Finale (Parte II)

patch:

La acosté en su cama, esperado a que despertara. Rogaba, encontrar una forma de invalidar su juramento pero la idea de perderla me hacía tanto daño que no me dejaba concentrarme.

– Patch... – susurró.

Tomé su mano.

– aquí estoy ángel.

Se incorporó en la cama.

– tengo mucho miedo.– dijo, recordando lo que había sucedido.

– ángel, hemos estado en peores situaciones y logramos salir. – le di un beso en su frente. – ya se nos ocurrirá algo.

– quiero ver a katherine. Ella aún es pequeña y no me gusta para nada que esté sin mi supervisión.

– vamos. Te llevo.

– antes, quisiera tomar una ducha.

Asentí.
Tomó su bata de baño y salió.

Me Recosté en su cama, esperándola.

En mi mente se formuló un plan para sacar a Nora de todo esto.

Hank había dicho que hizo un trato con un demonio. Entregando su alma y la de Nora. Pero resulta que Dorian, el de satán. Está enamorado de Brooklyn y si él lo ordena, se deshace el trato. Pero tenía que haber alguna traba, joder. No podía ser así de fácil.

Minutos después Nora salió de bañarse.

Me miró y la miré.

– ¿ qué? – le pregunté.

– necesito vestirme – dijo señalando su cuerpo.

Una lenta y pícara sonrisa se formó en mis labios.

– yo te prefiero desnuda.– era una insinuación.

Se puso una mano en la cadera.

– no podré cambiarme contigo aquí.

Ah no?

– ¿ por qué no? Tú y yo...– le di a entender mi pensamiento.

Me arrojó su cepillo.

– ya, vale. – levanté mis manos en señal de rendición. –   Cerraré mis ojos.

– ¿ en verdad crees que te compro que no mirarás? – ironizó.

Ella tenía razón.

– quiero mirar, es cierto.– admití. – pero si lo hago me sacarás, lo sé.

Se me quedó mirando. Cerré mis ojos para probar que lo haría.

Segundos después escuché que abría las puertas de su armario.

Abrí un ojo , y ví que sacaba unos jeans y una blusa blanca.

Se deshizo de su bata.

Dios...

Levantó la mirada y rápidamente cerré mi ojo.

– ¡ Patch! – me lanzó su bata.

No pude evitar reírme.

La halé de sus muñecas y la atraje hacia mi. Quedando encima mio.

– eres perfecta – con mi dedo índice , tracé su nariz.

Se recorrió un poco más hacia arriba y quedó a horcajadas sobre mi regazo.

Me besó y capté su indirecta.

Rápidamente rodé, quedando encima de ella.
Me quité la playera y ella me desabrochó el pantalón..
Sonreí pícaramente.

Besé su cuello y me tomé mi tiempo, entreteniéndome un buen rato. Disfrutaba escuchar la respiración de Nora cuando la besaba así.