Su nombre es tabú

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Tonks se encontraba en su habitación, con el pequeño Ted dormido sobre su pecho desnudo.

—¡Ah! Ya comiste suficiente —exclamó la metamorfomaga arreglándose la ropa para ir a acostar a su bebé en la cuna.

Allí se quedó contemplándolo mientras se preguntaba si Harry tendría éxito en lo que se había propuesto, si ella y Remus lograrían criar a Ted, y si su padre, Emily y los chicos regresarían a casa. Le desesperaba no poder hacer nada por ayudarlos pero no podía pasar por alto el hecho de que su bebé la necesitaba.

Le aterraba cuando Remus salía de la casa para las misiones de la orden y para las entrevistas de Pottervigilancia, la radio fundada por Lee Jordan y otros miembros del E.D pero sabía que era necesario combatir. Si tan solo pudiera saber como les estaba yendo a Harry y los chicos...

De pronto, escuchó voces en la parte inferior de la casa, de modo que decidió ir a ver de quien se trataba, no sin antes tomar su varita como precaución...

Al bajar la escalera hasta el primer descansillo se dio cuenta de que era Remus que estaba hablando con Andrómeda. Por la emoción de ver a su marido, Tonks pasó desapercibida la expresión de tristeza en el rostro del hombre y los ojos llorosos de su madre.

—Amor, ya estás aquí por fin. ¡Qué gusto verte!... ¿qué pasa? ¿Sucedió algo malo?

Remus guardó silencio, incapaz de soltar una noticia tan devastadora, solo se limitó a bajar la cabeza.

—Mamá ¿qué pasa? ¡Dime, por favor!

—Es tu padre, hija —respondió Andromeda ahogada por el llanto. La orden lo encontró muerto junto a un hombre llamado Dirke y un duende.

—¿Qué? ¡No puede ser posible! —exclamó Tonks sacudiendo con energía la cabeza en forma negativa—. No es cierto... Ustedes están mintiendo ¡Díganme que no es cierto!

—Jamás podríamos mentirte con algo así, hija.

—¡Remus! Por favor, amor, dime que fue un error, dime que papá está vivo y regresará en cualquier momento.... Tal vez se equivocaron de nombre.... ¡Quizá escuchaste mal!

—Lo lamento, querida... De verdad lo lamento.

—¡Nooooo! —gritó Nymphadora arrojándose a los brazos de su madre—. Quiero a mi papi de vuelta. ¿Dónde está?

—Está en casa de Kingsley por ahora mientras hacemos los preparativos para el funeral —respondió Remus con voz triste, lamentando profundamente la muerte de su suegro y el dolor de su esposa y suegra.

—Lo quiero de vuelta, mamá —dijo Tonks sollozando—. Quiero a mi papi de vuelta... ¡Papá! ¡Papá! En mala hora te fuiste de casa.

—¿Quién fue? —preguntó Andrómeda soltando con delicadeza a su hija que ahora quería refugiarse en los brazos de Remus.

—Se piensa que fueron los mortífagos porque dejaron la marca tenebrosa en el cielo, justo sobre los cuerpos.

—¡Malditos! ¡Me las pagarán! De seguro fue ella, la desgraciada de Bellatrix... La detesto, mamá. Ella ya intentó matarme cuando fuimos a buscar a Emily y a los chicos en el ministerio de magia hace un par de años, siempre nos odió.

—No busques venganza, hija. Ya tenemos suficiente con lo de tu padre. No quiero perderte a ti también.

—Lo sé, mamá pero algo tenemos que hacer —respondió Nymphadora—. No puedo quedarme aquí sin luchar.

—Tu parto aún está reciente, amor, además piensa en Teddy y en tu madre.

Tonks observó como Andrómeda se dejaba caer sobre un sillón presa del llanto y enseguida se fue a su lado a consolarla.

El Pocionista y la CantanteWhere stories live. Discover now