Capítulo 48.

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Un automóvil de color platinado avanzaba por una avenida que siempre estaba bastante transitada en los horarios laborales, pero que ahora se hallaba casi vacía en su totalidad. Era de madrugada y no muchos pasaban por allí a esas horas. El joven que conducía el vehículo estuvo dando muchas vueltas por varias calles para lograr que no los siguieran o, si es que alguien estaba detrás de ellos, que los perdieran de vista. No quería arriesgarse a ir a un lugar sin tomar precauciones, mucho menos sabiendo lo que había hecho. Sus nervios le jugaban una mala pasada, sabía muy bien lo que tenía que hacer, pero el "cómo" llegar a eso y sus métodos eran el problema. El arma que había utilizado contra R.M. tenía ahora tan solo una bala y no había ninguna otra cosa para defenderse más que la fuerza bruta. Si llegaban a encontrarlos, sería muy tarde, porque no podría hacer nada al respecto.

—Jimin... —susurró su mejor amigo, en el asiento del acompañante—. Jimin, tranquilízate. Nadie nos está siguiendo.

El joven de cabello rosa pastel chasqueó su lengua y comenzó a estacionar el vehículo en una de las esquinas, quedándose allí sin decir una palabra mientras que Jungkook no dejaba de verlo con preocupación. Jimin estaba exhausto, no sabía qué era lo que había hecho, tan solo accionó como todo amigo lo haría. No podía acomodar muy bien sus pensamientos, estaba confundido. Apretó sus manos, empuñándolas con fuerza y respiró de manera profunda, exhalando el aire en un suspiro para luego reposar su frente sobre el volante. Sintió una mano que se posaba en su espalda y la acariciaba con suavidad, como si intentara calmarlo, cosa que le dio ternura porque sabía de quién se trataba.

—Gracias... —dijo Jungkook con angustia.

La tensión en el cuerpo de Jimin pareció desaparecer luego de escuchar esa palabra, simple pero llena de sentimientos, con un valor único. Sonrió con cariño, volteando a ver a su amigo y llevó una de sus manos hacia la cabeza ajena para agitar un poco su cabello. El vehículo se puso en marcha otra vez, ahora con Jimin más relajado, avanzando rápido hacia algún lugar que Jungkook desconocía. Avanzaron por varias calles y llegaron a una zona llena de hoteles, donde por lo general los empresarios tienen juntas o pasan la noche por negocios. No era el centro de la ciudad, pero mucha gente se hospedaba en los hoteles de allí. Jimin se dispuso a estacionar el automóvil en un gran lugar que estaba lleno de vehículos, procurando no exponerse tanto. Luego apagó el motor para quitar la llave y los seguros de las puertas, cosa que extrañó a Jungkook, quien se quedó observando las acciones ajenas.

—Vamos... —dijo, abriendo la puerta.

—¿De qué hablas? Es un estacionamiento al aire libre.

—Hay que pasar la noche en algún lugar, ¿no lo crees?

—Pero...

—No te preocupes —le interrumpió—. No creo que quieras dormir en el auto, ¿o sí? Por eso fui por muchas calles. Nadie nos siguió.

—Jimin, no podemos entrar a uno de esos hoteles —dijo con impaciencia.

El joven de cabello rosa pastel rodó sus ojos con fastidio y salió del automóvil sin responderle, cerrando la puerta con fuerza y dirigiéndose hacia la entrada del lugar. Caminó unos pasos para luego detenerse a ver si Jungkook abandonaba el vehículo o no. Sonrió al instante en cuanto lo vio correr hacia él. Presionó un botón del llavero para que las puertas se trabaran, solo por las dudas, y tomó a su amigo de la muñeca, como si fuera un niño, para finalmente caminar con él. Ninguno de los dos pudo notar que otro automóvil se encontraba a unos metros del lugar, llegando.

—¿Qué es lo que hacen aquí? —Preguntó el joven dentro del vehículo, observando con atención los edificios tan altos.

—Es extraño que no notaran que los seguíamos —respondió su acompañante.

Pinky Hair Boy - YoonMin [+18] EN FÍSICO DISPONIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora