Parte de mí [Goku X Bulma] °En Edición°

Amante

Luego de haber terminado aquel asombroso y mágico momento, me recosté a un lado de Goku.

 Miré fijamente el techo, un gran sentimiento de culpa me comía por dentro. No podía negar, que el ver a Goku dominado por sus instintos fue lo mas maravilloso del mundo, pero muy distinto hubiera sido, si el papel de Milk lo hubiera tenido yo.

Sin darme cuenta, un nudo comenzó a aparecer en mi garganta, todo se volvió levemente borroso y difuminado a mi alrededor, mis ojos comenzaban a ponerse llorosos y mi pecho se sentía presionado.

Tenía más claro lo que sentía pero, ¿y él? ¿por qué había llegado hasta ese punto conmigo?, el tiene esposa y un hijo. 

Suspiré grandemente con los ojos perdidos, a pesar de que lo conocía hace mucho tiempo, este hombre continuaba siendo un enigma en muchos sentidos para mí.

Me sentía como la amante, ¡Dios porque siempre me fijo en los hombres equivocados! ¡no quiero sufrir otra vez!.

Continuaba mirando el techo a medida que mis pensamientos transcurrían, luego de unos minutos, sentí el roce del pelinegro en mi brazo, lo cuál me hizo mirarlo un tanto apenada, sus ojos se veían demasiado cansados, estaba a duras penas manteniéndose despierto, éstos comenzaron a cerrarse y dió un gran suspiro para decir:

 —¿Sabes Bulma?— Suspiró tenuemente—. Algo me decía que esos dolores en el pecho no eran por hambre...

 Luego de esto cerró paulatinamente sus ojos quedándose dormido.

Quedé pasmada, no sabía que hacer ni pensar al respecto, lo peor, era la sensación de incertidumbre con respecto a que pasaría después de esta noche. Ya había estado sufriendo por Yamcha, lo único que me faltaba era sufrir por otro hombre.

Las últimas palabras de Goku sonaron dando una sensación de sobriedad, estaba realmente nerviosa e intranquila, rápidamente me levanté de la cama y comencé a vestirlo para que cuando despertara no se diera cuenta de todo lo que había pasado, en caso de que hubiera estado demasiado borracho y no recordara nada.

Me puse mi pijama y me acosté, tenía un verdadero lío en la cabeza, teniendo dificultades para conciliar el sueño durante el transcurso de la noche.

A la mañana siguiente, desperté de golpe muy preocupada, como si hubiera tenido una pesadilla. Lo primero que hice, fue mirar el lado de la cama en donde se encontraba Goku, gracias al cielo, él aún no había despertado.

 Se veía muy guapo mientras dormía, en un acto de impulsividad, me acerqué a él para observarlo mejor, lentamente acerqué mi mano a su cabeza y acaricié su cabello con suavidad rosando las yemas de mis dedos con sus hebras azabache.

Admirada por su belleza, me aproximé a sus labios y lo besé apaciblemente, después de todo, nadie lo sabría ni me vería. 

Me separé de su rostro, en un sueño profundo, mi acompañante para cambiar de posición, giró, lo cual rápidamente me hizo quedar entre sus brazos.  

"Bulma en que te metiste...", repetía una y otra vez en mi mente, aunque debo admitir que aún así disfrutaba estar entre sus brazos.

Luego de unos minutos sintiendo su calor, una voz chillona se logró escuchar desde el living de mi casa, al parecer se encontraba hablando con los empleados de la casa, esa voz era inconfundible, se trataba de Milk, quién probablemente estaría buscando a Goku en mi casa, ¡¿qué hago?!.

A la velocidad del rayo, me levanté de la cama y me acerqué a la puerta para intentar escuchar mejor lo que estaban hablando, para mi sorpresa, Goku estaba despertando, mi corazón estaba a mil por hora y quería llorar.

¡Kami-Sama ten piedad!.