Finale (Parte II)

Patch:

Llamaron a la puerta y después de comprobar que Nora estuviera cómoda, fui a abrir.

Al otro lado estaba un chica, joven. No la reconocía.

Arqué mis cejas. Inquiriendo qué se le ofrecía.  Me miró sorprendida. Como no contestó entonces hablé.

– ¿ vas a hablar o te quedarás ahí callada?– mi tono era cortante.

– lo... Siento. Creo que me he equivocado de dirección. Buscaba a un chico, Abner pero veo que me han pasado mal el dato.– seguía un poco distraída.

– Abner no se encuentra. – me limité a responder.

– ¿ entonces si vive aquí?

– como te he dicho, no se encuentra.

Se quedó muda.

– ¿ lo estás encubriendo ?

Solté una risita baja.

Entre cerró los ojos. Entró a la casa , mirando a todos lados.  Vaya confianza. Pensé.

– dile a tu amigo que baje a recibirme. No estoy dispuesta a irme sin haber hablado antes con él. Lo que tengo que decirle es muy importante y no puede pasar de hoy.

No me preocupé por ocultar mi burla.

– ¿ de dónde sacas que soy su amigo?

– bueno, sé que sólo tiene un hermano. Dominick. A él le conozco pero a ti no, así que no veo que puedas ser más que su amigo o tal vez eres un familiar. Tienen cierto parecido .

La observé de pies a cabeza. Su estomago estaba abultado y entonces caí en la cuenta.

– ya veo. ¿Eres esa chica, no? La que dice estar embarazada de Abner.

– no veo en qué te importe. Estoy segura de que a Abner no le parecerá que cuestionen a la madre de su futuro hijo – contestó con cierto alardeo.

Me burlé y esto pareció desconcertar la.

Saqué el palillo de mi boca.

– dudo que le moleste. – la estudié y luego me dispuse a hablar. – algo en ti y en tu versión de declamar los hechos no me cuadra.

Su expresión me dijo claramente que la irritaba.

Se escuchó el rugido de un motor. Asome mi cabeza por la puerta y ví a Abner dejar la moto y entrar.

Nos miró a ambos y ralentizó el paso.

– que oportuno – le dije. – ésta chica te busca. Dice que tiene algo muy importante que decirte – enfatice lo que dije indicándole con mis cejas el vientre abultado de la chica.

Abner suspiró

– gracias, papá.

La chica nos miró a ambos.

– ¿ qué has dicho?– preguntó.

– me dijo papá .– la miré con burla.

– ¿ es una clase de apodo entre amigos o algo así?

– No. – respondió Abner.

– ¿ qué clase de broma es esta?

– que yo sepa, ninguna. – respondí

– él... ¿ es tu padre?– preguntó sin poder creerselo.

Abner asintió y yo le guiñe el ojo.

– imposible... Aparenta tener un par de años más que tú. – seguía atónita.

– pues lo es. Él es Patch, mi padre.