Veneno

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Al despertar, Severus intentó no despertar también a Emily que dormía profundamente recostada en su pecho, roncando débilmente, lo que le indicó a él que tal vez ella estaría muy cansada ya que de seguro habría procurado quedarse despierta para cuidarlo. Ya no tenía fiebre, tal vez se trataba de algo emocional. Se movió con cuidado e intentó apartar a Emily con delicadeza, pero ella inmediatamente abrió los ojos y se incorporó como impulsada por un resorte invisible. Por inercia llevó una mano a la frente de Severus para comprobar su temperatura.

¿Qué sucede? ¿Te sientes mal, amor? ¡Oooops! Ya no tienes fiebre ¡Gracias a Dios!

Descuida, Emily contestó él sonriendo ligeramente—. Es cierto, ya no tengo fiebre. Intenté no despertarte, pero fue inútil.

Estuve pendiente de ti, no quería que te subiera la fiebre.

La poción es muy efectiva y evita que eso suceda.

¿Entonces ya te sientes bien, amor?

Perfectamente contestó él después de besarla en los labios—, pero no debiste desvelarte, no le hace bien al bebé, Emily.

Tienes razón, cariño pero estaba muy preocupada por ti.

Ya no tienes por qué estarlo.

Bien, entonces bajemos a desayunar propuso Emily incorporándose de la cama.

Primero quiero darme un baño. Iré a preparar la tina terció él.

Pues ya somos dos contestó ella—. ¿Que tal si la compartimos? inquirió Emily con una sonrisa picara que le arrancó a su vez una sonrisa a su marido...


Ese día daba comienzo ya al mes de marzo y la lluvia de los días pasados, lejos de mermar se había intensificando, había mucho viento y el cielo gris parecía no querer dejar cabida al sol.

Ese día todos los alumnos estaban particularmente molestos porque en todos los tablones de anuncios de las casas apareció una notificación que declaraba que la salida a Hogsmeade, pautada para ese día, había sido cancelada también debido, no solo a las fuertes lluvias, sino al último incidente fatal que había ocurrido en el pueblo. Ron particularmente era el que más furioso estaba, pues se suponía que ese día lo recibirían los gemelos allá para entregarle su obsequio de cumpleaños que coincidía con la fecha de la excursión.

—¡Esto apesta! —se quejó Ron después que Harry entró de nuevo en la habitación luego de haber bajado y ver el tablón de anuncios—. No iré a Hogsmeade en mi cumpleaños. Anoche durante la fiesta de Emily, quedé con los gemelos en encontrarnos allí, iban a darme su regalo.

—Era lógico, ¿no? —dijo Harry dirigiéndose hacia su baúl—. Después de lo que ocurrió con Katie Bell que ni siquiera ha vuelto de San Mungo y también lo de ese periodista muerto por los mortífagos hace unas semanas, todo se ha vuelto un caos.

Harry comenzó a buscar el mapa del merodeador para vigilar a Malfoy como solía hacerlo últimamente y mientras lo buscaba, iba sacando cosas de su interior hasta que al fin lo halló.

Además, Ron, sigue siendo tu cumpleaños, ¿no? ¡Disfrútalo!

Tienes razón dijo el pelirrojo destapando los regalos de su familia que otrora habían dejado los elfos sobre su cama.

El Pocionista y la CantanteWhere stories live. Discover now