Patch sigue amando a Nora cómo el primer día que la conoció.
Decidieron vivir juntos una vida tranquila, pero ¿realmente los dejarían lograrlo? Su amor siempre se vio afectado por arcángeles, ángeles caídos y nefilim ¿ qué pasaría si una especie nue...
Subí para dejar a Damián en la cuna. Patch había asegurado todas las ventanas, puso cámara directo a la cuna y al bebé una pulsera con eslabones de plata. Por supuesto con un rastreador.
Sin hacer ni un ruido y con sigilo , traté de acostarlo. Esperaba que no se despertara.
Patch entró y cerró la puerta.
– te estaba buscando. –,dijo acercándose.
– subí para acostar a Damián.
Me dí vuelta y él ya estaba demasiado cerca de mí.
– ¿ qué haces?– le pregunté riéndome.
– tú sabes.
Por su mirada que me devoraba completita, deduje lo que quería.
– ¿ estás loco? – entorné los ojos. – Vee y Scott están allá abajo.
– abajo. Aquí arriba los chicos ya están dormidos.
– ¿ cómo lo sabes?.
– acabo de revisarlos.
– ¿ y mi madre?
– todavía no estaba dormida. – su sonrisa se esparció. – la encerré con llave.
Pelé los ojos.
– ¡patch!
– está en su cuarto, ángel. Hace rato andaba en el ático. – sacudió los hombros por la risa – tuve que hacer un gran esfuerzo por no encerrarla allá arriba.
Me zafe de él.
– ¿¡ por qué lo hiciste!?
– ella sigue creyendo que duermo.– explicó – entra en la habitación por la madrugada y carga al bebé.
– ¿ y qué hay de malo en eso?
– que la primera vez que lo hizo casi le rompo el cuello por pensar que era alguien que venía por Damián.
Por eso era que había dormido bien las últimas noches. Mi madre lo dormía.
– además. – continuó – ¿ qué tal si un día de estos entra y nos cacha en plena acción?
Eso me apenó.
– tienes razón. ¿ pero y si trata de salir?
Me arrinconó.
– deja de razonar. – me besó la oreja.
– No, Patch. – lo rodeé.– Vee y Scott escuchan tanto como nosotros.
Pero él no iba a ceder.
– entonces entenderán y se irán.
Se quitó la camisa y me quedé embobada en su cuerpo. A pesar de todos estos años, todo seguía como al principio.
– ¿ y si no?
– más emocionante entonces.
No entendía a Patch. Le encantaba la adrenalina pero quería que nos escucharan o... ¡ quería hacerlo sabiendo que nos podían descubrir!?
Caminó hacia mi, lento y seductor. Me besó ardientemente, descendiendo poco a poco.
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