Parte de mí [Goku X Bulma] °En Edición°

-Pequeña aventura

Me encontraba realmente feliz y emocionada por todo lo que me estaba pasando en aquél momento, nunca había sentido lo que es estar en el aire yo misma. Pesé a que con anterioridad había construido una maquina para volar sobre la nube voladora dentro del Gi de Goku, la sensación de rozar las danzantes ráfagas de viento con mi cuerpo era algo sin igual, una gran desventaja de los terrícolas es que a diferencia de los saiyajines no podemos volar.

No podía negar, que como era mi primera simulación real de vuelo, el nerviosismo que sentía era intenso, mi cuerpo se encontraba realmente rígido, Goku cada ciertos minutos me miraba de reojo con sus ojos azabaches y reía a carcajadas, bueno, para él ya era costumbre.

La combinación de estar experimentando esto y estar con la persona que quiero casi me hacen dar un infarto.

—¡Bulma!, ¡no me ahorques!.— Exclamó Goku bromeando.

Continuaba riendo por lo severa que me encontraba.

—E-es que, ¡esto es nuevo para mí Goku!— Subí la voz, ya que el ruido producido por el aire era muy engorroso y disminuía el nivel de audición.

Tras un tiempo de vuelo, me causó curiosidad donde tenía pensado llevarme, tenía intenciones de dejar que fuera sorpresa ya que se mantenía taciturno con respecto a éste, sin embargo, la incertidumbre pudo conmigo.

—Oye Goku, ¿Dónde vamos?— Pregunté fisgonamente.

—Dijiste que querías ir lejos, ¿no?, te mostraré un lugar al que voy siempre para pensar y muy poca gente conoce— Respondió sonriendo amablemente.

 ¡Porque hace eso kami-sama, me vuelvo loca!.

Lo mejor de estar a su espalda, era que podía sentir su espléndido aroma sin que el pudiera percibirlo, una ráfaga de dulce aroma ingreso a mis fosas nasales. Lentamente, comencé a sentirlo, observe su cabello, sus brazos, su cuello, reposé mi cabeza sobre su vasta espalda, me sentía realmente complacida.

Era como un sueño del cuál no quería despertar nunca, al fin podía estar a solas con el aunque fuera por un corto tiempo.

—Oye Bulma, ¿estás bien?— Consultó Goku disminuyendo un poco la velocidad de su vuelo e intentando mirarme desde la posición en la que se encontraba.

—Si Goku, solo estoy disfrutando de esto— Contesté.

Tan solo me dejé llevar por la maravillosa sensación de ese momento, no quería arruinar mi sueño.

—Oh..., ¿así que lo estás disfrutando mucho?, ¿estás feliz?— Volvió a preguntar Goku expectante mostrándome una gran sonrisa.

—¡Demasiado, gracias!— Agradecí sumergida en un enorme sentimiento de dicha.

De un rato a otro, comenzó a reír a carcajadas a medida que iniciaba un aumento de velocidad por los aires, las sensaciones en mi estómago comenzaron a ser indescriptibles, cada hebra de mi cabellera turquesa danzaba al compás de las ráfagas de aire presentes.

Mis ojos comenzaron a entre cerrarse  por todo el viento que llegaba de forma directa a mi rostro, los gritos se apoderaron de mi por los nervios, y la risa no demoró en aparecer, lo estaba pasando de maravilla con mi mejor amigo de la infancia, con que esto se siente volar, las carcajadas no paraban de salir de mi boca.

—¡Mira que cerca están las nubes Bulma!— Vociferó el saiyajin mirando el cielo.

 A decir verdad, con todo lo que estaba pasando, solo las pude divisar un poco, mi cabello no ayudaba ni el viento tampoco.

De un rato a otro, Goku comenzó a volar en picada, cosa que casi me hace querer vomitar, claro, esa adrenalina solo la podía sentir con él.

—¡Goku!, ¡¿qué estás haciendo?!— Grité a todo pulmón en medio de las sensaciones que estaba sintiendo.

 Goku sumergido en su juego y en su risa, comenzó a girar y a hacer piruetas en el aire.

