé que tienes problemas, somos novios pero no soy estúpida, tampoco sé si has dejado la droga y las fiestas sé que han parado bastante —escondí mi cabeza en su cuello—. Gracias por hacer eso, superarte de alguna manera.

—Me ayudaste con mis impulsos de las fiestas y las mujeres que antes tenía, sin darte cuenta has logrado bastantes cambios en mi ser y para bien. Eres lo que mi vida necesitaba después de una enorme tormenta que no se acaba y estoy inseguro si alguna vez lo hará.

Dejamos de hablar, dejando lo que más se puede en silencio. Estamos en un lugar público, donde tenemos un contrato de evitar este tipo de encuentros pero también somos amigos a los ojos del resto. Me aguanto las ganas de besarlo, me levanto avisándole que debo llegar a la prueba de sonido unos quince minutos antes de que abran las puertas de la arena.

Ahora sí, la gente se acerca a buscarnos pidiéndonos fotos. Es una masa enorme, veo las camionetas negras llegar y me comienza a doler la cabeza. Los flashes, a pesar de andar con lentes de sol, me ciegan. Pido por favor que paren que me están haciendo daño. Estos llegaban cada vez más y yo me sentía ahogada, atrapada. Justin me hablaba, me decía que caminara pero estos empujaban y los fans insistían por fotos.

— ¡Déjenla en paz, mierda! —Explotó Justin.

Lo atacaron a él. Los fanáticos se iba yendo al ver que la situación empeoraba.

Mi novio se veía estresado, furioso y con ganas de golpear a alguien. Nunca lo había visto de tal manera.

Mis dos guardaespaldas intentaban ayudarlo pero estos le ganaban en cantidad.

A los pocos minutos después llegó al policía, ni siquiera avanzamos hasta la salida del parque con tanta gente encima. Los policías nos ayudaron con ello, amenazando a que si seguían con este alboroto público, cada empresa que estaba involucrada iba a tener una gran multa, llevando como consecuencia el despido de los paparazzis.

Llamé a la recepción del hotel pidiendo que nos enviaran un chofer en la van. Estaba colapsado y el calor había subido en mi cuerpo. Me daba penar ver a mi chico sentado en la acera.

—Gracias por aquello —me senté junto a él esperando a que llegara el coche a recogernos.

—Mi reputación ya está manchada, así que prefiero que sea yo el del escándalo dejándote a ti como la princesa que eres —murmura tan despacio que me tengo que acercar a escucharlo—. Te quiero, Amy. Haría mil cosas por ti si fuera necesario.

—Créeme que yo igual —rocé mi nariz a su mejilla, estábamos rodeados de policías que impedía que cualquier peatón ordinario nos viera—. Tengo tantas ganas de besarte ahora mismo.

Me miró pero lo único que pude ver en sus ojos fue tristeza. Una lagrima solitaria cayó, resbalándose por su mejilla hasta la comisura del labio. No dude ni un segundo en abrazarlo. Estaba tan bien antes de aquel día en Miami, nadie quería verlo caer nuevamente.

Debo preocuparme más de él, cuidar de él. Lo prometí y fui incapaz de ver lo mal que cumplía mi promesa.

Puedo hacer las cosas mejor, me animé interiormente.

********

Lunes 13 de Junio, 00:00 horas (horario chileno).

Capitulo semanal.

ILY, que tengan una linda semana y recuerden; hagan las cosas mejor y con amor.

XOXO

I can see the storm © j.b.Where stories live. Discover now