Parte de mí [Goku X Bulma] °En Edición°

¡Me gustas Bulma!

Advertencia: capitulo lleno de confesiones.

Tras ver mi casa a la lejanía, Goku aumentó la velocidad hasta llegar a la puerta. Ya eran aproximadamente las 2:00 am y había comenzado a hacer frío.

Rápidamente y temblando a causa de la baja temperatura, ingresé la clave de la puerta de mi casa, esta se abrió. Al voltearme para observar una vez más a mi amigo de infancia, logré ver que se encontraba mirando el cielo con mucha atención.

—Mira Bulma.— Dijo Goku apuntando el cielo con un tono calmado y pacifico.

El cielo se encontraba realmente estrellado, se cubrió de fragmentos brillantes provocando que la noche no se viera tan oscura.

—Realmente está bello.— Repliqué sonriendo. —P-Pero Goku, tengo mucho frío.— Aclaré con las piernas y mi mandíbula tiritando.

Ingresé a la velocidad del rayo a la casa y prendí el calefactor. Goku me siguió entrando a la par conmigo, cerré la puerta para que nuevas corrientes de aire helado no entraran.

—¡Ah!, ¡hogar dulce hogar!— Espeté estirándome entrando en calor tras encender el calefactor.

 Goku se despojó de la parte superior de su traje sólo quedando en camisa.

—¿No crees que está delicioso aquí dentro?— Pregunté dándome un abrazo sonriendo.

Por un momento imaginé que llegamos nosotros dos a nuestra casa propia tras un día agitado. Me quite mis zapatos altos y me dirigí rápidamente a la cocina para poner manos a la obra.

—¿Qué quieres comer?— Consulté mirándolo atenta.

—Hmm...— Meditó un momento, sin embargo su respuesta se vio interrumpido por su rugido de estómago, lo cual me hizo reír.

—Bueno, haremos muchas cosas.— Continúe preparando los implementos para luego cocinar.

—Bulma y, ¿piensas cocinar así vestida?— Dudó curioso Goku ya que a su parecer era incómodo.

—¡No te preocupes!, así me siento más sexy.— Le di un guiño con el ojo. Él tan solo sonrió. —Tu solo siéntate y espera a que la comida esté lista.— Ordené decidida sacando todos los ingredientes.

Tras comenzar a cocinar, voltee mi cabeza para poder observar a Goku. Se encontraba sentado mirándome con especial atención.

Transmitía una gran felicidad con su mirada. La verdad, me ponía bastante nerviosa, tanto que con torpeza, me quemé con agua caliente.

—¡Auch!— Me quejé alejándome instantaneamente de lo que había causado mi quemadura.

—Bulma, ¿estás bien?.

 El saiyajin se levantó fugazmente de su asiento para corroborar la condición mi mano, la cual se encontraba roja y ardiendo, mucho a decir verdad. Sin decir nada más, se acercó lentamente a mi mano y en un acto de sublime inocencia, comenzó a soplar sobre esta.