Patch sigue amando a Nora cómo el primer día que la conoció.
Decidieron vivir juntos una vida tranquila, pero ¿realmente los dejarían lograrlo? Su amor siempre se vio afectado por arcángeles, ángeles caídos y nefilim ¿ qué pasaría si una especie nue...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me desperté y no sabía si creerlo o no. Jo- der... Lo que creía imposible en esta vida , parecía disolverse para hacerse posible.
– ¿ cómo diablos es que estás aquí? Moriste hace bastante tiempo.
– yo tampoco lo sé
Me mofé
– bueno está bien , si lo sé. Pero no puedo decírtelo es ultra secreto . ¿ así se dice ahora ? Han cambiado muchas cosas. Todo es tan diferente a la época en que viví.
Estaba totalmente claro que esta vida quería hacerme mi vida de cuadritos.
– dime, esa chica ¿ te hace feliz?
No le respondí.
– contesta y todo esto acabará pronto.
– ¿ para qué lo quieres saber? – dije serio – al saber la respuesta te pondrás como una maldita loca y querrás acabar con su vida. ¿o me equivoco?
Había dado en el clavo.
– parece que has vivido esta situación muchas veces.
– todas quieren matarla. No creo que tú seas la excepción.
– siempre tan sincero y directo Jev.
– ¿ por qué crees que vengo a hacerte daño?
– no creo que haberme apuñalado en las alas y tenerme atado sea una buena señal.
– pues para tu sorpresa , yo no fui quien te encadenó.
– claro y estás aquí por coincidencia ¿ no? Dejate de jueguitos y dí de una vez lo que quieres.
– si te libero... ¿ me creerás?
Mi cerebro se puso a trabajar rápidamente.
– por supuesto.
Nos quedamos en silencio. Un par de minutos después se acercó para liberarme.
– ¿ lo ves? Puedes confiar en mi.
¿ me había visto cara de imbécil? Sin embargo, hay que seguirle el juego.
– ahora veo que sí .– respondí con una sonrisa .
Volteó los ojos.
– si no has cambiado desde aquella época en que te conocí, diría que me estás ...
Me sonrisa cambió a ser letal.
– ¿ cómo es que supiste que estaba aquí?
– una nota en mi casa. No sabía de qué se trataba.
Ajá...
– tuve suerte. – me incliné para registrar el lugar.