-Estúpido Saiyajin

2.2K 144 10
                                    

Mis emociones se encontraban fuera de control, no sabía si estar feliz porque me encontraba entre los brazos del hombre que quería, o llorar más porque a pesar de que todo eso estuviera pasando, sabía que nada más que eso podría pasar.

Opté por acabar con la escena e intentar tranquilizarme, no quería que Goku me continuara viendo en este estado tan terrible y deplorable, el siempre había visto a una Bulma más rebosante de energía y optimismo.

Dejé de sollozar y sentí como él me separaba lentamente de su pecho, me miró con ternura, la verdad nunca me ha gustado que la gente me compadezca o causar lastima, pero me gustaba que él me mirara de la forma en la que lo hacía. Prosiguió a sonreírme levemente y quitar el cabello que había quedado sobre mi rostro.

—Vaya, ¡tus ojos están rojos Bulma!— Se asombró el. 

Con una mirada curiosa me dió una ojeada, como si no hubiera visto a nadie llorar tanto como yo.

—No debes llorar, ¡yo que te conozco desde hace mucho puedo decir que eres una persona grandiosa!.— Vociferó.

 Desplazó su dedo sobre mi mejilla para quitar la última lágrima que recorría mi rostro.

—No dejes que él te haga llorar.— Espetó con ojos cálidos.

Esa era la mirada que pone cada vez que quiere ayudar a alguien, en ese momento por un lado, me aliviaba que pensara que toda esa escena era por Yamcha y no por él.

Goku sonrió aun más alegre que antes, me dio más ánimos para poder continuar. Limpié mis ojos rápidamente para que no quedara rastro de lágrimas ni de llanto.

—Bueno, ya fue suficiente de llantos, una dama como yo no sirve para llorar tanto, ¡es hora de continuar!— Exclamé confiada.

—Espera Bulma.— Habló Goku.

El agraciado saiyajin, miró mi rostro muy atentamente, me puso realmente nerviosa e intranquila. Tan solo guardé silencio correspondiendo a su permanente mirada.

Goku comenzó a observar mi rostro acercándose pausadamente a mí, mi corazón se encontraba latiendo a mil por hora, sentía que en ese mismo instante me iba a desmayar. Podía advertir como mis mejillas se comenzaban a sofocar con cada centímetro más cerca que el se encontraba de mi rostro.

—¿Q-Qué pasa Goku?, ¿Que estás mirando?— Dudé con voz tremulante.

 Abrí los ojos de gran manera, aún con el corazón latiendo enérgicamente. El mutismo del ambiente era apabullante. 

—Hmm...— Meditó Goku.

 Con ojos y cejas elocuentes apuntó mi rostro con su dedo indice.

—Lo que pasa, es que tienes mocos.— Sonrió.

—¡Goku!— Grité alejándome de él. Oculté mi nariz bajo mis manos. —¡No tenías porque decirme eso!.—

 Dios que vergüenza..., podía sentir mis pómulos eran testigos de un intenso rubor.

—L-lo siento Bulma, es que me distraían y necesitaba decírtelo.—

 Tras decir esto y ver mi reacción, Goku comenzó a reír a carcajadas tocándose la cabeza, gesto característico de el.

—¡Esas no son cosas que se le dicen a una dama!.— Continúe gritando.

 Percibía como la vergüenza me carcomía.

—Tu rostro está rojo de nuevo.—

 Goku se inclinó hacia mi mirándome con detención mientras apuntaba mi frente con su dedo.

Eran mucha la cantidad de emociones por el momento, por lo cuál no tardé en intensificar la tonalidad de mi rostro y armar un puño con la mano irritada.

—¡Está bien!, ¡está bien!, no te enojes— Se alarmó el pelinegro.

Posteriormente, me fui corriendo fugazmente al baño a buscar papel higiénico para poder limpiarme la nariz.

—¡Ese estúpido saiyajin habla sin pensar!, Dios, que vergüenza, quizás hace cuanto tiempo habrá estado observando mi nariz, ¡no lo quiero ni imaginar!— Medité.

Abrí el grifo y humedecí por un momento mi rostro que aún sentía con temperatura alta tras aquella sorpresa y me preparé para salir del baño.

De un momento a otro, a través de la puerta escuché la voz de mi padre, al parecer se encontraba hablando con alguien, esa voz era inconfundible, sin duda se trataba de Yamcha.

—Disculpe señor, ¿no sabe dónde está Bulma?— Preguntó educadamente.

—Hace un momento se encontraba en el laboratorio, pasé a dejar los implementos pero no estaba ahí, si gustas puedes subir y esperarla en la terraza, en cuanto la vea le diré que estas aquí.— Respondió servicialmente.

—¡Muchas gracias!.— Vociferó Yamcha.

Prontamente se sintieron unos pasos, lo cuál me indicó que podría estar subiendo las escaleras, me asomé por la puerta del baño, no lo vi cerca,.

Deprisa salí del baño y corrí en dirección al laboratorio, Goku aún se encontraba ahí, mi padre todavía se paseaba por otros sectores de la casa.

—Bulma,  ¿por qué tienes esa cara?.— Consultó Goku impresionado. —¿Acaso viste un fantasma?.— 

—Yamcha vino a verme y no quiero verlo, no estoy de humor, la verdad no quiero tener problemas. Tengo que irme de aquí.— Manifesté preocupada.

 Tomé las llaves de mi moto sin tiempo que perder.

—Vaya...— Dijo Goku suspirando. —¿Pero dónde irás?.— Preguntó preocupado. —Puede ser peligroso si estás sola hasta tan tarde.—

—Lo único que sé, es que quiero irme lejos de aquí, quiero despejarme y estar tranquila— Espeté extenuada.

—¡Entonces vamos!.— Vociferó el alegremente.

Lo observé admirada, ¿él iría conmigo?.

—Vamos Bulma, si vas sola, llorarás y eso no te sienta bien, tú cara se pone.— Miró el techo pensando. —-¡Fea!—- Sonrió.

—¡Goku!, no hace falta que me subas el ánimo.— Aclaré algo fastidiada. 

—¡Bueno¡, ¡bueno!, ¡no te pongas así vamos!.— 

Tomó mi brazo para que rápidamente me fuera con él, la verdad, a pesar de que las cosas que me dijera no fueran tan acertadas, me ponía muy contenta el hecho de que se preocupara por mi e intentara subirme el ánimo.

Él es el único culpable de que una sonrisa involuntaria brote de mis labios sin percatarme. Salimos de mi casa, me apoyé sobre sus hombros colocando mi pecho sobre su espalda y rápidamente emprendimos vuelo lejos de ahí.

¿Qué será lo que pasará después?.

Parte de mí [Goku X Bulma] °En Edición°Where stories live. Discover now