Volaba y viraba en diversas direcciones, incluso nos ponía de cabeza a ambos. A pesar de estar tan asustada me sentía a gusto con el simple hecho de verlo disfrutando, parecía un niño, era como si nunca había sentido lo que es volar.

Goku continuó en lo suyo, hasta que de pronto en una de sus tantas acrobacias en el aire me desprendí de su hombro. Dios no podía creer que eso estaba pasando, yo Bulma Briefs, ¿era mi tiempo de morir?, estaba empezando a ver mi vida delante de mis ojos.

Todo el aire golpeaba mi cuerpo y rostro a medida que gritaba y caía, hubieron tantas cosas que no viví, ¡aún soy una mujer joven que tiene deseos de conocer muchas cosas en este mundo!, tras pensar todo esto me resigné a tan solo a cerrar mis ojos para no ver nada más y solo sentir el impacto.

No transcurrió mucho tiempo antes de sentir de golpe que la caída había sido amortiguada y me mantenía volando de manera estable, escuché la risa inconfundible de Goku, quién me tenía en medio de sus brazos tras rescatarme.

—Perdona Bulma, no quería que eso pasara.— Dijo con rostro apenado.

 Sin poder evitarlo lo mire seriamente crucé mis brazos haciendo un mohín con mis labios, casi mi vida acababa en ese momento.

—¡Acaso querías matarme!, ¡vi mi vida pasar frente a mis ojos!— Exclamé furiosa.  Aún me mantenía eufórica tras el susto.

—Perdóname Bulma, es que te ví disfrutando muy feliz, y quería que te emocionaras aún más, no fue mi intención.— Manifestó arrepentido.

Pese a que en ocasiones me enfadaba, era incapaz de poder nutrir mi coraje hacía él, definitivamente era mi debilidad, además, no lo hizo con mala intención.

—Bueno, no te preocupes, sé que no lo hiciste a propósito.— Comencé a reír a carcajadas pequeñas. —Disfruté mucho, ¡gracias!— Sonreí tal como el sonríe siempre.

—Bueno, pero si vuelve a pasar, eres capaz de matarme así que...

 Tras decir esto me acomodó de una manera distinta entre sus brazos, un brazo estaba sujetando mi espalda y el otro mis dos piernas, sentía estar sentada en el aire.

—¡Agárrate bien! — Exclamó sonriendo.

Un poco nerviosa, me aferré fuertemente a su cuello para seguir adelante en el pequeño viaje que estábamos teniendo, realmente estaba en las nubes, bueno, casi literalmente.

Observé toda la hilera de nubes que se formaba sobre nosotros, el paisaje delante de mis ojos era muy hermoso, con antelación tan solo había podido apreciar algo así en pinturas o fotografías. Una sonrisa comenzó a brotar inconteniblemente de mi boca.

—¿Quieres tocar las nubes?— Dudó sonriendo mirándome con dulzura y curiosidad con sus ojos oscuros

Mi corazón se encontraba latiendo aceleradamente, dando fuertes golpes en mi pecho, ya faltaba poco para que comenzara a sudar, estaba sintiendo como mis mejillas se tornaban de color rojo.

Lo miré y sonreí devolviendo la vista a las sublimes masas blancas de cristales de nieve y gotas de agua que adornaban el cielo. Rápidamente comenzamos a elevarnos llegando hasta las nubes, era realmente impresionante, algo irreal e ilusorio, asustaba un poco debido a  como se veía todo desde aquella perspectiva, sin embargo, permanecía cautivada por todo lo que había a mi alrededor, era realmente afortunada.

—¡La estoy pasando realmente bien contigo Bulma!— Se alegró el pelinegro.

Desplacé mi vista hasta su ligeramente bronceada piel y levemente curvada nariz.

—Gracias por tener esta pequeña aventura conmigo, volvimos a los viejos tiempos.— Rió él mientras miraba el cielo.

¿Era normal permanecer observándolo de manera estupefacta cada vez?.

Me sentí realmente bien y por nada del mundo deseaba despertar de este maravilloso sueño.