Brooklyn:

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Todo este tiempo había estado junto a Dorian. Él era todo para mi y esta nueva noticia , estoy segura que le va a encantar.

Lo cité en la cabaña, lo estaba esperando y cuando llegó corrí a sus brazos.

– ¿ cómo estás? – me besó la mejilla.

– excelente.

– tengo algo que decirte...
– sea lo que sea, puede esperar. – me besó y al mismo tiempo me desnudaba.

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– ¿ cómo marchan las cosas? – pregunté mientras se vestía.

– nada nuevo. Los arcángeles no han hecho movimientos, aparentemente. Y Patch se desespera cada vez más.

–¿ qué tan de ánimo estás para recibir una noticia?

– dependiendo. ¿ es buena?

– oh es maravillosa.

Se terminaba de abotonar la camisa, cuando me preguntó.

– y bien, ¿ cuál es esa noticia?

– estoy embarazada – solté.

Esperé unos segundos a que asimilara las palabras.

– ¿ voy a ser papá?

– bueno , no estoy segura si es tuyo o del repartidor pero...

Me abrazó. Y temblaba.

– voy a ser papá – repitió.

–¿ hace cuánto lo sabes?– su voz me decía que no lo podía creer.

– hace unos días me enteré, pero Según el doctor , tengo dos meses.

Me sonrió lentamente y bajó su mano a mi barriga.
Se agachó y la besó.

– estoy muy feliz – ¡ lloró!

Me reí.

– estás llorando, Dorian.

– si eso hago.– se limpió las lágrimas, riéndose.

– ¿ qué dirá Patch?

– no lo sé. – dije con mi voz apagada. – por ahora no pienso decirle.

– no tarda en notarse el embarazo . por que mi bebé no tardará en crecer muy grande. – volvió a besar mi vientre.

– hay que decírselo hoy a tus padres – dijo.

– ¿ qué hay de los tuyos?

– ellos pueden esperar. Si les decimos ahora, se empeñaran en que te vayas a vivir de inmediato al infierno. – se puso serio. – y no es un lugar que quiero para el embarazo pero cuando nazca... Debe nacer ahí para que se le otorguen los poderes del infierno.

– ¿ los del cielo?

– no sé cómo funcione. Creo que es hora de decírselo a tus padres.

Dos horas más tarde...


– tenemos algo que decirles– dijo Dorian a mis padres.

Ambos nos miraron.

– estoy embarazada – mis manos me sudaban.

Mi mamá abrió sus ojos como platos. Mi papá no tenía expresión alguna.

Finale (Parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora