Capítulo 18: un viernes cualquiera

1.3K 149 11
                                    

—¡Diego! —dice mi madre cuando nos ve entrar a la casa—. Que sorpresa.

—Hola —lo dice un poco tímido y luego la abraza, quedándose más de la cuenta ahí, creo que necesitaba algo así; a fin de cuentas, mi madre lo vio crecer como si fuera otro de sus hijos. Aunque yo nunca lo consideré un hermano, claro está.

—Diego no tenía que hacer —mi madre se pone una mano en el pecho—, y lo invité porque en esta casa los viernes solían ser geniales.

—¿Solían? Me ofendes —mi madre se pone una mano en el pecho, fingiendo estar indignada—, siguen siendo geniales. Justo hice un postre de tiramisú, como los que a ti te gustan. Vamos a la cocina.

Pensarán que eso último va dirigido a mí, pero no, es para el hijo que no tuvo.

—Extrañaba tus postres todos los viernes, y no sé por qué, pero estoy seguro de que no dejarás que me vaya hasta que me ponga obeso y salga rodando por la puerta.

—Estás muy flaco, Adam también. ¿Están seguros de que se están alimentando bien? ¿No han quemado la cocina? Estoy segura de que comen chatarra todos los días.

—Aunque no lo creas, Diego cocina increíble.

—¿De verdad? —pregunta mi madre, claramente sorprendida.

—Yo tampoco podía creerlo.

Ellos van a la cocina y yo voy a acostar a Cassia, que se veía muy cansada, en realidad fue un día agotador para todos; apenas se duerme, vuelvo y ellos están sentados comiendo, hay un puesto y un plato servido para mí, al lado de Diego; así que me uno a la conversación. Me entero de muchas cosas que no sabía, como que sus padres se habían divorciado, aunque eso se veía venir, nunca pensé que al final lo harían. Su matrimonio siempre fue extraño, por no decir dañado, recuerdo que Diego siempre se preguntaba cómo era posible que siguieran juntos o por que no se separaban de una vez y todos felices, pero sabía perfectamente por qué no lo hacían. Me lo dijo un par de veces. Aparentaban ser la familia perfecta frente al mundo, no podían quedar en vergüenza por divorciarse. Finalmente, la decisión la tomó Edith, quien lo sorprendió engañándola y aunque ya se lo imaginaba, le sirvió de excusa perfecta para ponerle fin a toda esa mentira.

Me entero también de que su hermano mayor se fue a vivir a Argentina con su familia, y su hermana se casó hace un año más o menos, y ahora está esperando a su primer hijo.

Cuando comienzan a hablar del matrimonio de Diego, procuro mantener la vista en el trozo de tiramisú y hacer oído sordos, no quiero que por mi boca salga algún comentario sin pensarlo antes. Él no habla mucho del tema, como siempre, y hasta mi madre se ve más emocionada por la boda que Diego.

—Bueno, yo los dejo. Iré a ver mis plantas —dice mi madre mientras levanta los platos.

Me da una mirada, elevando una y otra vez sus cejas, y yo la estoy asesinando con la mirada, haciéndola reír. Como le gusta a la gente reírse de mí ¿no?

—¿Estás un poco mejor? —es la primera cosa se me ocurre para llenar el silencio que mi madre dejó. Nunca fui tan buena para hablar que ella.

—Sí, gracias por no dejar que me fuera a casa, lo más probable es que haya vuelto a romper algo.

—Más te vale no volver a hacerlo, tus nudillos quedaron bastante mal. Tuviste suerte de que esta vez mi madre no se fijó en eso o fingió no verlo.

—Si todas las veces, una futura enfermera tan linda me cura las heridas tal vez siga golpeando las paredes.

—Sí, sí, golpea las paredes a propósito y la linda enfermera te pegará una patada en la entrepierna para que te duela de verdad.

—Y sí que pegas fuerte, lo recuerdo muy bien —yo también lo recuerdo, puede que alguna vez lo haya golpeado.

—Bueno, entonces sabrás que no te conviene seguir por ahí.

—Gracias, de verdad —me sonríe, no porfavor, no sonrías.

—De nada, puedes contar conmigo cuando tengas un día malo —apoyo mi mano en la suya antes de darme cuenta y me sonrojo, por suerte no se da cuenta—. ¿Quieres salir al jardín un rato?

—Claro.

Salimos y nos vamos a sentar a una de las bancas debajo de un árbol, el jardín es lo suficientemente grande así que no vemos a mi mamá con sus plantas. Por unos momentos nos quedamos en silencio, no sé qué decir, como dije antes, nunca he sido muy buena para iniciar conversaciones.

—¿Cuánto tiempo planeas quedarte? —me está mirando fijamente.

—Bueno, estuve demasiado tiempo alejada de todos. Tengo pensado quedarme todo el verano, volver los primeros días de marzo.

—Supongo que esa es otra razón por la que no quiero que pasen rápido los días.

—¿Por qué lo dices?

—Porque supongo que los días son más entretenidos si te veo, por cierto, las persianas fueron una buena jugada pero bueno, encontraré otra manera de mirarte.

—Eso es acoso.

—¿Para que te haces? Si te encanta.

—Claro, claro, lo que tu digas —pongo los ojos en blanco.

—¿Crees que podremos llegar a ser amigos? Digo, ya no somos los niños inmaduros de hace seis años, ¿por qué no intentarlo?

—No sé si sea una buena idea, teniendo en cuenta de que mi hermano todavía te quiero lo más alejado de mí, y claramente yo a tu novia no le agrado.

—¿Y qué importan los demás? Cada uno es libre de elegir a sus amigos, ellos no pueden decidir por nosotros.

—Dime algo, ¿pelearías con mi hermano solo para ser mi amigo? Porque es obvio que se enojaría.

—Sé que el enojo no le durará para siempre, así que sí, no quiero que te alejes otra vez y no volver a saber nunca más de ti por años. Y necesito una buena amiga, que me diga las cosas como son y no un montón de hipócritas como muchas personas que me rodean.

—¿Qué te hace pensar que soy una buena amiga?

—Sé que lo eres, y aunque no quieras admitirlo te conozco más de lo que crees. Sé que darías la vida por tus amigos, que siempre estarás para ellos.

—¿Confiarías tu vida a la chica a la que le rompiste el corazón? —bromeo— ¿Qué pasa si ella busca venganza?

—Correría el riego. 


Sé que me atrasé una semana con este capítulo :c pasa que estoy un poco bloqueada con todas mis historias y me cuesta mucho concentrarme para escribir :( Prometo que cuando todo esto pase, recompensaré con más capítulos y el de mañana intentaré tenerlo listo o si no, algún día de la semana lo subo, espero puedan entender... ojalá les haya gustado el capítulo y si quieren dejar una estrellita y comentario, mejor aún. Besitos y muchas gracias por los 4.2k de lecturas <3

Cartas a BenjamínWhere stories live. Discover now