Problemas en el paraíso

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—¿No vernos más...?— Replicó Goku triste y preocupado.

—Así es...— Espeté con mayor seriedad reposando mis manos sobre la mesa.

—¿P-Por qué?

—Será más fácil para ambos.— Dije cortante.

Medité en las posibles consecuencias que podrían ocurrir si se llevara a cabo mi petición. Tenía miedo, mucho.

¿Qué me estaba pasando?, usualmente soy una persona decidida y perseverante con lo que quiero, pero, esto es diferente, la felicidad de otras personas está en juego, y tras ver llorar a Milk, no podía proponerme ir tras Goku hasta que logrará que por cuenta propia decidiera estar conmigo.

Goku sin decir más, mantenía aquella mirada carente de felicidad. Solo observaba sus manos mientras jugaba con sus dedos.

—Este tiempo ha sido muy difícil.- Rompí el silencio.—A pesar de la reciprocidad de nuestros sentimientos, es difícil que cambien las cosas.-

Al decir esto, sentí una intensa puñalada en mi corazón, sin embargo, me mantenía firme. Debía hacerlo.

—Estoy... muy confundido.— El saiyajin tocó su cabeza meditando.

—Ya es suficiente de hacernos sufrir a nosotros mismos y a los demás, las cosas están claras, asumo que no abandonarías a tu familia, y está bien.— Hablé cruzándome de brazos. Tenía muy pocas cosas a mi favor a decir verdad.

—Bulma.— Intervino Goku aún sumergido en sus pensamientos.

—¿Qué ocurre?.

—¿Tener sexo es lo que le llaman hacer el amor?.

Su pregunta me tomó por sorpresa y me provocó extrañeza. Pensé unos segundos para luego responder.

—El acto es el mismo, la diferencia son los sentimientos al momento de realizarlo. Cuando haces el amor con una persona, todos los sentimientos que provoca en ti están involucrados, te sientes dichoso por entregar todo tu ser a esa persona, es como un sueño, no obstante, cuando se practica el sexo con otro, no necesariamente van sentimientos implicados y se hace más con el fin de satisfacer los deseos sexuales de cada quien.— Aclaré, parecía una experta en el asunto.

—Oh...— Meditó Goku, a pesar de que su melancolía se veía amortiguada, su mirada apagada no cambiaba.—¿Y por qué dices que tuvimos sexo?— Cuestionó mirándome a los ojos, lo que logró inquietarme.

Lo analicé sumamente dudosa, no podía lograr entender la razón oculta detrás de su pregunta.

—Yo no tuve sexo contigo.— Aclaró él poniendo sus brazos sobre la mesa a medida que inclinaba su cuerpo en dirección a mí.

—Entonces... ¿qué fue?— Pregunté levemente molesta. Temía que dijera lo peor.

—No tuvimos sexo, yo contigo hice el amor.—Admitió.

Mis ojos se abrieran como platos mirándolo directamente, sentía que mi cara había comenzando a arder y que una gota de sudor comenzaba a caer por mi frente.

Tras escuchar sus palabras suspiré, y continúe:

—¿Hay algún tipo de fin disfrazado en tus preguntas?— Respondí volviendo a mi seriedad.

Estaba realmente segura. Mis ojos de lucían más tristes que nunca.

—Sólo quería decirlo y lo hice.— Confesó él.

Un silencio absoluto inundó el lugar, ambos nos encontrábamos pensativos, los suspiros del otro solo eran capaces de irrumpir en aquel momento.

—Bueno.— Goku rompió el silencio levantándose de su silla. -Será mejor que me vaya...-

Al escuchar esto, imité su movimiento y reduje la distancia entre ambos.

—¿Este es el fin?— Dudé clavando mi iris sobre el suyo.

—No hagas esto.— Manifestó Goku de golpe esquivando mi mirada.

—Me gustas también... pero no eres mío.— Suspiré para luego sentir las manos de Goku sobre mis mejillas.

