Las calamidades del director

231 26 5
                                    


—¿Te encuentras bien, Emily? —preguntó Hermione luego de haber pasado una hora de que su amiga abandonó la tienda para estar sola

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿Te encuentras bien, Emily? —preguntó Hermione luego de haber pasado una hora de que su amiga abandonó la tienda para estar sola.

La cantante se secó los vestigios de lágrimas al escuchar la voz de su amiga y asintió.

—No te preocupes, Hermi, solo pensaba en mis padres. Espero que estén bien —respondió antes de girarse para darle el frente.

—Los míos lo están aunque no me recuerden —contestó la castaña con voz trémula.

Emily la estrechó en un abrazo tierno.

—Te juro que todo esto va a pasar, Hermi. Podrás buscar a tus padres para deshacer el hechizo y entonces podrás manejar la P.E.D.D.O.


En la mansión de los señores Smith, ambos temblaron de horror al advertir la presencia de Snape...

Hacía mucho tiempo ya que los aurores que el señor Smith contrató abandonaron la casa, pues al cambiar de ministro todo pasó a ser diferente. Nadie tenía derecho a contratar los servicios del departamento de aurores para protección personal, pero esta resolución era un mero protocolo ya que el departamento quedó deshecho en cuanto Scringeour murió porque todos se vieron en la necesidad de huir del ministerio ante las sospechas de que los buscarían para matarlos y la verdad era que no se equivocaban. Casi todos se unieron a la Orden del Fénix.

Jacob Smith sacó la varita posicionándose frente a su esposa con actitud desafiante. Ella también sacó la suya pero era evidente que estaba aterrada.

—He de suponer que ya conocen el por qué de mi visita —espetó Snape apuntándolos también—. Solo quiero saber dónde está Emily, es todo.

Era evidente que él estaba seguro de que ninguno de los dos conocía la respuesta a esa pregunta pero debía cumplir el encargo del Señor Tenebroso que estaba lo bastante molesto por la irrupción de Potter y los otros en el ministerio, al menos agradecía el hecho de que fuese él el encargado de aquella misión y no cualquiera de los demás mortífagos, en ese caso los señores Smith correrían grave peligro y de sucederles algo, Snape estaba seguro de que Emily jamás se lo perdonaría por más que se enterara de la verdad acerca de su doble espionaje.

—Ninguno de los dos lo sabemos, Snape —respondió con rabia el señor Smith—. Y además ¿crees que si lo supiéramos te lo íbamos a decir?

—Ya conoce nuestros métodos, son bastante persuasivos —intentó amenazarlo Snape.

El señor Smith pareció sorprendido y la señora más aterrada aún.

—¡Aléjate de nosotros, Snape! Mi marido te dijo la verdad, no sabemos nada acerca de Emily. Hace mucho tiempo que perdimos contacto con ella, desde la boda del hijo mayor de los Weasley.

—¡Por la espesa barba de Merlín! ¡Es el esposo mestizo de Emily! —exclamó Hepzibath Smith desde su marco, después de despertar de su siesta.

El Pocionista y la CantanteWhere stories live. Discover now