Parte de mí [Goku X Bulma] °En Edición°

Capítulo final: ¡Una visita del futuro!

Pov's Goku.

Los años fueron pasando como si fueran días era realmente impresionante, pasaron 5 años desde que mi hijo Gohan llegó a este mundo.

Estaba realmente orgulloso de él, aprendía todo a gran velocidad, es muy inteligente y aplicado, sólo tardó unos pocos días en aprender a volar y no faltaba mucho para que aprendiera a concentrar su ki y lanzar ondas de energía.

Estuve entrenando duramente durante todos estos años con ayuda de Piccolo, quién también se encargaba del entrenamiento de Gohan, estaba muy agradecido con el apoyo que Bulma me dio con las artes marciales, estoy seguro de que mujeres así no se encuentran a menudo, mi vida de casado, sin problemas.

Algo de lo que siempre estaría seguro, era de que jamás me podría arrepentir de haber tomado la decisión de estar al lado de Bulma.

—¡Papá!—exclamó Gohan desvaneciendo mis pensamientos. Me agaché a su altura y toqué su cabeza con la palma de mi mano sonriendo.

—¿Qué ocurre hijo?—lo observé sin dejar de sonreír.

—¿Seguiremos entrenando?—dijo entusiasmado apuntando mi mirada con sus ojos azules.

—¡Por supuesto!—exclamé también, siempre era tiempo de entrenar y me alegraba mucho que mi hijo sintiera el mismo entusiasmo que yo por eso.

Piccolo desplazó su mirada viendo a Gohan y a mí, una sonrisa se esbozó a un costado de sus labios.

—Ustedes se parecen un montón, ama el entrenamiento tanto como tu Goku—dijo con su tono profundo de voz de manera seria.

No pude evitar mirar a mi hijo y reír, supongo que Piccolo tenía razón, era alguien bastante enérgico.

—¡Continuemos!—Gohan tras decir estas palabras comenzó a golpear el aire con sus puños.

—Es un niño increíble Goku, a este paso cuando tenga tu edad será el doble de fuerte que tú— aclaró Piccolo acercándose más a mi para que Gohan no pudiera oírlo.

—Eso sería magnífico—respondí viendo a mi hijo con detención mientras cruzaba mis brazos.

—Va en camino a ser un excelente guerrero, pero claramente para eso no puedo dejar de ser duro con el independiente de cuantas veces llore en su entrenamiento—añadió a secas Piccolo.

—Haz lo que tengas que hacer—respondí con determinación.

Sabía el esfuerzo que se requiere para ser un buen peleador, mucho entrenamiento, sudor y a veces incluso hasta lágrimas.

Sin darme cuenta mi hijo saltó quedando frente a mí y lanzó un puño dirigido a mi rostro, me sorprendió ya que venía muy rápido, agradecí alcanzar a esquivarlo.

—Está bien Gohan—Hice mi pose de combate—. Vamos a comenzar.

Gohan sin perder tiempo se abalanzó sobre mí y comenzó a lanzar puñetazos y patadas mientras que yo los iba esquivando.

A medida que el tiempo transcurría mi hijo aumentaba aún más la velocidad de sus golpes. Durante un momento observé uno de las esquinas de la Corporación, me pareció ver a un joven misterioso observándonos asomado detrás de una de las paredes, se alarmó al verme. Tras parpadear nuevamente, desapareció.

Gohan se comenzó a agotarse, por lo que nos detuvimos un momento.

—¿Lo viste?—pregunté acercándome a Piccolo algo confundido, ya que parecía que mis ojos me engañaron por un momento.

—Si Goku... también lo vi—confirmó el pelador a mi costado.

—Me pregunto quien será...—dije tomando mi barbilla reflexivo.