Parte de mí [Goku X Bulma] °En Edición°

Proyecto secreto: ¡Viaje en el tiempo!

Corrí rápidamente hasta mi casa, mi respiración se encontraba agitada y estaba sudando. Subí a mi habitación para ponerme cómoda, aún seguía cuestionando si lo que hice estuvo bien, no podía dejar de pensar en cuáles serían los resultados del plan que tanto ansié ejecutar.

Me coloqué unos jeans, una polera blanca y una chaqueta de cuero ancha junto con unas zapatillas que hacían juego con mi zona superior. Salí al balcón de mi habitación a revisar si es que alguien había llegado, ¿qué será de Goku ahora?, por mi culpa su matrimonio se arruinó.

—¡Bulma!—Una voz familiar resonó a mis espaldas, velozmente giré mi cabeza y se trataba de Goku. Tragué fuertemente tras verlo.

—G-Goku.—Balbucee. No sabía bien que decir, sin embargo, a estas alturas no había cabida para inseguridades ni miedos, todo estaba dicho.

—¿Qué fue todo lo que pasó allá en el salón?.—Preguntó agitado y desconcertado mientras desprendía la corbata de su cuello.

—Nada más la verdad, tu esposa y Yamcha habían sospechado que algo pasaba entre nosotros e hicieron un plan para que no pudiéramos estar juntos.—Expliqué. 

Goku parecía no poder creerlo, respiró pesado y miró en dirección al suelo unos segundos.

Yo más que nadie, sabía la segunda parte del plan. Rápidamente, tomé su mano haciendo que se exaltara.

—Necesito que me acompañes, no hay mucho tiempo para más explicaciones.

Sin decir nada más, hice que corriera a mi ritmo hasta el laboratorio. Goku parecía realmente confundido.

Llegamos hasta un rincón en donde había algo cubierto con una extensa manta, Goku la estudió con detención y lo tomé con fuerza de ambas manos. Él me observó con sus mejillas sonrojadas y ojos bien abiertos.

—Goku...—Di un gran suspiro y clavé mi iris sobre los suyos.—Yo te amo y quiero estar contigo. Ya sabes todo lo que dije en el salón, tu eres la razón por la que no decidí casarme.—Expliqué.

—¿De verdad me amas?—Preguntó levemente inquieto.—Pero pensé que no ibas a dejar nunca a Yamcha, escuché lo que le dijiste ayer.—Su mirada se entristeció.

—Todo era mentira.—Confesé.—Todo este tiempo estuve fingiendo para que la cena se hiciera y pudiera decirles a todos lo idiota que es Yamcha.— Goku parecía descolocado, habían sido demasiadas emociones para el momento.

Fugazmente me volteé, y saqué la manta que cubría el misterioso artefacto de gran tamaño. Goku se sorprendió al ver que se trataba de una especie de nave, lo que muchos no sabían, fue que durante todo este tiempo estuve trabajando incansablemente para poder viajar en el tiempo. Debido al tiempo reducido, solo pude obtener una nave que nos haría retroceder siguiendo la misma línea temporal, sin embargo, la decisión de cambiar la historia se la dejaría a Goku, no era algo que pudiera decidir y hacer yo sola.

—No entiendo que ocurre, ¿qué es eso?—Dudó Goku apuntando aquella extraña nave.

—Goku, no hay tiempo, necesito que me digas, ¿quieres estar conmigo?—Consulté sin previo aviso, ante lo cual, él me miró con los ojos sumamente abiertos.—Con esta nave podemos ir al día en el que Milk fue al torneo a reclamar la promesa de matrimonio y cambiar la historia.—Relaté ansiosa y nerviosa, ya que si Yamcha llegaba, el plan se habría arruinado.

—Ya veo...—Goku meditó unos segundos.

—La decisión es tuya.—Espeté interrumpiendo sus pensamientos.

Silencioso, él se acercó a mí para rodear mi cuerpo con sus robustos brazos de manera vigorosa, me dio un abrazo de esos que ahuyentan cualquier ápice de temor y vacilación.