Parte de mí [Goku X Bulma] °En Edición°

Te amo

Finalmente mi nave había comenzado a aterrizar, cada descenso significaba otro fuerte latido y ganas más intensas de vomitar, además, de más mariposas en el estómago, claro. A la distancia podía ver su cálida sonrisa blanca y su traje naranjo en pésimas condiciones que seguido me permitía ojear como siempre, sus marcados abdominales.

Llegué y bajé de mi nave, me encontraba con ropa muy cómoda, zapatillas negras unos jeans y una polera que combinaba con ellas, gracias a esto fue trabajo fácil bajar, Goku se dirigió corriendo hacia donde me encontraba.

—¡Bulma, ya no estás en el hospital.!— Sonrió de oreja a oreja para darme un fuerte abrazo.

Mis ojos se abrieron, me había tomado por sorpresa, no pensé que estuviera tan feliz porque al fin salí de ahí, diría que lo está más que yamcha.

Tras salir de mis pensamientos le devolví la sonrisa.

—Y dime, ¿Por qué estás aquí?— Me observó desconcertado.

—¡Ah si!— Reí un poco nerviosa. —¡Tengo excelentes noticias!, ¡tus aparatos de entrenamiento ya están listos!— Dije con un puño de victoria.

Los ojos del saiyajin no tardaron en brillar.

 —¡¿De verdad?!— Vociferó emocionado.

—Mi padre quiere que te dirijas a la casa, ya que quiere ver si estos efectivamente cumplen su función.— Expliqué cruzándome de brazos. —No tienes opción de quedarte, ¡tendrás que ir conmigo!— Sonreí jugueteando.

—Supongo que así tendrá que ser, ¿no?— Goku lanzó una carcajada.

—¡Ah si!— Interrumpí la felicidad de Goku. —Muchas gracias por la flor que me diste, ¡es realmente hermosa!— Agradecí sin dejar de sentirme intranquila.

Goku sin dejar de observarme comenzó a reír nuevamente.

—No hay de que Bulma, estaba realmente preocupado por ti, oí que Krillin ya estaba en casa también.

—Es bueno saberlo, gracias, también muy estaba preocupada.— Sonreí aliviada.

—Bulma, yo...— Espetó inclinando su cabeza, al parecer continuaba abatido por lo que había pasado entre nosotros. 

Justamente se había tocado un tema que no quería conversar.

—No te preocupes, no es necesario que digas nada.— Aclaré.

—¿Yamcha te cuidó bien?— Preguntó abruptamente, lo miré un poco extrañada, el ambiente se había vuelto un poco tenso.

—Si, lo hizo bien.— Repliqué sin intentar dar muchos detalles del asunto.

—Luego de aquella vez que te vi mal por él me preocupé mucho.— Manifestó con su rostro expresivo.

—Bueno, supongo que es hora de confesar ya que todo esto quedará en el pasado.— Mi iris se claró en el suyo.

Goku en silencio me miró desconcertado.

—¿Recuerdas aquel día en el laboratorio cuando estaba arreglando los aparatos que habías roto y lloré?.

—Si, lo recuerdo.

—¿Recuerdas que me decías que las cosas mejorarían con Yamcha?.

Asintió sin decir nada ni apartar la vista de mis ojos celestes.

—Yamcha no fue el culpable de eso.

Goku me observó intentando adivinar.

—Entonces, ¿quién fue?— Rascó su cabeza desentendido.