Finale (Parte II)

Patch:

Mis fuentes me confirmaron que ciertos ángeles caídos, tenían a Abner y Rixon también estaba involucrado. Espero y Dominick lo haya interceptado.

Subí al cielo para ir por las plumas.

Un grupo de ángeles vengadores me detuvieron. Los detestaba.

– Jev...– dijo el líder – ¿ qué haces regresando sin avisar?

Me exasperó..

– quiten se del camino, no estoy de humor para lidiar con ustedes.

– cuida tus palabras, Jev. Si nos molestas podemos arrancarte las alas en este mismo instante – lo dijo sintiéndose superior.

Y si se trataba de jugar a eso.... Bueno, yo era un as en jugarlo.

Me quedé analizándolo, sabía que esto lo haría enojar.

– ¿ te olvidas que soy tu líder? – recalqué. – no quieras sentirte superior sólo por que me has quitado las alas en varias ocasiones. Es cierto. Lo hiciste , genial. Pero por orden de alguien de más arriba, Cuyo rango está por encima del tuyo. – le sonreía – ¿ adivina quién está en ese rango ahora, angelito ?

Su cara estaba roja .

– ahora ocupate de hacer tu trabajo y dejame hacer el mio. – me dispuse a pasar pero de nuevo me bloqueó.

– dime la razón del por qué has venido.– insistió.

– no tengo por qué darte explicaciones.– respondí.

– claro que sí. Es mi trabajo.

– y el mio es proteger a los habitantes de ésta tierra.

– tú eres un arcángel que habita en la tierra, no en el cielo. Tú lo decidiste así y por eso estoy en todo mi derecho de cuestionarte. – me miró con repudio – preferiste a los inútiles humanos que a tu propia naturaleza.

– no blasfemes, puedo condenarte por eso.– le advertí. – y sí, tienes razón. Decidí vivir en la tierra por mi familia. – le dije – pero mi trabajo lo hago a la perfección, debo admitir que se hace mejor viviendo allá abajo. Arriba sólo observas. Allá, por el contrario ; Se observa y se experimenta.

– a nadie engañas con tus palabras. Todos te conocemos Jev. – dijo con frialdad – siempre endulzandonos los oídos con tus palabras , sabiamente bien escogidas. Eres muy bueno. El mejor que haya conocido.

Me encogí de hombros.

– es una de mis habilidades.

– que arrogante – comentó.

Bien. Ya tenía suficiente.

– podemos pasar toda la noche aquí, hablando sobre mis virtudes y halagándome.– me mofé. – pero tengo asuntos más importantes que charlar con un ángel vengador.

Lo aparté con brusquedad y entré al cielo.

Me dirigí al registro celestial. Notifiqué y archivé el motivo por el cual retiraría las plumas.

Sorprendentemente la de rixon ya no estaba.
Tendría que pensar en otra manera eliminarlo de una vez por todas.

Miguel estaba afuera, esperándome.

– Jev. Que bueno que te encuentro. – dijo – los ángeles vengadores me han informado de tu visita inesperada y de tus... Modales.

– me alegra de que haga bien su trabajo – comenté sarcástico – si me disculpas, tengo un asunto urgente que atender.