Mi corazón comenzó a latir con impetuosa fortaleza, en menos de un segundo mis mejillas se ruborizaron. Goku atrajo mi rostro hacia él colocando sus labios cerca de mi oído.

—Perdón.— Musitó con suavidad. —No quería que sufrieras, nunca voy a querer que la gente que sea cercana a mí sufra.—

—Esa es un arma de doble filo...— Susurré para luego quedarme en silencio.

Goku volvió a mirarme sin entender, sus manos no soltaban mi rostro, parecía no desear finalizar ese momento. Sin decir otra cosa, las tomé y las quité de mi rostro.

—¿Qué ocurre?— Preguntó él.

Taciturna, tomé su rostro con ambas manos, me puse de puntillas y le di un cálido beso en la frente, supongo que este sería el último que podría darle. El se quedó pasmado con sus ojos bien abiertos.

—Cuidate...— Espeté soltando su rostro.

Sin que palabra alguna brotara de sus labios, Goku me miró sonriendo compasivamente y se volteó para salir de la puerta de mi casa y emprender vuelo.

Sin poder evitarlo el nudo que tenía en mi garganta se apoderó de mí, logrando que pudiera soltar algunas lágrimas. Sabía que con esto dejaría de sufrir.

Subí escaleras arriba a mi habitación para colocarme pijama y recostarme a pensar en todo lo que había pasado, finalmente, caí rendida ante el sueño.

**

Al día siguiente, desperté bastante tarde, tras la conversación que había tenido con Goku, había despertado muchas veces durante la noche, lo cual provocó que no durmiera bien. Miré el reloj de mi celular y eran las 2:00 pm, mi madre ya me estaba llamando a almorzar.

Bajé al comedor en donde mi padre y mi madre se encontraban felices, la verdad, hacían mucho contraste con mi aura totalmente gris.

—Buenos días.— Dije en medio de un bostezo.

—Dormiste hasta tarde hija.— Habló mi padre mientras leía el periódico y mi mamá le ponía el plato sobre la mesa.

—Es que la cena de anoche me dejó exhausta.— Mentí.

—¡Oh!, con respecto a lo de anoche con Goku, no te preocupes, muchos vieron lo sucedido y nos apoyaron, por lo cual nada malo le pasará a él si vuelve a ir con nosotros.— Aclaró mi padre sonriendo.

Al escuchar el nombre Goku sentí un fuerte dolor en mi pecho.

—Me alegro mucho.— Repliqué sonriendo levemente mientras mi mamá colocaba un plato de carne sobre la mesa, se veía realmente delicioso.

—Espero que les guste.— Dijo mi madre sentándose también.

Me acerqué a mi plato para poder comer, mucho vapor de el llegaba a mi fosas nasales. Tras sentir su aroma, unas náuseas gigantes junto con unas ganas de vomitar incontenibles habían vuelto a mí, durante un momento no pude más. Sentía que explotaría.

—Vuelvo enseguida, creo que escuché mi celular sonar.— Dije para que mis padres no se preocuparan.

Rápidamente, corrí escaleras arriba. Me encerré en mi habitación para entrar al baño y liberar vómito como nunca antes, estuve un buen tiempo con la cara puesta en el WC.

Tras unos minutos de vomitar y de náuseas, me miré al espejo. Estaba pálida y tenía bastante sed, me senté alrededor de mi cama preocupada, no había comido nada fuera de lo común, fugazmente, abrí mis ojos sudando frío como si hubiera visto un fantasma.

—A-Acaso... ¿estaré embarazada?— Susurré como si me estuvieran sacando el alma del cuerpo.

Corrí deprisa a ver mi caja de pastillas anticonceptivas. Comencé a calcular y efectivamente, por las fechas en las que había tenido relaciones con Goku, me había faltado tomar una.

—Dios... no puedo creerlo, ¿realmente lo estaré?, ¿qué haré de ser así?.

Me tiré sentada al piso agarrando mi frente con solidez.

Parte de mí [Goku X Bulma] °En Edición°Where stories live. Discover now