Capítulo 49.

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Un automóvil de color platinado iba a casi toda velocidad por una autopista, intentando perderse de la vista de aquella motocicleta negra que los perseguía y no chocar con otros vehículos. Jimin, de un momento al otro, había entrado en un estado de desesperación absoluto; parecía que no podía ni siquiera bajar un poco la guardia, porque alguien estaría sí o sí detrás de él y eso le recordaba demasiado a las pesadillas que tuvo que vivir en carne propia con su padre, cuando este sabía absolutamente todo lo que hacía. Odiaba sentir eso, detestaba la idea de jamás estar tranquilo, lo estresaba. A lo lejos se escuchaban las sirenas de la policía, esto ya se había convertido en un problema muy grande.

—¡Jimin! —Le advirtió su mejor amigo al ver, por el espejo retrovisor, que esos tipos sacaban armas.

Ambos agacharon sus cabezas al escuchar los disparos y, desafortunadamente, la velocidad empezó a disminuir. Las balas llegaron a romper el vidrio de la parte trasera y una llegó a quebrar el que tenían en frente con lo que se dieron cuenta de que no salieron heridos por simple suerte. Jimin notó cómo la motocicleta se acercaba cada vez más e intentó acelerar con todas sus fuerzas, entendiendo que el problema no era que ellos iban lentos, sino que algo les hacía disminuir la velocidad. Estaba claro que se trataba de un neumático roto, pues el automóvil comenzó a tambalearse a medida que avanzaba. Chasqueó su lengua con impaciencia y temor, observando cómo Jungkook tomaba el revólver que tenía tan solo una bala para usar.

—¡Espera, no lo uses! —Le dijo, intentando no perder el equilibrio.

—¡Hay que hacer algo, Jimin! —Exclamó, con su mano detenida justo frente a la manivela que abría la ventanilla.

—¡Tan solo tiene una bala, no la uses!

—¡¿Cómo pretendías escapar con un arma que se puede usar solo una vez?! —Ahogó un sollozo, pensando que todo estaba por terminar pronto.

No había salida, los tenían a pocos metros y la policía también estaba involucrada.

—¡Revisa si hay repuestos o algún arma en el automóvil! A veces suelen de... —se detuvo al sentir disparos, bajando la cabeza nuevamente—. ¡Vamos, Jungkook!

—¡Están por pasar al lado nuestro, Jimin! —Se desesperó al ver por el espejo, abriendo uno de los compartimientos y revolviendo entre pocas cosas, buscando algo que les salvara la vida.

Sin embargo, antes de que pudiera encontrarlo, Jungkook sintió cómo se le congelaba la sangre al ver de reojo el movimiento repentino a su lado. Se dio cuenta de que aquellos tipos ya estaban yendo a la misma velocidad que ellos, a la par. Por instinto se hizo para atrás, tomando con su mano izquierda la ropa de Jimin en el pecho y tironeando de él para que también se moviera. Unos disparos rompieron el cristal y el joven de cabello rosa pastel perdió el equilibrio del vehículo y pisó el freno para evitar la posibilidad de dar vuelta por los aires. Ambos se quejaron por la repentina y brusca turbulencia que eso causó, mientras que Jimin intentaba con todas sus fuerzas no impactar contra el concreto que dividía ambas autopistas.

El breve y estrepitoso momento se detuvo y quedaron a centímetros del bajo muro divisorio. Tuvieron suerte de no haber chocado. El joven de cabello rosa pastel se exasperó al recordar que habían disparado hacia la ventanilla que estaba al lado de Jungkook e intentó despabilarse un poco del repentino mareo para observar que él estuviera sano y salvo. Se lo encontró acurrucado entre el espacio del asiento y el frente, ese pequeño hueco a donde se ponen los pies, cosa que lo alivió al instante. Sin embargo, todos esos sentimientos se dispersaron sabiendo que estaban escapando, así que se dispuso a poner el vehículo en marcha otra vez y se dio la media vuelta para observar hacia atrás al mismo tiempo.

—Vámonos, Jimin... —sollozó el menor.

—No te preocupes —respondió, pisando el acelerador y poniéndose en marcha muy lentamente.

Pinky Hair Boy - YoonMin [+18] EN FÍSICO DISPONIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora