Capítulo 18 (Segundo Arco).

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INICIO DEL SEGUNDO ARCO.

Cuatro años antes.

—¡Lanza bien!

El grito de un hombre mayor retumbó en toda la habitación, logrando despistar a los cinco jóvenes que allí estaban. Eran personas de más de veinte años, a excepción de uno de ellos, de una corta edad de dieciséis; era demasiado pequeño y no podía estar allí, pero su familia tenía el dominio y habilidad que se requería para mandarlo a entrenar de todas formas. Su cabello se pintaba de rosado, sus músculos eran visibles a pesar de ser todavía un niño adolescente, y se veía en verdad tierno, con pizcas de inocencia; pero su expresión tétrica e insensible dejaba mucho que pensar..., pues estaban entrenando a un asesino, no debía tener emociones. Allí era ser fuerte o débil y, si llegabas a encajar en lo último, tu vida se terminaba a manos de los miembros de la organización.

—¡Te dije que lanzaras bien! —volvió a gritar.

Aquel hombre le gritaba a uno de los jóvenes que entrenaba, mientras que los otros cuatro se hallaban ejercitándose hasta que tocara su turno de ser evaluados. El joven de cabello rosado dirigió su mirada al piso superior, viendo la poca cantidad de espectadores, entre los cuales se encontraba su padre. Sintió un escalofrío al ver la tenebrosa sonrisa de ese hombre, quien insinuaba con su mirada que hiciera todo bien, porque, si no, sabía lo que le esperaría en la casa, pues ahora su madre ya no estaba para protegerlo de él. Tragó saliva en seco, manteniendo su expresión insensible, como si nada le estuviera molestando, y peinó su cabello hacia atrás. Estaba bastante sudado debido a tanto movimiento, por lo cual su musculosa negra se pegaba a su cuerpo, marcando cada detalle de este.

Tres disparos fueron dirigidos hacia aquel joven al que estaban entrenando, sin lograr herirlo, pero nadie se impresionó por ello; es más, varios se mantuvieron platicando como si nada pasara. El adolescente de cabello rosado se estiró un poco, sabiendo que era su turno de pasar al frente y con la certeza de que lo haría bien, pues su padre se mantenía observando y no estaba en su diccionario la palabra "fallar". Carraspeó un poco, notando cómo los tres compañeros a su lado lo veían con total desapego, pues no iban allí a hacer amigos, sino que competían por saber cuál era el mejor.

Había decidido seguir con los negocios de su padre luego de que asesinaron a su madre frente a sus narices, así que no podía darse el lujo de fallar ahora. La venganza alimentaba su alma a cada día y su sed de sangre hacia el maldito asesino de ojos y cabello negro no dejaba de incrementar, ambas eran peligrosas. Ese niño era una bomba de tiempo a punto de estallar, pues, en cuanto hallara a la persona que mató a su más preciado ser en el mundo, no tendría ninguna piedad. Juró, frente al cuerpo de su amada madre, que lo encontraría y cortaría su cabeza. Le daba igual si eso no le devolvía la vida a ella, pues sabía muy bien que era imposible, pero necesitaba hacer sufrir a ese tipo fuera como fuera.

—Park Jimin, ¿verdad? —preguntó el entrenador y este asintió con una expresión insensible—. Miren ustedes —se dirigió hacia los otros—, presten atención. ¡Así se lanza una cuchilla!

Respiró de manera profunda, observando el cuerpo de un hombre vivo atado en una silla contra la pared y a diez metros de distancia, el cual sollozaba con su boca cubierta por una cinta adhesiva, rogando por su vida. Era una pena, porque Jimin no le prestó nada de atención a sus súplicas ahogadas en llanto. Se colocó en la posición correcta, esperando a que el entrenador diera la señal y, en cuanto este lo hizo, fue en tan solo unas milésimas de segundo que la cuchilla llegó hasta el centro de la frente del hombre en la silla, quitándole la vida en un instante. El entrenador sonrió satisfecho y volvió a señalar a Jimin, quien se mantenía viendo el cuerpo de aquel tipo, sin ninguna expresión ni arrepentimiento. Se había convertido en un asesino a sangre fría y su padre no podía estar más que orgulloso de él.

Pinky Hair Boy - YoonMin [+18] EN FÍSICO DISPONIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora