Patch sigue amando a Nora cómo el primer día que la conoció.
Decidieron vivir juntos una vida tranquila, pero ¿realmente los dejarían lograrlo? Su amor siempre se vio afectado por arcángeles, ángeles caídos y nefilim ¿ qué pasaría si una especie nue...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Acepté salir con Dorian . me llevó a cenar a un restaurante muy elegante , mi padre suele traernos a éste tipo de lugares pero no conocía aún al que me había traído Dorian.
Me invitó a sentarme , muy caballeroso . ésta noche estaba conociendo a un Dorian que no sabía que existiera. Llevaba mucho tiempo observándome después de ordenar nuestra cena. – no piensas decir nada ? – le pregunté.
Me analizó y luego ladeó su cabeza.
– sobre qué?
Es enserio !? Retiro lo de caballeroso , el Dorian que conocía había regresado.
– sobre nada, Dorian.– respondí.
– tardaste mucho en elegir tu vestido ?
Hacía cada pregunta ....
– por qué? – miré mi vestido – tiene algo de malo mi vestido?
– parece que elegiste el primero que apareció a tu vista.– dijo.
Mi enojó se disparó, pero no se lo demostraría.
– así lo hice – contesté con mucha casualidad – la ocasión no ameritaba mucho empeño en mi vestuario.
Su sonrisa estúpida se borró.
– que linda....– dijo con sarcasmo.
– gracias – me Burlé, triunfante.
– me pregunto si tu padre te dio clases sobre cómo ser descortés , grosera, berrinchuda , arrogante..
– uy , pero claro !– mi voz llena de sarcasmo – dos veces por semana .
– te enseñó muy bien.– estaba serio.– eres excelente.
– no tienes idea.– estuve de acuerdo.
– siempre va a ser así?
– tú has empezado.
Dorian siempre lograba sacarme de mis casillas .
Trajeron nuestra cena.
Minutos después , repletos de silencio. Suspire de aburrimiento .
– aburrida ?– preguntó.
– ver a mi pequeña hermana aprender a gatear es más divertido que esto.– contesté.
– tengo en mi mente cosas más divertidas para hacer contigo.– insinuó.
– ni en tus sueños – levanté mis cejas.
– creeme ,– continuó la insinuación – es dónde más apareces.
Sin querer me ruboricé. Un trozo de comida se atoró en mi garganta. Tosí para desatorarlo.