Un buen consejo de un buen amigo.

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—Harry perdóname, pero no hay pruebas de que Draco haya hecho eso ¿Qué te hace pensar que lo hizo? —preguntó Emily.

Katie Bell fue conducida a la enfermería. A duras penas Snape pudo evitar el avance de la terrible maldición y la chica dejó de gritar y retorcerse, pero aun así lloriqueaba y temblaba mucho, por lo que MacGonagall, en calidad de subdirectora, tras la ausencia de Dumbledore, guiada por los consejos de Snape y la señora Pomfrey, ordenó el traslado de la chica a San Mungo.

Dentro de la enfermería, Harry insistió en que Malfoy podría ser quien le ofreció el collar maldito a la chica y Snape, furioso le exigió pruebas.

—Preferiría hablar contigo a solas, Emily —respondió Harry fulminando con la mirada a Snape.

—Esa es una acusación muy grave, Potter —soltó la profesora MacGonagall.

—Tengo mis razones para creer lo que creo —afirmó el muchacho.

—Harry, basta por favor —suplicó Hermione.

—También podría hablar con usted, profesora MacGonagall, pero...

—Mi presencia está de más, ¿no es así? —soltó Snape con el ceño tan fruncido que sus ojos parecían dos hendijas—. Aun y cuando estés difamando a un alumno de mi casa según tú, no debo estar presente —luego exhaló una escueta risa sarcástica y añadió—: no tienes pruebas de ello, Potter.

—Cielo, no te preocupes, yo me encargo —dijo Emily tomándolo del hombro mientras él caminaba a la puerta de la enfermería.

Harry, Ron, Hermione, Emily y la profesora MacGonagall se fueron hacia el despacho de esta última y entonces Harry les contó que cuando estaba a punto de empezar su segundo curso, cayó por error en la chimenea de Borgin y Burkes y que allí escuchó a Malfoy manifestarle a su padre el deseo de poseer el collar que había lastimado a Katie.

—¿Y Lucius se lo compró? —preguntó Emily un poco nerviosa.

—No... pero tal vez regresó luego por él.

—Potter, eso no nos dice nada...

—Pero, profesora MacGonagall —pugnó Harry con impotencia—. Este verano...

—Harry, no creo que sea conveniente —trató de intervenir Ron, pero él no le hizo caso.

—Seguimos a Malfoy hasta Borgin y Burkes con ayuda de mi capa invisible y escuchamos que él amenazó al viejo Borgin con hacerle daño, si éste no le indicaba como reparar un objeto que él posee y que al parecer tiene vinculo con otro que permanece en la tienda. Sé que suena extraño, pero Malfoy trama algo, de eso estoy seguro.

—Harry, Draco está pasando por un momento difícil y ya sé que es un poco rebelde, pero sinceramente no creo que...

—Sabía que lo defenderías, Emily —dijo Harry negando con la cabeza.

—¿Acaso vieron a Malfoy salir de la tienda con algo en las manos? —inquirió MacGonagall de repente.

—No —respondió Hermione pensativa—. Él solo dijo que no podría ir por la calle con eso.

—Porque es evidente que era un objeto peligroso —soltó Harry—. Además no querría tocarlo, ya ven lo que sucedió con Katie.

—Chicos, ¿no creen que tal vez podría haberlo envuelto y guardado bajo su capa? —preguntó Hermione—. Lo que guarda allí en la tienda debe ser algo grande o ruidoso, además yo vi el collar cuando entré y Borgin nada más me dio el precio, no me dijo que estuviera apartado.

El Pocionista y la Cantanteजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें