Sentí un delicioso calor en mi oreja. Abrí mis ojos para hallar a Patch besándome el oído.
– ya despierta dormilona.– dijo con voz aterciopelada.
Me giré hacia él.
– sólo unos minutos más...
Me sonrió.
– de acuerdo.
**
Desperté y me di cuenta de que esos minutos se habían vuelto horas.Salté de la cama y fui a revisar al bebé ya que no había llorado y estaba raro.
La cuna estaba vacía.Me aceleré. Otra vez no...
Corrí fuera de la habitación y al bajar las escaleras , resbalé de espaladas varios peldaños. Patch salió de la cocina con el bebé y me miró con varias cosas a la vez. Preocupacion, curiosidad y burla.
Lo miré tirada al pie de las escaleras.
– ¿ qué haces? – preguntó burlón.
– reviso que el piso esté limpio ¿ no lo ves!?– respondí con sarcasmo.
– ¿ resbalaste?
Cómo si no lo hubiera visto.
Torcí los ojos.– fue eso o satán me jaló el pie.– me levanté , sobándome
Patch soltó una carcajada tremenda.
Lo miré molesta pero en el fondo quería unirme le en su risa pero era más el dolor del golpe.
– anda, sigue burlándote. No fuiste tú quien se ha caído.
– yo no bajo las escaleras corriendo – dijo – y aún si lo hiciera, mi coordinación es bastante buena como para caerme .
– yo... ¡Sólo resbalé!
– claro. Y yo sólo me acosté contigo y mira; – levantó al niño para mostrarmelo.– él está aquí. Comiendo y durmiendo.
Continuaba burlándose.
Se lo quité.
– podrías haberme dicho que te lo llevarías.
– lo intenté pero roncas peor que un oso, ángel.
Lo miré con los mejillas rojas.
Me dí la vuelta para irme pero me detuvo de la tela de mi ropa .
– ¿ a dónde crees que vas?– dijo en un tono autoritario.
– lejos de ti.– solté.
Dejé al bebé en el porta bebé.Escuché su risita. Sexi.
– entonces tendrías que morir por que ningún lugar es lo suficientemente lejos de mí, porque sabes que siempre te voy a seguir. No importa a dónde vayas. – me besó el hombro. – aunque morir tampoco está dentro de tus posibilidades.
– ¿ por qué soy inmortal?
– eso y que jamás lo permitiré. – me obligó a mirarlo. Adoptando una voz intensa dijo: – yo te protegeré siempre.
Me aparté. No se me olvidaba que había dicho que roncaba como un oso.
Y como si me hubiera leído el pensamiento...
– ¿ te molestaste por lo del oso?– preguntó irónico.
– como tú no duermes! Por eso te burlas de mí. Estás tan aburrido por las noches que te pones a observarme.
– hay cosas más divertidas que burlarme de tus ronquidos, ángel. – la diversión estaba plasmada en su rostro.
Y yo estaba segura que mi rostro estaba completamente rojo.
– además, si yo durmiera o en las ocasiones que lo hago, estoy seguro que ronco más que tú. Soy un hombre.
– ¿¡ y eso qué!? – exclamé – Vee ronca peor que tú y que yo juntos. Y tú no eres un hombre!
Levantó las cejas aún preso de la burla pero noté que le dolió.
– ¿ ah, no? Entonces ¿ qué soy?
– un maldito ángel.
Continuó con las cejas levantadas.
– bueno, un ángel macho.– rectifique – pero no un hombre. Eso sólo aplica para los humanos. – lo dije con toda la intención de darle un golpe bajo.
Dio un par de pasos hacia mí y me tomó la barbilla.
– éste ángel macho ha estado a tu lado la mayor parte de tu vida. Es el líder de los arcángeles , ha peleado más que otro ser en esta tierra, tiene a la mujer más hermosa del planeta a su lado. Te ha hecho seis hijos y también es el que te hace gritar en la intimidad – su voz era grave. – si. Mejor que cualquier otro hombre.
Levanté la barbilla con dignidad.
– no te sientas tan seguro de eso. Fácil podría hacerme de otro hombre. Creo que Israel estaría más que contento de probar la teoría.
Se le borró la sonrisa.
Pasó una mano a lo largo de mi cuello y me acercó a su rostro para que lo mirara fijamente.
Sus ojos me consumieron.
Con su mano libre recorrió mi muslo desnudo, con una caricia suave y tentadora, subiendo mi camisón.
Me tembló el cuerpo. Continuó subiendo hasta que llegó a mi zona. Cerré mis ojos.
Ahogué un gemido.
Esbozó una sonrisa lenta y triunfante.
– más que seguro – afirmó al mismo tiempo que me guiñó el ojo. Se marchó.
Me quedé ahí parada. Incrédula. Me había vuelto a derretir con sus caricias coquetas, como siempre. Era un maldito seductor.
Mi niño lloró y fui a ver que necesitaba. Aún eclipsada por el momento.
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Finale (Parte II)
FanfictionPatch sigue amando a Nora cómo el primer día que la conoció. Decidieron vivir juntos una vida tranquila, pero ¿realmente los dejarían lograrlo? Su amor siempre se vio afectado por arcángeles, ángeles caídos y nefilim ¿ qué pasaría si una especie nue...