Finale (Parte II)

Patch:

Pasé a comprar unas cosas que sabía que le gustarían a Nora y seguí mi camino derecho a casa.

Damián lloraba. Me metí a su pequeña mente y como suponía, tenía hambre pues en su cabeza estaba la imagen de Nora.

– ya somos dos.– le dije.
Le dí uno de mis llaveros para que se entretuviera.

Entré a casa y me fui directo a la habitación. Al parecer Nora se estaba bañando.
Rápidamente recargué a Damián en las almohadas.

– vamos a sorprender a tu mamá .

Me paré del otro lado de la habitación para que fuera él lo primero a la vista de Nora.

Damián me miraba desde la cama, muy atento, luego pujó y estiró sus manos. Al momento Nora cerró la llave del agua y esperó un momento, como si hubiera sido su imaginación. Damián ya no hizo ruido.

– me estoy volviendo loca – dijo saliendo del baño, la vio y se inquietó, moviendo rápidamente sus extremidades.

Nora se quedó inmóvil de espaldas a él, lentamente giró.

– ¡ mi bebé! – aventó el bote de crema que tenía en las manos y corrió a abrazarlo.

Lloraba de felicidad.

– estoy pensando seriamente en desaparecer dos días para que me recibas así. – bromeé.

Me abrazó.

– Te amo, Patch. Trajiste devuelta a nuestros hijos sin rendirte ni una sóla vez.

Me jaló del cuello para besarme.

– cariño, has de estar muerto de hambre – Nora fue a sentarse en el pequeño sofá de la habitación.

Me senté a un lado de ella mientras miraba cuando lo acostaba en su brazo y desabrochó su bata dejando libre su pecho.

Damián lo buscó impaciente como no lograba tomarlo se enojó , gruñendo.
Reímos. Tomé su rostro para girarlo y acercarlo a Nora.

Me quedé impresionado de la velocidad con la que estaba comiendo.

– mi bebé glotón – Nora lo peinaba hacia un lado.

Me encantaba verla así.

Damián se separó y ya iba a renegar de nuevo pero Nora lo cambio de brazo para que siguiera comiendo.

Su cabeza quedó cerca de mi.

– seguramente no te habían alimentado, mi amor.

– intentaron darle biberón pero no lo quiso. – comencé a darle muchos besos a mi hijo.

– ¿ quién lo secuestro?

Noté el dolor que le causaba al decirlo.

– por las huellas, supe que era una mujer, fue mandada por Hank pero no pude dar con ella.

Por un momento sospeché de Dabria pero algo me  decía que no había sido ella.

– no midió las consecuencias de sus actos, ¿ robarse a nuestros hijos?

– lo va a pagar caro – le aseguré.

Las mejillas de Damián se miraban tan tiernas, rellenitas y chapeteadas que me moría por besarlas y no me quedaría con las ganas.

Apoyé mis manos a cada lado de Nora , deposité un beso en su cachete, le dio risa a mi bebé. Le dí otro y otro más, con su manita tomó mechones de mi cabello y tiraba de él.

– eso es todo lo que tienes – me mofé – pues toma – le dí otro beso.

Soltó el pecho de mi ángel y volteó a verme, muy atento con sus ojos muy azules.

Lo adoraba. Le dí un pequeño beso en su nariz.

– dámelo, lo pondré a repetir – me lo entregó.

Nora aprovechó para ponerse crema en el cuerpo
( algo que no me pasó por desapercibido, obvio.)
Se puso su bata de dormir y desenredó su cabello.

Durmió al niño.

– no estoy segura de dejarlo en la cuna – me dijo.

– no pasará nada ángel, dos golpes seguidos no es seguro hacerlos si tienes mucho que perder. Además aquí estamos los dos.

Recostó al bebé.

Aparté su cabello para besarle el cuello.

– ¿ hay algo más que debas decirme?– preguntó .

Mierda.

Levanté mis cejas dándole a entender que se explicara.

– no sé, siento que hay algo más ...

Patch tienes que decírselo, aunque te esperen una infinidad de reclamos.

Pasé mis manos por mi cabello.

– bueno sí.... Hay algo.

Esperó pacientemente.

– sólo dejame hablar y cuando termine podrás decirme todo lo que quieras.

Se cruzó de brazos, eso no era una buena señal

– recuperé a Damián con ayuda de Dabria, fue ahí cuando encontré a Dominick. No iba a poder con los dos así que le pedí que me trajera al niño en lo que yo me hacia cargo de Domm pero después un auto llegó y no quería arriesgar al bebé, así que le dije que te lo trajera y sin hacerme caso se lo llevó a su casa – Nora se molestó , lo ví en su rostro – fue una mala decisión lo sé pero en ese momento mi único interés era sacarlos de todo eso. – solté.

– Patch...
– estás en todo tu derecho de molestarte por mi irresponsabilidad.

Suspiró enredando sus brazos a mi alrededor.

– admito que fue una decisión muy arriesgada y que me molestó su acción , pero no puedo reclamarte nada. Hiciste lo que podías, entiendo lo difícil que pudo ser elegir entre quedarte lo y arriesgarlo o confiar en ella para que me lo entregara cosa que no hizo. No podías haberlo hecho de mejor manera  te amo y te admiro por ello.

Se me escapó una risita de alivio.

– ¿ le hizo algo al bebé? – preguntó.

– jugó a la familia feliz pero no le duró mucho el gusto por que yo se lo arruiné , dejándole en claro que la madre de mi hijo eras tú y no ella.

Nora se quedó con la quijada caída.

– creo que le diste en donde más le dolía.

Asentí, bostezando.

– llevas mucho tiempo sin dejar a tu cuerpo descansar, vamos. – me indicó la cama 

– sólo si vienes conmigo. – la tomé por la cintura .

Asintió riéndose.

– te adoro

Le besé todo el rostro , lo cual le causaba mucha gracia
– vas a despertar al bebé... – miró hacia la cuna.

– con todo lo que ha comido quedó rendido, no se levantará ni aunque grites.

– ¿ por qué gritaría? – cuestionó con confusión.

Una lenta y pícara sonrisa se formó en mis labios.

– ¿ en verdad quieres que te muestre el por qué? – le insinúe.

Abrió su boca y me golpeó el hombro.

– No, hoy no.

– ángel... – estaba dispuesto a suplicar.

– sólo... Espera un poco ¿ si?–  utilizó aquél gesto que me encantaba .

– No. – dije. – no hagas esa cara ángel.

– porfis ....
– de acuerdo – terminé aceptando. – sólo espero que tengas una buena razón

– creeme – me sonrió decidida. – la tengo .

Fuimos a acostarnos, cubriéndonos con las mantas enganché mi brazo a su cuerpo y la atraje lo más cerca que pude.
Mi piel tocaba su piel cálida y suave, inhalé su aroma; me encantaba.

Dios ... Sentía que me volvía loco de amor.