Entre vinos y tarantelas

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En Londres, específicamente en la mansión Smith, Greta estaba emocionada al ver que una lechuza blanca con una cinta colgada en trasversal con la bandera italiana se posaba en el brazo de la banqueta donde estaba sentada, mirando con admiración su laboreado jardín. La lechuza llevaba atada a la pata una carta que la señora Smith desató con celeridad. Sus dedos estaban temblorosos, aunque ya estaba acostumbrada a tener a Emily lejos de sí, de gira con la banda, en su casa propia o en Hogwarts, no podía negar que la mataba la incertidumbre de no saber cómo le iba en su nueva vida de casada.

Lamentando que el señor Smith no hubiese vuelto aún del trabajo (aunque ya le mostraría la carta, más tarde cuando llegase) tomó el sobre, despegó el lacre y desdobló el pergamino que había en su interior mientras sus hermosos ojos azules recorrían con avidez cada palabra, cada frase y cada oración:

Queridos mamá y papá:

No tienen idea de lo feliz que he sido junto a Sev en tan poco tiempo, nos hemos divertido muchísimo y hemos aprendido un sin fín de datos sobre la cultura italiana (aunque Severus aún no se adapta a la forma particular en que lo saludan los hombres italianos) hemos visitado lugares emblemáticos y preciosos de aquí de Roma, incluyendo La Porta. 

Hoy estuvimos en Venecia, vimos una obra de teatro, compramos máscaras venecianas para suvenir y además subimos a una góndola donde canté para Severus mientras atravesábamos el gran canal. Él estaba maravillado con el puente Rialto que es el más antiguo y más famoso de toda Venecia. Ahora estamos de nuevo en el hotel y nos preparamos para visitar Génova mañana por la mañana en compañía de Donatello Mastrantonio, pues vamos a conocer los viñedos que tiene su familia allí, aunque de seguro cuando estén leyendo esta carta ya nos estemos preparando para salir a Génova, pues el gerente del hotel me ha dicho que la lechuza tendría que viajar toda la noche para llegar a Inglaterra, y por lo tanto esta carta probablemente llegará mañana.

Severus es muy gentil conmigo, siento su amor a cada instante: me respeta, me cuida y se ha portado como el caballero que es ¡Dios santo! A cada instante que pasa siento que lo amo cada vez más y más y de la misma manera me siento amada por él.

Probablemente estemos de regreso para pasado mañana pues el curso en Hogwarts está por comenzar.

Bueno... sin más a qué hacer acotación por ahora, se despide de ustedes su hija que tanto los ama y extraña...

Emily Smith... ¡Ooops!... quise decir Emily Snape (pues ahora soy una señora casada)

P.D: Los paparazzi se han vuelto un poco intensos e incluso uno de ellos estuvo acosándonos cuando intentamos cenar en el restaurante del hotel, pero del resto hemos disfrutado mucho nuestra luna de miel y además hemos preferido visitar los lugares muggles para no ser acosados.


Greta sonrió al terminar de leer aquella carta mientras, de sus ojos, brotaban sendas lágrimas de alegría y satisfacción. Su hija era feliz, su hija era supremamente feliz, no hacía falta verla a los ojos o escuchar su voz para comprobarlo, pues hasta el pergamino y la tinta que había utilizado para expresarse, estaban impregnados de su emoción y alegría. Era todo lo que quería.


En Italia, efectivamente Emily y Severus se encontraban ya en el atelier de Donatello en La Porta, a punto de partir a Génova por medio de la red flu de la oficina del diseñador de modas.

—¡Tengan! —dijo Donatello, depositando una pequeña cantidad de polvos flu en las manos de sus invitados—. Deberán decir: A la residencia Mastrantonio y a la volta... eh... quiero decir, a la vez, estarán allí.

El Pocionista y la CantanteWhere stories live. Discover now